INVESTIGACIÓN
Profesores de Geológicas culminan Life Ribermine, proyecto de recuperación sostenible de espacios mineros abandonados
Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 19 abr 2024 12:09 CET
“Hemos utilizado técnicas que permiten desarrollar explotaciones mineras en Europa o en cualquier lugar del mundo con un impacto mínimo, incluso integrándolas totalmente en el paisaje, generando nuevos ecosistemas, así que, en el momento actual, en el que hacen falta materias primas, y se busca una dependencia lo menor posible de otros mercados externos, tenemos las soluciones”. Este es el mensaje que quiere dejar claro el catedrático José Francisco Martin Duque, coordinador del grupo de Restauración Geomorfológica que participa junto con el grupo de Drenaje Ácido de Minas en el proyecto Life Ribermine, que se ha desarrollado en minas de caolín, de Peñalén (Guadalajara), y en unas minas de pirita, en Lousal (Portugal).
Informa el profesor José Francisco Martín Duque de que “el programa LIFE es el único instrumento financiero de la Unión Europea dedicado, de forma exclusiva, al medio ambiente y a la acción por el clima. Desde 1992, se han aprobado más de 900 proyectos LIFE en España (5.400 en toda la UE), con un presupuesto total de 1.555 millones de euros”.
Explica el catedrático complutense que en estos momentos, en la industria, son fundamentales metales como el litio, el cobalto o el cobre, pero "nadie en Europa quiere minas, porque las minas tienen un legado negativo que se han ganado un poco a pulso, pero ahora hay que cambiar las mentalidades para explicar que se pueden abrir minas, haciéndolo bien desde el principio, conservando y restaurando los ecosistemas, y evitando la contaminación de las aguas".
De hecho, el proyecto Ribermine se aprobó, dentro de Life, en la mejora de la calidad de aguas, y es así porque el “principal impacto de la minería es sobre las aguas, no es sobre el paisaje, porque una mina puede ser fea a la vista, pero eso en sí no es letal, mientras que el veneno que sale de las minas metálicas sí puede llegar a matar, así que el tema de la reducción, de la eliminación del impacto sobre las aguas ha sido la clave de Ribermine”. El proyecto se ha llevado a cabo, desde 2019, en los cursos fluviales situados aguas debajo de las dos minas mencionadas, ya que “al erosionarse, si no están bien restauradas, emiten sedimentos hacia las redes fluviales, contaminándolas desde un punto de vista físico y químico”.
Con un presupuesto total de 2.941.280 €, Life Ribermine, “más allá de conseguir beneficios ecológicos locales, ha logrado transferir esas soluciones, durante la vida del propio proyecto, a múltiples escenarios nacionales e internacionales, siendo este su mayor logro”. Explica el catedrático complutense que la mayor parte del presupuesto se destinó a la ejecución material de restauraciones mineras, y ha estado coordinado por la Consejería de Desarrollo Sostenible del Gobierno de Castilla-La Mancha. El resto de socios del proyecto han sido, aparte de la Universidad Complutense de Madrid, la empresa minera CAOBAR S.A, la empresa pública GEACAM, S.A. y la Asociación Centro Ciencia Viva de Lousal, Portugal.
Entre los contactos internacionales surgidos del proyecto, Martín Duque destaca a la empresa estatal sueca LKAB que explota Kiruna, la mina más importante de hierro de Europa; a la mina Cerrejón de Colombia, propiedad de la multinacional Glencore, que es la mina grande de Sudamérica, e inclusoAustralia, donde se ha presentado ya el proyecto y se volverá a presentar este mismo 2024. Gracias a Life Ribermine la UCM ha “establecido una red internacional bastante sólida, fuerte, y se ha conectado con lo más potente que trabaja en restauración minera a nivel mundial”.
Hay además una línea muy grande de los fondos Next Generation de la Unión Europea para restaurar minas abandonadas, y de Life Ribermine se ha transferido tanto el know-how como el personal a tres grandes proyectos, uno en la Comunidad de Madrid, en canteras de granito en Alpedrete; otro en la mina gigante de San Quintín, en Ciudad Real, con un presupuesto de restauración de cinco millones de euros, y otra mina también en Peñalén, con un presupuesto en torno a 700.000 euros.
Participación complutense
Aclara el profesor del Departamento de Geodinámica, Estratigrafía y Paleontología, que aunque la coordinación de Life Ribermine ha dependido de Castilla-La Mancha, “la Facultad de Ciencias Geológicas de la UCM ha sido el verdadero motor e impulsor técnico y científico de este proyecto”. De hecho, la Complutense ha realizado subcontrataciones a otras universidades del país (la Universidad de Alcalá de Henares, la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad de Castilla La Mancha y la Universidad Rey Juan Carlos).
El personal UCM que ha participado en Life Ribermine, aparte de Martín Duque, ha estado compuesto Saturnino de Alba Alonso, José María Esbrí Víctor, Elena Crespo Feo, Mari Luz García Lorenzo, Cristina Martín Moreno, Ramón Sánchez Donoso, Miguel Ángel Sanz Santos y María Tejedor Palomino.
La Universidad Complutense de Madrid “puede presumir de ser la única universidad del mundo en la que se explican los métodos utilizados en el desarrollo del proyecto GeoFluv – Natural Regrade y Talud Royal, y la única en toda Europa donde se enseña el método SIBERIA”. Estas tres técnicas se pueden aprender en dos asignaturas, tituladas ambas “Restauración Geomorfológica”, que con ligeras variaciones de créditos, contenidos y calendario se pueden cursar en los másteres de: Geología Ambiental (Geológicas) y Restauración de Ecosistemas (Biológicas, conjunto con UAH, UPM y URJC). De acuerdo con Martín Duque, la UCM cuenta además con “dos asignaturas líderes en el ámbito europeo en restauración y remediación en minería, que son: “Contaminación y Remediación de Suelos” (Máster en Geología Ambiental) y “Restauración en Minería (Master en Restauración en Ecosistemas)”.
