Foto de grupo de los asistentes a las jornadas del Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España, celebradas en Santiago de Compostela

Los colegios mayores se reivindican y piden que solo puedan serlo instituciones sin ánimo de lucro

Fotografía: Jesús de Miguel y Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España - 9 feb 2022 13:58 CET

Ciento veinticinco colegios mayores y las veinticuatro universidades a las que pertenecen o están adscritos -tras la celebración de las XLIII Jornadas Anuales del Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España, celebradas del 3 al 5 de febrero, en la Universidad de Santiago de Compostela- han firmado una Declaración en la que recuerdan qué es un colegio mayor, su condición de institución universitaria y las funciones que cumplen tanto en la universidad como en la sociedad.

 

Juan Muñoz Martín, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, director del Colegio Mayor Chaminade, adscrito a la UCM, y actual presidente del Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España, destaca la transcendencia de la Declaración de Santiago de Compostela como un paso más para lograr que se legisle la necesidad de que los colegios mayores solo puedan ser promovidos y dirigidos por instituciones sin ánimo de lucro.

 

- Llama la atención que la Declaración comience definiendo qué es un colegio mayor. ¿Tan desconocidos consideran los propios colegios que son?

- Así es. Lamentablemente, los colegios mayores son bastante desconocidos y lo que estamos es una serie de gente tratando de que esto cambie y recuperar cierto espacio que quizá en los últimos años se ha ido perdiendo. Hay que recordar que el origen de los colegios es el origen de las propias universidades. La Complutense y la de Alcalá nacen en el Colegio Mayor de Asan Ildefonso; lo mismo le pasa a las de Santiago de Compostela, Valladolid, Salamanca… En todas nació primero el Colegio Mayor y luego la Universidad, eso la gente no lo sabe. Tampoco sabe que los colegios mayores, a diferencia de las residencias, son instituciones universitarias reconocidas así por la ley. Los 140 o 150 colegios mayores que hay en España [125 están integradas en el Consejo de Colegios Universitarios de España] estamos reconocidos por una orden ministerial. Para ello hemos tenido que presentar, junto a un proyecto dotacional y otro de dotación de personal, un proyecto formativo. Somos instituciones universitarias que tenemos proyectos de formación muy potentes, complementarios a lo que los estudiantes reciben en las aulas. En los colegios tenemos gente de todas las titulaciones y tratamos de que se interese por otro tipo de cosas, que toque un instrumento, que le interese el mundo de la política, el mundo de la ciencia, del arte… Lo que el colegio hace es promover toda esa serie de actividades y toda una serie de valores, que tienen que ver con valores cívicos universitarios, que la gente aprenda a vivir junta, a solucionar sus conflictos junta, a tomar las decisiones democráticamente, y también, claro, a divertirse y pasarlo bien. Esa es la idea y eso es lo que hacemos. Los colegios lo que pretenden es que la gente además de ir a clase, cursar unas asignaturas, aprobar unos exámenes y obtener finalmente un título, tenga la posibilidad de tener una vida universitaria más potente y más completa. Eso se puede hacer por muchos caminos, pero uno de ellos es en un colegio mayor, viviendo juntos.

 

- Sin embargo, y aún a riesgo de generalizar, no cree que los colegios tienen que quitarse de encima algunas supuestas tradiciones, como las novatadas, que ensucian la visión social que existe sobre ellos.

- Sin duda. Hay una tradición muchas veces vinculada a cosas negativas. La gente cuando escucha “colegio mayor” piensa en chavales haciendo gamberradas y a veces novatadas. Es así y esa es una parte nuestra, que por suerte cada vez es menor porque la hemos combatido. En el Chaminade, por ejemplo, no hay novatadas y no las ha habido desde hace cerca de 40 años porque la propia asamblea colegial- somos un colegio asambleario, muy democrático- las abolió. Insisto, frente a esto, creo que es importante contar lo que hacemos, que se sepa que en un colegio como el Chaminade, en un año de pandemia, ha habido 80 o 90 actividades, con la participación de científicos, políticos, artistas… Se han impartido cursos de formación, se han organizado torneos deportivos…

 

- ¿Volviendo a la Declaración, por qué os veis justo ahora en esa necesidad de reivindicaros?

