UNA EUROPA

Álvaro Martínez del Pozo delante de la tabla periódica real que da la bienvenida a la Facultad de Químicas

UNANO, el proyecto de Una Europa que convierte moléculas en nanorobots que luchan contra enfermedades

Texto: Cristina Saura - 25 jul 2023 11:59 CET

Hace unas semanas, la prestigiosa publicación Nature Bioengineering se hacía eco de UNANO, un proyecto internacional de investigación conjunta que comenzó su andadura en 2022, y del que forman parte ocho Universidades de la alianza Una Europa. Una de ellas es la Complutense, y el profesor de la Facultad de Químicas Álvaro Martínez del Pozo nos ha ayudado a entender mejor los objetivos y el alcance de esta colaboración científica.

 

El consorcio UNANO lo forman equipos de investigadores especializados en distintas técnicas y líneas de investigación. Juntos, trabajan para transformar determinadas moléculas en biomáquinas microscópicas que, introducidas en el cuerpo humano, pueden liberar medicación o instrucciones en forma de ADN para que otras células puedan ejecutar diversas acciones o reaccionar para derrotar enfermedades tan graves como el cáncer. “Suena a ciencia ficción y, sin embargo, los avances en este campo de los nanorobots (que en Medicina se traduce como inmunoterapia y medicación inteligente) llevan años dando resultados impresionantes y cada vez más esperanzadores”, nos cuenta el profesor Martínez del Pozo.

 

 

UNANO comenzó llamándose SMART Project (Smart bionano Materials and Robotic Technologies) y tomó forma de colaboración internacional y multidisciplinar a partir de una convocatoria de Seed Funding de la alianza Una Europa. Su objetivo: reunir a académicos y científicos de toda Europa, trascender las barreras disciplinarias para potenciar el impacto de la investigación y explorar nuevas aplicaciones de la bionanotecnología combinando investigación básica y aplicada. Como señalan los autores del mencionado artículo, “El proyecto UNANO abraza la filosofía central de Una Europa de compartir conocimiento a través de las fronteras nacionales y disciplinarias”.

 

“A nuestro grupo de investigación – Estructura y Función en Proteínas, ESFUNPROT, integrado en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular- nos contactó directamente el profesor de la Uniwersytet Jagielloński w Krakowie Johnathan Heddle, quien tomó la iniciativa para organizar este proyecto y fue buscando en distintas universidades a las personas y departamentos adecuados para poder colaborar en la investigación. Le dijimos que contase con nosotros en cuanto leímos el guión”, asegura Martínez del Pozo, experto en proteínas tóxicas y virales e investigador principal en ESFUNPROT. “Este es un proyecto con una planificación y unos objetivos espectaculares. Heddle es un investigador poco común, de esos que están en la brecha, abriendo camino. Colaborar con él es muy satisfactorio”.

 

Heddle convocó a una primera reunión en Berlín a equipos de ocho universidades (Universidad de Bolonia (Italia), Universidad Complutense de Madrid (España), Universidad Libre de Berlín (Alemania), Universidad de Edimburgo (Reino Unido), Universidad de Helsinki (Finlandia), Universidad Jaguelónica (Polonia), Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y Universidad de Leiden (Países Bajos). Allí organizaron el reparto de tareas y terminaron de definir los objetivos de su colaboración científica.

 

“Un virus lleva una carga en su interior y, normalmente, está rodeado de proteínas que le ayudan a reconocer su objetivo o -como lo llamamos nosotros- diana e infectarlo, normalmente liberando un ácido nucleico. Este equipo internacional está construyendo virus artificiales, con el objetivo de poder programarlos para que lleguen al lugar adecuado y una vez allí liberen aquello que se les haya introducido como carga: puede ser un veneno que mata células cancerosas, una droga que reactiva o reprograma a células que no estén funcionando bien, un gen… las posibilidades son enormes. Por eso hablamos de partículas smart, inteligentes”, expone el profesor Martínez del Pozo. “Nuestro grupo de investigación está especializado en producir, purificar y modificar proteínas, y en eso se centra nuestra contribución a este consorcio: producimos proteínas que formarían parte de esos nano-robots, bien como carga tóxica (pues trabajamos con proteínas tóxicas también), bien formando las propias cajas, o bien en la superficie de reconocimiento. En ESFUNPROT hay compañeros muy expertos, como el profesor Javier Lacadena, que llevan años trabajando en la producción de inmunotoxinas con resultados de curación de tumores en ratones bastante prometedores”.

 

Con una larga carrera investigadora tras de sí, el profesor Martínez del Pozo tenía experiencia previa en colaboraciones internacionales, sobre todo a raíz de una larguísima relación profesional con investigadores de la Universidad finlandesa de Turku: “Facilita un enriquecimiento personal y profesional constante, te permite crear valiosas redes de contacto que quedan ahí para siempre”, afirma. “La experiencia de participar en una convocatoria de seed funding de Una Europa ha sido muy satisfactoria, incluso a pesar de que la dotación es modesta, y aunque nuestro trabajo para el consorcio no ha salido a la primera como esperábamos, ya que nos estamos encontrando dificultades para las que seguimos buscando solución. Prueba de ello es que nuestra colaboración continúa, una vez utilizados los fondos y realizadas las acciones contempladas en el programa de trabajo”. 

 

La alianza Una Europa tiene previsto lanzar su próxima ronda de Fondos Semilla a finales de septiembre. Para no perderte esta y otras oportunidades, puedes seguir todas sus noticias en Twitter, Instagram o LinkedIn, o suscribirte a su Newsletter mensual.

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