CULTURA

María Victoria Romero y Antonio Perejón, comisarios de la muestra “Real Sociedad Española de Historia Natural: 150 años de la Biblioteca (1871-2021)”

La Real Sociedad Española de Historia Natural celebra los 150 años de su biblioteca

Texto: Jaime Fernández - 15 oct 2021 10:24 CET

Hasta el 8 de abril se puede visitar, en la Biblioteca Histórica de la Complutense, la exposición “Real Sociedad Española de Historia Natural: 150 años de la Biblioteca (1871-2021)”. La muestra está comisariada por Antonio Perejón, presidente honorario de la Real Sociedad, y por María Victoria Romero, ex bibliotecaria de la Facultad de Geológicas. Los dos informan de que aquí se expone parte de “un tesoro, constituido a lo largo de 150 años por diez generaciones de naturalistas que han tenido un interés tremendo en formar esta biblioteca”.

 

La exposición se estructura en varias partes, desde la historia de la biblioteca hasta los libros más importantes y valiosos de la Real Sociedad, las revistas científicas y otros tipos de formatos, así como las publicaciones de la Sociedad. Hay que recordar que la Sociedad tiene la sede de su biblioteca en la Facultad de Ciencias Geológicas de la Complutense desde hace cincuenta años, colaborar que queda patente en la primera de las vitrinas, donde se exponen los originales de los acuerdos entre las dos instituciones a través del tiempo.

 

En una segunda vitrina, y “por primera vez en la historia de las muestras de la institución, se presentan fotografías de los catorce fundadores de la Sociedad”. Entre ellos está, “por supuesto, Laureano Pérez, quien tuvo la idea de la Sociedad”, y que de acuerdo con Antonio Perejón “era catedrático de Zoología de la Universidad Central y en su casa se reunían, por las tardes, los naturalistas en una especie de tertulia, y de aquella salió la idea de fundar la Sociedad”.

 

La exposición continúa con una vitrina que recuerda que “esta es una biblioteca viajera, itinerante”, desde lo que era el Museo de Historia Natural en la calle Alcalá 13, luego pasó al que es el actual Museo de Antropología, de allí viajó a una habitación alquilada en la calle Santo Tomás, luego estuvo en el Museo de Ciencias Naturales y, por fin, llegó a la Facultad de Geológicas. Desde 2016, parte de sus fondos están en la Biblioteca Histórica de la UCM.

 

Allí también se pueden ver algunas de las fichas que se utilizaban para los libros. Hoy, de acuerdo con María Victoria Romero, “está todo informatizado y se puede consultar a través del catálogo Cisne, ya no se hacen fichas en papel, es todo electrónico y con muchísima difusión, con acceso libre para todo el planeta”.

 

La muestra sigue con un homenaje a los bibliotecarios, a los que no son de carrera, sino a los naturalistas de convicción, con amor a la biblioteca. Todos ellos “lo hicieron muy bien, con algunos nombres destacados como Ángel Cabrera, que se dedicó de lleno”. En 1903, la Sociedad pasó a ser Real Sociedad, así que desde el año siguiente se le asignaron 5.000 pesetas en el presupuesto del Estado, “que en aquel tiempo era mucho dinero, y que se convirtieron en 7.000 pesetas en 1928”. Con ese dinero, más el aportado por los socios, Cabrera, que estuvo veinte años de bibliotecario, hizo muchas adquisiciones, incluso de bibliotecas enteras que se vendían.

 

La siguiente vitrina muestra los catálogos publicados por la biblioteca de la Sociedad, en los que se reflejan las revistas y otras publicaciones periódicas.

 

Los libros

En el centro de la exposición destaca una vitrina que reúne algunos de los libros más antiguos que hay en la Sociedad. El más antiguo de todos, de donante desconocido, es Govierno general, moral y político, hallado en las fieras y animales silvestres, de Andrés Ferrer de Valdecebro (Barcelona, 1696), que conjuga la morfología y conducta animal con la moral cristiana. En antigüedad le siguen varios libros de Buffon, editados en Paris: Histoire naturelle générale et particulière (1749-1777), Histoire naturelle des oiseaux (1770-1781) e Histoire naturelle des minéraux (1783-1785), donados en 1933 por la Biblioteca de la Universidad de Friburgo de Brisgovia, con anotación manuscrita en alemán "Con saludos friburgueses". Informa Romero de que Buffon pretendió hacer una historia de las ciencias naturales total, “y es probable que lo consiguiera, tanto por la relevancia de los textos como por las ilustraciones, que son una preciosidad, cuidadas al detalle”.