- La universidad ha ido cambiando mucho. Nosotros históricamente recibíamos gente que estaba en el colegio 5, 6 o 7 años. Eso ha cambiado por muchas circunstancias. La movilidad geográfica es mucho más grande, la gente se va a de erasmus el segundo o tercer año. También hay una pérdida de relevancia de los centros culturales. Lo de vivir juntos, tampoco está tan claro… La gente es más individualista… Y luego, además, han ido surgiendo otro tipo de operadores, residencias, que lo que hacen es dedicarse al puro alojamiento, y que no tiene absolutamente nada que ver con lo que nosotros pretendemos hacer. Es verdad que aquí los alumnos viven, pero nuestro fin no es hotelero o de alojamiento, sino absolutamente formativo, de formación integral. La aparición de esas residencias, que muchas veces están vinculadas a grandes fondos de inversión, que tienen intereses económicos y que no tienen nada que ver con el mundo de la universidad, sino del ladrillo, del inmobiliario, hace que se distorsione aún más el mensaje. La gente ya no distingue bien lo que es un colegio mayor de una residencia. Por todo esto, los colegios estamos tratando de recuperar todo ese espacio perdido y que se reconozca la relevancia que tenemos.

 

- ¿Cuál diría que es la principal diferencia entre una residencia universitaria y un colegio mayor?

- La gran diferencia, que es muy importante, es que los colegios somos instituciones sin ánimo de lucro. Hace 40, 50, 60 años, decidieron venir a los campus a intentar apoyar a la universidad, casi siempre pública, en su labor formativa. Estos operadores, en cambio, vienen a otra cosa: a montar un hotel, que puede ser muy bonito, pero una cosa es un hotel para universitarios y otra una institución universitaria. A nosotros nos nombra el rector. En el caso de los adscritos, la institución que hay tras cada colegio propone el director, pero el nombramiento es del rector de la universidad al que el colegio está adscrito. Nos parece importante que se distinga muy bien lo que es un hotel para estudiantes y lo que es una institución universitaria. Ahí estamos haciendo un trabajo de relación institucional para conseguir que la ley nos ampare correctamente, que se reconozca claramente nuestro papel. Y de ahí, la propia Declaración, que lo que hemos pedido es a los rectores donde hay colegios mayores universitarios que hagan una declaración en favor de sus colegios para poder utilizar esto para conseguir esa legislación que nos ampare.

 

- ¿Tenéis una hoja de ruta hasta conseguir que se promulgue esa legislación?

- Hay tres hitos recientes importantes. Hemos firmado hace menos de un año un acuerdo con la CRUE, la Conferencia de Rectores de la Universidades Españolas, en el que se reconoce el papel de los colegios y, además, hemos firmado un convenio de colaboración en actividades conjuntas. En segundo lugar, hemos conseguido una moción en el Senado por unanimidad -lo que en esta legislatura solo se ha producido en dos ocasiones-, en la que hemos pedido al Gobierno que se reconozca la figura de los colegios mayores y que por ley se regule que solamente puedan ser gestionados y promovidos por instituciones sin ánimo de lucro. También en el anteproyecto de ley de la LOSU aparecemos recogidos y reconocido que los colegios mayores solo pueden ser instituciones sin ánimo de lucro. Y, por último, el hito que hemos conseguido es que todos los colegios y todas las universidades donde están firmen esta Declaración de Santiago.

 

- ¿Por qué esta condición imprescindible de ser instituciones sin ánimo de lucro?

- Porque queremos seguir haciendo lo que hemos hecho toda la vida, que es en definitiva ayudar a la universidad a complementar la formación de sus estudiantes. Nosotros estamos al servicio de la universidad y, por tanto, al servicio de la sociedad; No tenemos ánimo de lucro. El dinero que ganamos lo reinvertimos en los edificios o en becas. Además, cumplimos una función social potente: permitimos que mucha gente pueda estudiar en universidades más grandes que las que están más cerca de sus localidades, y nos gastamos una cantidad de dinero importante en becas para que eso sea posible.

