ÁGORA

Los tres estudiantes complutenses posan tras recibir el premio

Tres estudiantes del doble grado de Matemáticas y Física de la UCM ganan, “sin aniquilar nuestro mundo”, el IV Concurso de Modelización Matemática del IMI

Fotografía: Alfredo Matilla - 17 nov 2021 12:12 CET

A las 24 horas de este 24 de noviembre (cosas de matemáticos) la humanidad ha vuelto a respirar. Nadie ha podido demostrar la apocalíptica teoría que esconde la hipótesis P=NP. Ni siquiera los más de 160 brillantes estudiantes de 18 universidades españolas e iberoamericanas que han participado en el IV Concurso de Modelización Matemática del Instituto de Matemática Interdisciplinar (IMI) de la UCM.

 

Dice Clara Grima, profesora de Matemática Aplicada de la Universidad de Sevilla y conocida divulgadora matemática, encargada este año de plantear el problema que debían resolver los participantes en el concurso, que está segura de que quien demuestre que todos los problemas que se pueden resolver en un ordenador (P) también permiten comprobar su solución en el ordenador (NP), esa persona destruirá su ordenador y se comprará una vaca. Lo que vendrá después será la aniquilación y la destrucción. Lo bueno es que ese día, en el que por ejemplo la actual criptografía se irá al garete, se constatará que realmente las matemáticas son una ciencia, ya que como lo define, el maestro de la propia Clara Grima, Alberto Márquez, “ciencia es todo aquello con capacidad para destruir el mundo”.

 

Desde hace cuatro años el IMI, ubicado en la Facultad de Ciencias Matemáticas (sí “Ciencias”) de la UCM, convoca un concurso de modelización para estudiantes de grado. Como se explica en la web del concurso se trata de un reto consistente no en destruir el mundo, sino, al contrario “en resolver un problema de la vida real mediante modelización matemática”. En esta ocasión el reto, planteado por la profesora Clara Grima, era decidir el trazado que debía llevar en una nueva urbanización el cableado telefónico para con el menor número posible de metros de cable dar servicio a todas sus viviendas. No parece muy complicado, pero en matemáticas todo se puede complicar. En este caso, como explica la propia Clara Grima, se proponía utilizar puntos Stein, puntos ficticios por los que podría pasar el cableado para reducir su longitud. Sin entrar en detalles, imposibles en este breve artículo reseñar, la solución pasaba por trazar un árbol de grafos conexo, sin ciclo y con infinitos puntos Stein. Si algún grupo hubiese sido capaz de determinar ese número por ahora infinito de puntos Stein que habría que utilizar, es cuando el caos se habría apoderado del mundo.

 

A juicio del jurado han sido tres estudiantes del doble grado de Matemáticas y Física de la Universidad Complutense quienes de manera más brillante han solucionado el problema sin llevarnos a la destrucción. Sus nombres son José Rafael Capellán Fernández, Diego Ruiz Cases y Enrique Sánchez Ibáñez. El segundo premio ha sido para Tomás Ricardo Basile, estudiante de Física en la Universidad Nacional Autónoma de México, y el tercero para tres estudiantes de la Universidad de Sevilla: Agustín Martín, Pablo Acuaviva y Alba Carballo.

 

Como explicó el director del IMI, el profesor Ángel Manuel Ramos, la idea es que “este concurso se consolide como un reto anual para estudiantes de grado”. En cuatro años, lo cierto es que no ha parado de crecer. Si en 2018 solo podían participar estudiantes complutenses, en 2019 ya fueron de seis universidades, el pasado año de 12 y este de 18 universidades, entre las que ha habido tres de fuera de España. Eso ha sido posible, según explicó Ramos, gracias a la colaboración del vicerrector de Relaciones Internacionales, Dámaso López, quien propuso su apertura a las tres universidades ubicadas fuera de España con las que la UCM comparte la alianza de la Unión Iberoamericana de Universidades: UNAM, Buenos Aires y Sao Paulo.

 

De este crecimiento continuado del concurso el profesor Ramos también responsabiliza a la Facultad de Ciencias Matemáticas de la UCM, a la Sociedad Española de Matemática Aplicada, a la Real Sociedad Española de Matemáticas, al Comité Español de Matemáticas, a la Sociedad Estadística de Investigación Operativa, a la Red Matemática de Industria y a los grupos de investigación complutenses GAAR, GAMES-APP, HUMLOG y MOMAT.

 

El acto de entrega de premios fue amenizado por Fernando Blasco, profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, divulgador, matemago y presidente de la Comisión de Divulgación de la Real Sociedad Matemática Española. Y además de Clara Grima y de Ángel Manuel Ramos, también intervinieron el decano Antonio Bru, Manuel Castro Díaz, presidente de la Sociedad Española de Matemática Aplicada, y, por videoconferencia, el vicerrector de la UNAM Francisco Trigo. “Creo que yo nunca acudiré a la entrega de premios de los Oscar de Hollywood, pero no creo que tenga más emoción que lo que hemos vivido aquí hoy”, cerró el vicerrector Dámaso López el acto.