INVESTIGACIÓN
Físicas, uno de los pilares del nodo español de la organización internacional EPOS
Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 20 dic 2023 12:23 CET
España ha sido incluida este año 2023 como país miembro en EPOS (European Plate Observing System), la única infraestructura europea de investigación multidisciplinar y global en materia de ciencias de la tierra sólida. Los coordinadores del nodo español, Ramón Carbonell y Adelina Geyer, del CSIC, han acudido a la Facultad de Físicas de la Universidad Complutense para presentar la inclusión de nuestro país. En el nodo hispánico dos de los núcleos de trabajo van a estar coordinados por los profesores Diana Núñez Escribano, del Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica, y José Fernández Torres, del Instituto de Geociencias (IGEO) CSIC-UCM.
Diana Núñez Escribano informa de que EPOS nació en Europa en 1997 e integra varios cientos de observatorios nacionales para la observación y medición de la estructura interna y dinámica del planeta, y en particular en Europa, los cuales están distribuidos en 25 países europeos. De acuerdo con la profesora complutense, “EPOS es la única red de infraestructuras científicas a nivel europeo, relacionadas con las ciencias de la tierra sólida”.
La idea de EPOS es "poner datos multidisciplinares al alcance de toda la comunidad investigadora, fomentando la ciencia en abierto". Para poder formar un nodo hay que aportar una cuota económica que en esta primera ocasión, y para los próximos cinco años, han abonado entre el CSIC, el Instituto Geográfico Nacional, y las universidades de Granada, Alicante, Salamanca y Barcelona.
Al documento de actuación de EPOS España se han sumado otras instituciones como el Ministerio de Ciencia e Innovación, la Universidad Politécnica de Madrid y Valencia, el Observatorio del Ebro y la Universidad Complutense de Madrid. Considera Núñez Escribano que para la renovación sería bueno que la UCM contribuyese económicamente, para formar parte también del grupo que toma las decisiones.
Participación de nuestra universidad
El nodo español se divide en estos momentos en diez núcleos científicos de trabajo: sismología, observatorios próximos a fallas, datos y productos GNSS, observaciones en volcanes, laboratorios multiescala, datos de satélite, observaciones geomagnéticas, peligros antropogénicos, información y modelado geológico y tsunamis. De todos ellos, la profesora Diana Nuñez Escribano se encarga del núcleo de peligros antropogénicos, mientras que José Fernández Torres, del Instituto de Geociencias (IGEO) CSIC-UCM, es el responsable de los datos de satélite. Reconoce la profesora de Físicas que antes de oficializarse la entrada de España en EPOS, los representantes de la Complutense en esa institución fueron Elisa Bufforn y Maurizio Mattesini, ambos también del Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica.
Nuñez Escribano explica que los peligros antropogénicos, relacionados con las ciencias de la tierra, se centran, sobre todo, en la sismicidad inducida que puede generar el ser humano por el hecho de su actividad. Algunos ejemplos pueden ser "la construcción de presas, porque allí donde antes no estaban construidas, lo que hacen es acumular esfuerzos que antes no existían y eso puede generar pequeños terremotos"; la actividad minera y las explosiones que se provocan para extraer los minerales, lo que puede generar ciertos daños en estructuras cercanas; las explotaciones que extraen aguas subterráneas y de acuíferos cercanos a una falla; el fracking, o la actividad geotérmica a gran escala, porque en esta última “uno de los métodos consiste en inyectar agua en regiones con mayor gradiente térmico, generando vapor que mueve una serie de turbinas para generar electricidad, y esa inyección también puede generar terremotos de poca magnitud, pequeños al menos en nuestro país”.
El núcleo de peligros antropogénicos es de reciente creación dentro de EPOS y empezará a desarrollarse ahora, creando un grupo de científicos de toda España que trabajan, o han trabajado, en ese campo y que tienen información y datos de proyectos realizados. La primera reunión del grupo de este núcleo será en la Complutense, en un formato híbrido, el mes de enero de 2024, y a partir de ahí se verá cómo se puede compartir la información de la mejor manera posible.
Explica Núñez Escribano que “se puede participar en EPOS aportando datos, servicios o incluso proporcionando un mapa, porque todo suma, o se puede simplemente recibir esos datos, que, al estar en abierto, se pueden usar para hacer tesis, TFG o TFM. De hecho, se está fomentando mucho desde EPOS Europa ese tipo de acceso a información para promover las investigaciones”.
Una de las grandes ventajas, más allá del acceso a datos y de acuerdo con la profesora de la UCM, es la “posibilidad de solicitar proyectos europeos a través de EPOS, que es una vía diferente a la que tiene que seguir un investigador por su cuenta. El solicitarlos con un respaldo de otras instituciones puede facilitar el acceso a esos recursos, que son fundamentales para la ciencia”.