 

Declaración de Santiago de Compostela

Los días 3, 4 y 5 de febrero de este año Xacobeo de 2022, el Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España celebra sus XLIII Jornadas anuales en la Universidad de Santiago de Compostela. El Colegio de Fonseca, edificio rectoral de dicha Universidad, es testigo del trabajo de los directores, miembros de equipos de dirección y colegiales que debaten en torno al lema “Metatendencias, Universidad y Colegios Mayores: una ruta para 2050”. La Universidad moderna en Europa, y especialmente en España, está íntimamente ligada a los Colegios Mayores Universitarios.

En ellas, esperamos servir de laboratorio de ideas y reflexionar sobre las transformaciones que las entidades de educación superior deberemos afrontar en los próximos años, y que están condicionadas por los profundos cambios demográficos, sociales, tecnológicos y económicos que viviremos en los próximos años.

En este marco, los Colegios Mayores Universitarios deseamos poner en valor nuestra misión y propósito en la Universidad del siglo XXI. Para ello contamos con el respaldo de las Universidades, representadas por sus Rectores y Vicerrectores, que se suman a esta Declaración.

Los Colegios Mayores Universitarios en el siglo XXI

I. De lo que es un Colegio Mayor

Los Colegios Mayores son instituciones universitarias que proporcionan un espacio de convivencia a los estudiantes y promueven la formación académica, cultural, científica, deportiva, humana y social de los colegiales, favoreciendo su movilidad nacional e internacional promoviendo valores ciudadanos y principios de libertad, participación, igualdad, solidaridad, responsabilidad, tolerancia y respeto de los principios democráticos. Los Colegios Mayores deben crear un ambiente adecuado que favorezca el estudio y la formación, estimule y fomente la participación y corresponsabilidad de los colegiales en el funcionamiento del Colegio Mayor.

 

II. De la importancia de los Colegios Mayores en la Universidad

En los Colegios Mayores conviven grupos de jóvenes que libremente han decidido vivir juntos para aprender en comunidad y que consideran que su desarrollo personal e intelectual no se reduce a ir a clase, realizar exámenes y finalmente obtener un título. A los Colegios Mayores les corresponde no sólo crear las condiciones idóneas para que los colegiales cursen adecuadamente sus estudios, sino también reforzar la formación específica que reciben en las aulas con otra de carácter complementario y del más alto nivel. Además, tienen el firme compromiso de fomentar entre sus colegiales el desarrollo de un espíritu universitario y académico, imbuido de talante crítico y de respeto, y para ello han de prestar particular atención al establecimiento de un adecuado clima de convivencia, a la promoción de los valores cívicos y éticos y al desarrollo de sus inquietudes sociales, culturales, científicas, deportivas y artísticas.

 

III. Los Colegios Mayores y la sociedad

Los Colegios Mayores tienen una dimensión y una responsabilidad sociales que son consustanciales a la Universidad. Los Colegios Mayores Universitarios contribuyen a la formación y la educación de ciudadanos que están llamados a participar activamente en el desarrollo socioeconómico, político y cultural de su país. Para tal fin, los Colegios Mayores tienen encomendada la misión de afianzar el talante cívico de sus colegiales, fomentar su compromiso con la sociedad e imbuirles de una actitud abierta y constructiva ante los grandes desafíos que habrán de afrontar en el futuro para poder contribuir al desarrollo económico, social y cultural de nuestro país en los próximos años, fomentar una ciudadanía responsable y contribuir a la igualdad de oportunidades y a la movilidad social.

 

Se adhieren a la Declaración las universidades: Autónoma de Madrid, Barcelona, Cádiz, Carlos III de Madrid, CEU San Pablo, Complutense de Madrid, Córdoba, Deusto, Francisco de Vitoria, Granada, Jaén, León, Mondragón, Navarra, Oviedo, País Vasco, Politécnica de Madrid, Comillas, Salamanca, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza