CULTURA

Un visitante en la exposición "Ñemity. 500 años de la expedición Magallanes-Elcano"

Ñemity, homenaje a las especias que viajaron a España con la expedición Magallanes-Elcano

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 28 nov 2022 07:55 CET

La palabra ñemity (sembrar o cultivo), en guaraní, es la que han elegido los miembros del grupo de investigación complutense Arte, Tecnología y Compromiso Social (ARTECO) para titular la exposición que se puede visitar hasta el 11 de diciembre en la sala de bonsáis del Real Jardín Botánico (Plaza de Murillo, 2). La comisaria de la muestra, la profesora Mónica Cerrada, explica que las obras expuestas son un ejemplo de las especies, plantas, semillas y frutos que se trajeron a Europa, hace exactamente 500 años, en la expedición Magallanes-Elcano que dio la primera vuelta al mundo, “con lo que se convirtió en un hito en la historia de la humanidad”.

 

Cuenta Mónica Cerrada que aquella expedición, que en principio buscaba encontrar las islas Molucas por un camino más corto, “descubrió rutas de navegación para el comercio mundial, expandió el comercio con capital europeo, conquistó terrenos y favoreció una revolución alimentaria”. En esa revolución contribuyeron cotizadas especias como el clavo, la canela, el jengibre, la nuez moscada, la pimienta, el azafrán…

 

Muchas de esas especias aparecen en esta exposición que cuenta con escultura, pintura, arte textil y dibujo de los artistas, docentes e investigadores Elena Blanch, Rigoberto Camacho, Jorge Martín, Horacio Romero, Pedro Terrón y la propia Cerrada, todos ellos del mismo grupo de investigación ARTECO y del Departamento de Escultura y Formación Artística, de la Facultad de Bellas Artes.

 

Explica la comisaria que todas aquellas especias eran muy apreciadas porque no sólo servían para condimentar los alimentos, sino que también se utilizaban para conservarlos. Por ejemplo, algunas especias como el clavo además eran antiparasitarios, y “a raíz de esas cualidades se ha querido hacer una interpretación artística”. Cada uno de los miembros de ARTECO ha elegido las plantas o frutos que más les han apetecido y las han representado según su propia visión. Además, se exponen cuatro obras colectivas realizadas por diferentes componentes del grupo de investigación, como un jardín vertical “que representa la vegetación frondosa”, las conchas de los fondos marinos, un mural en el que se ve el viaje por mar de la expedición y un relieve en el que se puede ver una gran variedad de alimentos y especias.

 

Las obras

Mónica Cerrada ha representado un azafrán, el conocido como “oro rojo, que fortalece la visión y el corazón, y es buena para la digestión y la respiración, y cuya flor tiene únicamente tres pistilos que se recogen a mano y que es lo que se vende realmente”. También expone Cerrada una escultura de una semilla, “que no tiene por qué ser real”, ampliada muchas veces a partir del que podría ser su tamaño original, y una Canna Indica, realizada con la compleja técnica de encáustica sobre tabla. Explica la comisaria que esta última es una planta decorativa, pero que con las raíces se elabora una especie de harina “que permite hacer unos bollitos, y sus semillas también se utilizan para realizar todo tipo de bisutería, como collares, pulseras o rosarios”.

 

Horacio Romero presenta una obra sobre el clavo, “una de las especias más importantes, por sus propiedades, y además la nave Victoria, la única que volvió de aquella expedición, vino con veintisiete toneladas de esa especia, con lo que pagó con creces el viaje, porque era muy importante en Europa en ese momento”. De Romero también se puede ver un relieve en resina y acero inoxidable de una zarza, “una especie de arbusto de aspecto sarmentoso de la familia de las rosáceas y popularmente conocido por sus frutos comestibles llamados moras”.

 

En las obras de Pedro Terrón, se representa, de manera muy personal, el tabaco y la pimienta. Recuerda Cerrada que en principio el tabaco tenía, además del uso lúdico de fumar, fines medicinales y se usaba como insecticida para ciertas plagas. En la obra Nicotina, realizada en escayola sobre tabla, Terrón ha representado a unos individuos con una mascarilla que les protege la boca y la nariz “en alusión al consumo de derivados del tabaco, principalmente de la nicotina, como una sustancia nociva dependiendo de la cantidad suministrada”.

 

Rigoberto Camacho, utilizando impresión digital sobre papel vegetal, “busca crear una expresión plástica única y comprometida, nacida de la compleja mezcla de relaciones y contextos humanos que le permiten configurar un nuevo constructo antropológico y cultural vinculado al territorio a partir del legado, la memoria y la influencia visual”. En su caso, y relacionado con su Canarias natal, ha elegido el plátano como la pieza central de su obra.

 

La obra de Jorge Martín se enfoca en otra de las especias más cotizadas de la época, la pimienta, que “servía como antioxidante y a veces incluso como moneda de cambio” para pagar dotes y rentas”. De hecho, su importancia provocó una explosión por su monopolio y de ahí el título de la pieza de Martín, que no es otro que Pimienta en pólvo(ra) y que representa un reguero de pimienta negra molida que lleva hasta una mano de escayola que sujeta una cerilla con la que iniciar esa lucha por la especia.

 

Elena Blanch exhibe el apio dulce, una planta con mucha vitamina C que sirvió para mitigar el escorbuto que se cebaba en la tripulación de aquella navegación de hace 500 años. Además, se puede ver una talla en madera, titulada Bosque, con la que Blanch “nos traslada a un bosque mitológico en el que los árboles se tornan en personas y las personas son transformadas en árboles. A través de las formas orgánicas nos adentramos en la exultante naturaleza en la que los humanos renacemos y nos recuerdan la importancia de la defensa de nuestro medio natural”.

 

Esta es la primera vez que ARTECO ha expuesto como grupo en el Real Jardín Botánico de Madrid, pero seguro que no es la última, por la “gran afluencia de público que está asistiendo a la muestra”. En ese éxito ayuda que la exposición tiene un claro objetivo didáctico y que en las cartelas de cada obra está explicado lo que representa, así como la interpretación que ha querido dar el artista.