Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 9 dic 2024 09:22 CET

Alejandro Rescia explica que la mejora de la conectividad puede fomentar una “continuidad de los procesos que se dan en la zona, sobre todo transporte de semillas, conexión con la fauna, y luego, de alguna manera, intentar aumentar la diversidad, ya que también se están poniendo nuevas plantas y nuevas especies. Aunque esto último es complementario, ya que lo que interesa verdaderamente es que estas islas generen conectividad”.

Los responsables de la Unidad de Medio Ambiente han realizado un estudio de todo el campus, buscando indicadores de cuáles son las zonas que tienen más cruces y, por tanto, más posibilidades de conexión. De ese análisis, de acuerdo con Rescia, salieron siete nodos que es donde se han colocado las islas, entre tres o cuatro por nodo. Estas zonas están divididas por tamaños, de 20x20 y de 10x10, y hay dos demostrativas, en las que se van a poner paneles explicando el proyecto. Una de estas islas con paneles será la ubicada junto a la Facultad de Geografía e Historia donde trabajaron los voluntarios este 5 de diciembre.

A estas alturas de año ya se han montado las 26 islas del proyecto Corredores Verdes Urbanos y se está enriqueciendo la biodiversidad del entorno con plantas sobrantes de las que se han colocado en las islas. Rescia reconoce que se calculó una mortandad más elevada de la que ha sido finalmente, y de ahí han salido ese remanente de plantas que se están colocando junto a las islas.

Para analizar el resultado del Corredor Verde de la UCM, desde el vicerrectorado están en contacto con varios grupos de investigación, como el Grupo de Seguimiento de la Biodiversidad, “que llevan trabajando desde hace mucho en el campus, y ya han muestreado mariposas y aves, y harán un análisis para mostrar si el proyecto indica alguna mejoría”. También se va a contar con el Grupo de Restauración Ecológica, especializados en el “estudio de los suelos y de los intercambios de carbono en dichos suelos”.

Rescia confía en que las plantaciones funcionen, ya que las islas demostrativas se han puesto en zonas que ya tenían riego previo y además porque “las plantas que se están poniendo son autóctonas, y están todas adaptadas, de alguna manera, al clima mediterráneo, así que la probabilidad de éxito es buena”. Al ser un proyecto de renaturalización se incluye también la sustitución de las plantas en caso de que haya mortandad entre las mismas.

Entre los voluntarios se encuentra Eva Infante, vocal de Sostenibilidad y Campañas en Equipo Europa, una asociación juvenil y apartidista que nació en 2019 para incentivar la participación de la juventud y la sociedad española en las elecciones del Parlamento Europeo. Ella misma cuenta que a partir de aquello se constituyeron como asociación y actualmente cuentan ya con unos 5.500 socios y socias en toda España. Dentro de Equipo Europa “hay una línea muy fuerte de sostenibilidad, en la que se encuadra la iniciativa Un Árbol por Europa, que nace a raíz de un tuit del presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, en el que insta a todos los alcaldes y alcaldesas de la Unión Europea a plantar un árbol en sus municipios”.

A través de esta iniciativa, Equipo Europa ha plantado ya unos 55.000 árboles en unos 800 municipios y en una veintena de centros educativos y universidades. En la UCM, donde la propia Eva Infante cursa un máster de Antropología, ya han plantado 110. De todos modos, Alejandro Rescia asegura que la participación de esta asociación se va a incrementar en 2025, cuando el proyecto llegue también a Somosaguas y al Arroyo de las Damas.