Señala Martín Duque que en el grado de Geología se dan algunas pinceladas de estas tecnologías, pero se explican fundamentalmente en esos másteres que cuentan con un alto porcentaje de estudiantes de América Latina e incluso “todos los años hay dos o tres estudiantes que vienen sólo a esas asignaturas y se matriculan como alumnos visitantes”.
Esa exclusividad de la educación en la UCM se debe a que son softwares muy modernos, “que los utilizan muy pocos grupos a nivel mundial, y la mayoría de ellos no son investigadores, sino que son empresas, que, como es obvio, no quieren ensenarlo de puertas afuera”. Reconoce el catedrático de Geológicas que ellos son un grupo “un poco distinto dentro de la ciencia geomorfológica”, porque no estudian cómo cambia el paisaje, o temas teóricos, sino que han puesto el foco en mejorar la restauración en minas, algo más ingenieril.
Técnicas combinadas
En Life Ribermine se han utilizado las tres técnicas mencionadas, con una perspectiva nueva, que ha consistido en “una aplicación combinada y experta de las mismas, e incluso el desarrollo de varias nuevas técnicas, para recuperar espacios mineros abandonados, eliminando el impacto hidrológico aguas debajo de las minas”. Por esa originalidad, el proyecto ha destacado por un despliegue de técnicas de restauración geomorfológica, que consisten en “diseñar por ordenador, con software muy especializado, y luego construir con grandes máquinas, formas del terreno y del paisaje que replican a las naturales”.
El objetivo ha sido doble, por un lado, construir geoformas y paisajes que sean estables ante la erosión o movimientos en masa, ya que se replican configuraciones de terrenos naturales que a lo largo de miles de años han demostrado carecer de esos procesos, y por otro, maximizar la integración visual y ecológica de los espacios restaurados en su entorno.
El método GeoFluv – Natural Regrade se ha aplicado “en las escombreras, remodelando estas en formas de colinas y valles, similares a los naturales del entorno, de tal manera que Life Ribermine ha pasado a ser el ejemplo de mayor superficie de toda Europa”.
El método del Talud Royal, “desarrollado por el ingeniero geólogo francés Paul Royal, consiste en ‘esculpir’, en antiguos frentes rocosos de minas, acantilados iguales a los naturales. Se utilizan para ello explosivos, máquinas retroexcavadoras, e incluso, limpiezas manuales con personal especializado, y es de muy común aplicación en carreteras de Francia, aunque con Life Ribermine ha sido aplicado, por primera vez a nivel mundial en una mina”.
También se ha utilizado, por primera vez en Europa, el método y software australiano SIBERIA, que es el que permite predecir cómo se erosionarán los paisajes a lo largo de décadas, siglos o milenios, permitiendo corregir, en la fase de diseño, soluciones que no sean estables.
De acuerdo con el responsable de la UCM, “para estos tres métodos, se han contado con la colaboración de los mejores especialistas internacionales en la materia: Nicholas Bugosh para GeoFluv – Natural Regrade (Estados Unidos), el propio Paul Royal (Francia, para el Talud Royal) y Greg Hancock (Universidad de Newcastle, Australia), para SIBERIA”.
Además, en el escenario portugués de Lousal, Life Ribermine ha sido el primer proyecto europeo en combinar técnicas de restauración geomorfológica con técnicas de remediación química, lo que le convierte en el “proyecto de restauración minera más completo que se ha realizado a nivel europeo”.
"A mine ends. Then what?"
El 18 de abril, el salón de actos de la Facultad de Ciencias Geológicas, ha acogido la conferencia “A mine ends. Then what?” del fundador de Future Terrains, Pete Whitbread-Abrutat, dentro del seminario organizado por el máster de Geología Ambiental, y en colaboración con el máster en Restauración de Ecosistemas, el proyecto Life Ribermine y la Red de Restauración de Minas y Canteras.
Especialista en restauración ecológica, Whitbread-Abrutat ha participado en de uno de los proyectos más llamativos en la recuperación de minas, como es el Eden Project, construido sobre una mina de caolín en Cornwall (Reino Unido). El conferenciante ha expuesto otros casos de éxito, como los realizados en el complejo minero de Zollverein, en Alemania; los jardines Butchart, en Vancouver; los bosques Apalaches de Estados Unidos; recuperación para viñedos en Virginia o para queserías en el valle de Aosta, en Italia; la Dama del Norte, de Norturmberland, también en Reino Unido, y, por supuesto, las minas recuperadas por Life Ribermine.
Estos y otros muchos ejemplos aparecerán en julio en el libro “102 cosas que hacer con un agujero en el suelo”, segunda edición del publicado en 2009 por el Eden Project.
En su charla, ha explicado Whitbread, Abrutat, que la restauración de minas aporta riqueza a la zona intervenida, mientras que “el cierre mal hecho de una mina afecta al empleo, a los ingresos de la comunidad, a la degradación del entorno, hace que se pierdan referentes culturales para muchos habitantes de la zona, y afecta, en definitiva, a individuos, familias y comunidades, creando una espiral de decadencia que puede perdurar décadas”.
Por todo eso, concluye el conferenciante que es importante entender que hay que intervenir en los cierres de las minas con buenas prácticas que incluyan planifican previa, así como financiación, implementación competente y un seguimiento y monitorización a posteriori. Con respecto a esto último, José Francisco Martín Duque informa de que la Unión Europea exige, tras el proyecto Life Ribermine, hacer un seguimiento de cinco años, en lo que han denominado afterlife, para monitorizar los resultados de la intervención en las minas.