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El profesor Ignacio Belda, de Biológicas, Premio Jaime Ferrán 2025
Texto: Jaime Fernández - 7 mar 2025 16:50 CET
Los Premios Jaime Ferrán, otorgados, cada dos años, por la Sociedad Española de Microbiología (SEM), nacieron en 1983, cuando la SEM decidió que una de las conferencias impartidas durante la celebración de cada congreso nacional iría a cargo de un joven investigador. Los galardonados se seleccionan entre los miembros de la SEM, menores de 40 años, y con “una trayectoria científica excelente en el campo de la microbiología”, mérito que en la XXI edición del premio, la de 2025, ha recaído en el profesor Ignacio Belda, de la Facultad de Ciencias Biológicas. Belda es el segundo complutense en hacerse con este galardón, tras que lo obtuviera en 2011 el catedrático de Veterinaria, Bruno González Zorn.
Ignacio Belda explica que el premio tiene una dotación económica de 3.000 euros, pero que lo realmente importante es el prestigio que confiere, así como el hecho de impartir la conferencia de clausura del Congreso de Microbiología, que este año celebrará su trigésima edición en Jaén, en el mes de junio.
Belda, profesor contratado doctor del Departamento de Genética, Fisiología y Microbiología, informa de que lidera la línea de Interacciones Microbianas dentro del grupo de Ecología y Biotecnología Microbianas de la Facultad de Ciencias Biológicas, que dirigen Antonio Santos de la Sen y Lucía Arregui.
En dicha línea de trabajo se dedican, “fundamentalmente, al estudio de ecología de comunidades, en especial en comunidades de levaduras, con un sistema modelo que son las fermentaciones del vino”. Reconoce Belda que si tuviera que destacar algo de esa investigación sería la “interfase entre la ecología microbiana y la biotecnología microbiana, caracterizados por hacer una ciencia a medio camino entre ciencia básica y ciencia muy aplicada a la industria. Quizás eso es algo que se ha reconocido en este premio, la exploración de ese punto medio entre investigación fundamental e investigación aplicada”.
Para llevar a cabo estos trabajos tienen una “financiación mixta entre planes nacionales y empresas, con una parte de optimización de procesos industriales gracias al paralelismo entre ecología microbiana y biotecnología microbiana, lo que se traduce en exploración de aspectos fundamentales de biología de organismos y de comunidades microbianas”.
Ignacio Belda realizó su grado en la Complutense, universidad donde también escribió la tesis, “que fue premio extraordinario de doctorado”. Tras la tesis recibió una beca europea para hacer una primera estancia postdoctoral en Portugal, y después tuvo, durante un par de años, un postdoctoral industrial Torres Quevedo. Trabajó entonces liderando la investigación de una empresa que trabajaba a medio camino entre California y España, donde desarrollaba tecnología de análisis de ADN para estudiar comunidades microbianas en procesos agroalimentarios, tecnología que utiliza, de alguna manera, en su investigación actual.
Antes de terminar la Torres Quevedo consiguió una plaza de ayudante doctor en la Universidad Rey Juan Carlos, y definitivamente se incorporó a su alma mater, la Universidad Complutense, en el año 2020, donde espera promocionar a la figura de profesor titular próximamente.