CULTURA
La Complutense recupera “La Celestina”, una ópera inédita de Felipe Pedrell
Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Elena del Real (Teatro de la Zarzuela) - 15 sep 2022 11:43 CET
Los días 9 y 11 de septiembre, el Teatro de la Zarzuela ha estrenado, en versión concierto, la ópera La Celestina, que aunque estaba inédita en el escenario se conocía por su partitura y está considerada “la obra maestra de uno de los padres de la musicología española, Felipe Pedrell (1841-1922)”. La edición crítica la ha llevado a cabo el profesor del Departamento de Musicología, David Ferreiro Carballo, dentro de un proyecto financiado por el ministerio de Ciencia e Innovación, titulado “Correspondencias entre la música y la literatura en la Edad de Plata”, y cuya investigadora principal es Elena Torres Clemente. La recuperación de la ópera forma parte, a su vez, del proyecto MadMusic-CM, “Espacios, géneros y públicos de la música en Madrid, ss. XVII-XX”, financiado por la Comunidad de Madrid y el Fondo Social Europeo, liderado por el ICCMU (Instituto Complutense de Ciencias Musicales).
Explica David Ferreiro que en este caso concreto las fuentes han sido de fácil acceso, ya que existe el manuscrito, accesible y digitalizado, en la Biblioteca de Cataluña, así como una reducción para canto y piano que publicó el mismo Pedrell en 1902, un poco después de que se fuese a estrenar la ópera, que está disponible en la Biblioteca Nacional de España, donde también está el libreto digitalizado.
La edición consistió en primer lugar en afrontar la copia de una ópera larga, de unas 750 páginas, lo que se ha hecho conjuntamente con el ICCMU. A partir de esa copia, Ferreiro revisó todas y cada una de las notas y vio que todo tuviera sentido y no hubiera errores, para a partir de ahí “tomar decisiones editoriales, porque había partes confusas, algunas que había que adaptar o corregir porque no cuadraban a nivel dramático y musical”. El trabajo de un editor crítico, de acuerdo con él, consiste en “proponer una solución en base a criterios científicos, y dejarla siempre por escrito y bien explicada, para que quien tenga capacidad y quiera hacerlo pueda rebatirla o proponer otra”.
Asegura Ferreiro que gracias a su formación musical al ver la partitura puede no sólo entender el contenido, sino que incluso puede hacerse una imagen sonora de lo que está viendo. A eso se suma que se puede sentar al piano y tocarla, y ahora “gracias a los editores de partitura se puede crear una representación midi del sonido, que aunque no tiene la misma calidad permite ir escuchando cómo suena”.
Obra de madurez
La Celestina, de acuerdo con el musicólogo, sigue la práctica que desarrollaba Felipe Pedrell, un compositor “muy preocupado por crear un modelo de ópera nacional”. Esta ópera, en concreto forma parte de lo que él denominó Trilogía Ideal, que fue su proyecto operístico más importante. La primera de las obras de esa trilogía fue Los Pirineos, que ya fue estrenada hace unos años tras su recuperación por el ICCMU, mientras que La Celestina es la segunda y en ella “se puede ver un ahondamiento en los principios que él creía que debía ser la ópera nacional: basada en el drama lírico wagneriano, con elementos de la gran ópera francesa, con ciertas influencias del verismo y con la presencia constante de elementos folklóricos”. Recuerda Ferreiro que Pedrell publicó también el Cancionero musical popular español, prueba de que era un gran musicólogo y especialista en la música popular española, aparte de en la música de corte histórica.
La Celestina tenía previsto su estreno en el Liceo en el año 1902, pero nunca llegó a realizarse, así que se han tenido que esperar 120 años para poder escucharla completa, ya que “hasta ahora sólo se había podido escuchar un cuadro que grabó el maestro Ros Marbà y también hay noticias de que en 1921, Pau Casals, en un homenaje que se hizo a Pedrell, justo un año de su muerte, se hicieron algunos fragmentos de su obra”.
A pesar de que no se estrenó fue muy influyente en otros compositores como Isaac Albéniz, Manuel de Falla o Roberto Gerhard, y fue así porque “Pedrell se preocupó de publicar la reducción para canto y piano, y fue una partitura muy consultada, sobre todo por sus alumnos. De hecho, uno de ellos, Manuel de Falla, fue de los que más luchó para que se pudiera estrenar la ópera, pero no lo consiguió”.
Explica Ferreiro que hubo múltiples razones para que no se estrenara como “el comercio operístico, la viabilidad dramática y también cuestiones de enfrentamientos personales, que siempre han existido”.
Por fin en el teatro
Ferreiro ha ido a las dos funciones que se han hecho en el Teatro de la Zarzuela este mes de septiembre y asegura que “la ópera se ensayó en un corto periodo de tiempo, lo que no permite preparar una obra en condiciones de perfección absoluta, pero aun así el resultado fue muy bueno, la orquesta estuvo muy equilibrada y los cantantes también estuvieron fantásticos, sobre todo en la segunda representación, que siempre es mejor versión que la primera”.
Reconoce el complutense que el Teatro de la Zarzuela, y su director Daniel Bianco, están muy comprometidos con la recuperación del patrimonio musical español y “todos los años ponen en su programación algún título relevante de nuestro pasado, que parte de un proceso de recuperación previo”. Ferreiro reconoce que los riesgos económicos que suponen estas recuperaciones son importantes, y por eso normalmente lo que se hace son versiones en concierto y con pocas funciones, pero aun así “son interesantes para tratar de ir redescubriendo nuestro repertorio, y poder ver si funcionaría en el futuro con una representación escénica con más calado, con más presupuesto”.
La Celestina ha sido grabada por Radio Nacional, ya que se emitió en un falso directo desde el Teatro de la Zarzuela, así que “ahora se podrá recuperar y escuchar más veces, al menos para que no se vuelva a meter en un cajón otros 120 años”. De todos modos, el hecho de que ya haya sonado en un teatro abre la puerta a que se reponga en cualquier momento y en cualquier lugar donde el programador lo estime oportuno.
Concluye Ferreiro informando de que la tercera ópera de la trilogía de Pedrell, El comte Arnau, sería interesante de recuperar, pero “un proyecto de esas características no se inicia si no hay un compromiso real por parte de un teatro de programarla, porque la recuperación de una obra es una inversión de tiempo, de esfuerzo y de recursos humanos muy potente”.