 

Se puede ver además una tercera edición de Introducción a la historia natural y a la geografía física de España, de William Bowles, donación de otro de los socios, y un manuscrito del año 1870, en el que se hace un estudio sobre los ojos.

 

Todos estos libros antiguos, los publicados hasta 1801, están custodiados desde 2016 en la Biblioteca Histórica de la UCM, porque “aquí están más seguros, con unas condiciones de humedad y temperatura idóneas”. “En Geológicas los teníamos muy mimados, pero no es lo mismo”, reconoce Romero.

 

La siguiente vitrina muestra varios ejemplares del Diccionario Pintoresco de Historia Natural y de los Fenómenos de la Naturaleza, que está iluminado cada dos páginas con láminas y grabados preciosos, que van de pájaros a insectos, volcanes, cortes geológicos, e incluso “un curioso dibujo de los gigantes de Dover cuando todavía estaba el arco sin romper, porque ahora está abierto”.

 

Luego vienen algunas vitrinas temáticas, como la de los maestros de la botánica, con las láminas de Máximo Laguna, con la flora forestal española, acompañada de dos atlas con más de 40 láminas cada uno y de las que se han entresacado dos, “aunque era difícil decidirse, porque están dibujadas con mucha precisión por un ingeniero de montes, que no el autor de la obra”.

 

Sigue una zona especial dedicada a las expediciones oceanográficas realizadas por el Príncipe Alberto I de Mónaco y publicadas entre 1889 y 1950. El monegasco regaló a la Sociedad todos los libros que publicaban de todas las expediciones, así que la Sociedad tiene la colección completa de cien volúmenes.

 

La exposición también muestra tiene libros de otras materias, que se pueden ver en otra vitrina, con áreas como Física, Matemáticas, Agricultura, Mecánica de Microscopios… Todos ya de los siglos XIX y el XX, así que se pueden consultar en la Facultad de Geológicas.

 

Publicaciones periódicas

Esta zona de la exposición se abre con revistas de zoología para mostrar una visión general de todos los organismos vivos, siendo la más antigua española la de los Anales de Historia Natural, que se publicó de 1799 a 1801. También hay revistas mexicanas, enviadas con dedicatoria a la Sociedad, estadounidenses, italianas… Reconocen los comisarios que “hoy en día, muchas revistas de estas se siguen recibiendo y sigue habiendo intercambio entre la UCM y otras instituciones”.

 

También hay revistas de temas geológicos y paleontológicos, algunas más modernas junto a otras más antiguas, y una vitrina de dedicada a botánica, con revistas de distintos países, representando la diversidad vegetal y la de forma de expresión. Aquí están los Anales de Historia Natural de la Sociedad, de los que, “con motivo del 92, se hizo una edición facsímil, lo que evita estropearlos y trabajar con los originales”.

 

Entre las revistas que se refieren al paisaje destaca un grabado de la Ciudad Encantada de Cuenca incluida en las Memorias del Mapa Geológico. Hay además números de revistas americanas que empezaron a recibirse en 1936 y que “incluían reportajes fotográficos muy impactantes”.

 

Sigue una vitrina dedicada a revistas en alfabetos no latinos, “que se siguen recibiendo actualmente, sobre todo las rusas, que suelen llevar un resumen en inglés y francés”. Hay además revistas chinas, una en cingalés (que es el único número que posee la Real Sociedad), en persa y en griego.

 

Santiago Ramón y Cajal, que fue socio y presidente de la Real Sociedad, tiene su propio espacio en la muestra. Allí se exhibe la revista trimestral de Micrografía que él mismo fundó y que incluye trabajos que en su mayor parte están realizados y dibujados por él.

 

La siguiente vitrina está dedicada a otros soportes, “cuando las revistas empezaron a venir en CD, que ya no tienen ningún uso”. Aquí también se ve que las revistas de finales del siglo XIX y principios del XX ya publicaban muchos anuncios, y eso, que “en su día servía para financiar las revistas, hoy permite conoce el aparataje científico más puntero de la época”.

 

La exposición termina con un resumen de las publicaciones de la Sociedad, desde los Anales de 1872 a 1901, luego el Boletín, que se sigue publicando, dos series de Geológicas y Biológicas, las Memorias, las Conferencias de divulgación que se publicaron de 1926 a 1930, el libro sobre la expedición que financió la Sociedad al Yebala (Marruecos), los libros de las bienales (incluida la única que se hizo fuera de la Península en México, en la conocida como “sociedad hermana de historia natural”), una nueva revista sobre Museos y Colecciones de 2018, y los libros conmemorativos que se pueden consultar de manera gratuita, en la página web de la Sociedad.