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El paraninfo de San Bernardo ha acogido la presentación de " Cuadernos de Estrategia 217. La amenaza biológica"

La Complutense coordina el cuaderno de estrategia del Ministerio de Defensa sobre la amenaza biológica

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Francisco Rivas - 20 oct 2023 10:27 CET

El paraninfo de San Bernardo ha acogido, el 19 de octubre, la presentación de Cuadernos de Estrategia 217. La amenaza biológica, editado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos y publicado por el servicio de publicaciones del Ministerio de Defensa. El libro ha contado con la coordinación de un grupo complutense, encabezado por el propio rector Joaquín Goyache y Domingo Marquina Díaz, vicedecano de Estudiantes, Prácticas Externas y Movilidad de la Facultad de Ciencias Biológicas. El volumen, elaborado por expertos, tanto del mundo académico como del militar, quiere convertirse en una referencia, “en una fuente fiable de conocimiento, tanto para especialistas como para la sociedad en general y para los medios de comunicación”.

 

Domingo Marquina Díaz explica que fue hace una década cuando contactaron con él del Instituto Español de Estudios Estratégicos, y de aquel contacto surgió el seminario, que él mismo coordina, sobre prevención y defensa frente al uso de agentes biológicos como armas de destrucción masiva. Ahora, los mayores expertos, que han pasado por ese seminario, son los que han plasmado su conocimiento en este Cuaderno de Estrategia.

 

José Ignacio Castro Torre, coordinador del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN) y miembro de la cátedra Almirante Juan de Borbón, considera que Marquina Díaz ha puesto el alma del Cuaderno de Estrategia, el rector Goyache ha sido el cerebro, el corazón le ha correspondido a María del Mar Hidalgo García, y el músculo han sido todos los que han colaborado en la redacción de los capítulos.

 

Castro Torre ha coincidido con Francisco José Dacoba Cerviño, director general del Instituto Español de Estudios Estratégicos, en señalar que ahora vivimos en un escenario geopolítico lleno de incertidumbres que se solapan, pero no se resuelven. Un ejemplo de ello son los muchos acontecimientos de los últimos meses, como la invasión de Ucrania por parte de Rusia, los golpes de Estado en un buen número de países del Sahel, los muertos por el terremoto de Afganistán o el nuevo conflicto entre Israel y Palestina.

 

Dacoba Cerviño ha recordado que, entre los dieciséis riesgos de amenaza existentes, uno de ellos es la amenaza biológica, que aumenta en un mundo globalizado, como se ha demostrado con la expansión del SARS-Cov2. Castro Torre reconoce que con respecto a la amenaza biológica y a su posible uso por terroristas no hay buenas noticias, sobre todo porque hay escenarios muy complejos que se mueven en una zona gris, donde no están claros ni siquiera los conceptos de guerra y paz.

 

A eso hay que sumarle la posibilidad de modificar genéticamente los agentes biológicos naturales y el uso de tecnologías que podrían expandirlos de manera masiva. Entre los posibles autores de ataques estarían “apocalípticos o integristas religiosos” que han visto, gracias a la pandemia de la COVID19, que el orden mundial se puede trastocar de manera muy rápida con un agente biológico.

 

Y ya que el riesgo existe, hay que estar preparado para hacerle frente y para ello nada mejor que la publicación de un Cuaderno de Estrategia sobre el tema. Dacoba Cerviño reconoce que el éxito de un libro como este radica en tratar un tema de interés, pero también en contar con los autores adecuados.

 

María del Mar Hidalgo García, analista principal del CESEDEN y miembro también del Instituto Español de Estudios Estratégicos, añade que una amenaza biológica no respeta fronteras y afecta a toda la sociedad, de ahí que haya sido tan importante haber reunido a una serie de autores que unifiquen la visión de los científicos con la de los académicos y los militares. Es cierto, como informa Hidalgo García, que existe una Convención para la Prohibición de las Armas Biológicas, pero incluso su futuro es incierto en un mundo tan complejo geopolíticamente.

 

Otra de las autoras del libro, Carmen Ariñe Fernández, ha aportado la perspectiva de la inteligencia sanitaria, que buscaría anticiparse a partir de datos, “con la intención de reducir la incertidumbre en un contexto tan cambiante”. Coincide con el resto de los autores en que, en estos tiempos, la información es lo más importante, sobre todo si proviene de “una inteligencia robusta”.

 

En la misma línea se ha expresado Alberto Cique Moya, aunque con una perspectiva veterinaria, teniendo en cuenta que las armas biológicas se pueden dirigir no sólo a las personas sino también a todo el sector primario agropecuario, “especialmente porque las fronteras están difuminadas en el seno de la zona gris”.

 

Alejandro González Fernández ha centrado su capítulo del libro en la preocupante desinformación, que cada vez es más barata, y que afecta a la vulnerabilidad, tanto social como psicológica. Frente a ello, en el libro apuesta por una alfabetización mediática, así como a la comunicación preventiva entre expertos y la puesta en marcha de mecanismos de respuesta que permitan llegar de manera mejor, más rápida y eficaz a los ciudadanos. Coincide el rector Joaquín Goyache con González Fernández al afirmar que “la mentira siempre está luchando por hacerse un hueco en el mundo”.

 

Como asegura el propio Goyache en la introducción del libro, “el éxito solo se logra anticipándose a las circunstancias futuras y desarrollando mecanismos de respuesta que en el futuro puedan aplicarse para evitar desviarnos del camino”.