INTERNACIONAL
Políticas y la Cátedra Extraordinaria en Estudios Turcos celebran el vigésimo aniversario de la Alianza de Civilizaciones
Texto: Alberto Martín, Fotografía: Jesús de Miguel - 20 nov 2025 13:22 CET
La Facultad de Ciencias Políticas y Sociología y la Cátedra Extraordinaria en Estudios Turcos de la UCM han celebrado este 19 de noviembre el vigésimo aniversario de la constitución en la ONU de la denominada Alianza de Civilizaciones, a propuesta del gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero, y secundada por el gobierno de Turquía que presidía entonces Ahmet Necdet Sezer. El acto, titulado "La academia al servicio de la paz", contó con la presencia del entonces ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, quien desde hace siete años es el alto representante de ONU para la Alianza de Civilizaciones (UNAOC). Dos décadas después el objetivo sigue siendo el mismo: la búsqueda de la paz a través del entendimiento y el respeto mutuo.
La Alianza de Civilizaciones, como recordó Moratinos, nació en un contexto mundial complicado. Occidente entra en el siglo XXI en un estado de “felicidad plena”. Todos los problemas del mundo se iban a resolver: la pobreza, la desigualdad… "Pero aquello incluía una occidentalización cultural mundial". Los atentados del 11-S muestran que esa felicidad no era global y que el “Choque de civilizaciones”, que había advertido en 1996 en su libro Samuel Huntington, era real. La respuesta de Estados Unidos a los atentados y, en especial, la guerra de Irak fue, a juicio de Moratinos, un “gran error estratégico que desató la caja de pandora”. Los meses y años siguientes el terror llega a Madrid, Londres, Indonesia, Bali… En marzo de 2004, tras los atentados de Madrid, en España se produce un vuelvo electoral que lleva a José Luis Rodríguez Zapatero a la Moncloa y a Moratinos al Ministerio de Asuntos Exteriores. Juntos, según relata el ex ministro, urden una propuesta que presentarán en Naciones Unidas un año después, cuyo objetivo en lugar de la palabra más utilizada entonces, la seguridad, es la paz. La Alianza de Civilizaciones propone un entendimiento entre Occidente y el Islam, que deje al margen a quienes optan por la violencia y el terrorismo.
La embajadora de Turquía en España, Nüket Küçükel Ezberci, también presente en el acto, destacó como su país se sumó a la iniciativa española antes que nadie, convirtiéndose también en su promotora. Lo hizo porque la propuesta condenaba la xenofobia, la islamofobia y el extremismo, y porque la alianza de dos países tan diferentes en su cultura y religión, como Turquía y España -como también resaltó la codirectora de la Cátedra Extraodinaria en Estudios Turcos, Leticia Dorsch-, suponía el mejor ejemplo de que esta era posible. Hoy, 20 años después, de acuerdo con la embajadora, “vivimos en un mundo en el que los conflictos siguen dominando los titulares y, por ello, la Alianza de Civilizaciones, es más importante que nunca”. Turquía, según afirmó, sigue comprometida con esta estrategia que busca “el diálogo, la asociación y la esperanza”.
La decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Esther del Campo, recordó que la Alianza de Civilizaciones nació con tres objetivos principales: la cooperación antiterrorista, corregir desigualdades económicas que frenaran los exilios “forzosos” y el diálogo cultural, “imprescindible para entender el mundo”. Dos décadas después la Alianza de Civilizaciones sigue viva, aunque como señaló la decana, habría que meditar si tiene el mismo apoyo de los países, sobre todo occidentales, que entonces. Para Miguel Ángel Moratinos, la respuesta es negativa: Occidente no apoya todo lo que debería UNAOC. "¡Somos occidentales, sabemos todo...!". En cambio, sí siente al aliento de los países de África, América Latina y, en especial, de China, donde ya se habla sin rodeos de apostar por “una civilización global”.
El motor esencial de UNAOC sigue siendo la búsqueda de la paz a través del diálogo y el entendimiento, pero “es una propuesta que hoy en día tiene, sobre todo en Occidente, una acogida relativa: la paz no vende, la guerra sí, y con cifras con muchos ceros”, afirmó Moratinos, quien, no obstante, está convencido de que las propuestas de la Alianza de Civilizaciones terminarán por imponerse. “El mundo que se está construyendo es complejo, difícil, pero merece la pena irlo construyendo desde el diálogo para hacer un mundo, si no ideal, sí mejor. Es tarea de las nuevas generaciones conseguir salvar tanto al planeta como a la humanidad”, concluyó el alto representante para UNAOC.
