FUNDACIÓN

El rector, al final de su conferencia

Joaquín Goyache inaugura, con una conferencia sobre enfermedades transmisibles y desigualdad, la segunda edición de los Jueves Complutense en San Lorenzo

Texto: Alberto Martín, Fotografía: Francisco Rivas - 14 mar 2025 12:26 CET

Vuelven los Jueves Complutense en San Lorenzo, la iniciativa de la Fundación Complutense con la que “La Universidad sale a la calle” y acerca, como indicó su directora, la catedrática María Paz García-Vera, “a la ciudadanía los avances científicos y culturales generados en la Universidad, siempre de la mano de especialistas del máximo prestigio en las diferentes disciplinas y grandes comunicadores”. El encargado de abrir esta segunda edición ha sido el rector de la UCM, Joaquín Goyache, quien en su faceta de catedrático de Sanidad Animal impartió la conferencia “Enfermedades transmisibles: pandemias y desigualdad”. “No sé si van a poder dormir esta noche”, bromeó el rector al público que llenó la sala principal del Cuartel de Inválidos, sede permanente de la Complutense en San Lorenzo de El Escorial.

 

Antes de dejar que el profesor Goyache entrara en materia, la directora María Paz García-Vera hizo balance de la primera edición de estos Jueves Complutense en San Lorenzo, celebrada de marzo a junio del pasado año: 12 conferencias, 12 auditorios llenos, más de 1.000 asistentes presenciales y más de 18.000 visualizaciones de las conferencias en el canal de YouTube de la Fundación. Para este año la intención ha sido propiciar al menos el mismo interés. Serán 9 sesiones, dos al menos desde este mismo mes de marzo hasta junio, con la excepción de mayo, cuando las citas se elevarán a tres. Los encargados de hacer llegar la ciencia y la cultura a la sociedad serán, junto al rector Goyache, los profesores complutenses José Luis Álvarez-Poletti, Pilar Martín Escudero, Sonia Olmeda, Alberto Velasco, Mauricio Suárez, Ana María Crespo de las Casas, Álvaro Torrente y Miguel Palomo.

 

El profesor Goyache comenzó su conferencia anunciando al público de lo que iba a hablar: de virus, de bacterias, de parásitos, de vectores de trasmisión, de dinero, de pobreza, de muerte “y de la posición que tenemos en occidente ante estas enfermedades: de miedo. Nos miramos al espejo constantemente y pensamos que lo que nos pasa a nosotros es lo más grave, cuando en realidad el mayor problema está en otros sitios. La estructura sanitaria de las sociedades europeas son una isla, un paraíso, en un contexto mayor de pobreza”, describió.

 

El catedrático de Sanidad Animal estructuró su charla en cuatro capítulos: Enfermedades transmisibles emergentes, Enfermedades vinculadas a la pobreza, One health y Papel de la profesión veterinaria y la pobreza. Para comenzar explicó que las enfermedades transmisibles emergentes se caracterizan por su brusca aparición y por una diseminación difícil de predecir, pero no puede decirse que sean inesperadas, porque quienes las estudian, en especial los veterinarios, llevan mucho tiempo alertando de sus riesgos. “El Covid 19 no fue una sorpresa. Sabíamos que una enfermedad causada por un virus influenza o un coronavirus estaba por llegar; era seguro, pero jamás, al menos yo nunca, imaginé su alcance”. Covid 19 es, sin duda, el mejor ejemplo de enfermedad trasmisible emergente, pero también lo son la gripe aviar, el MERS, el virus del West Nile o, en su día lo fue, el Sida, hoy ya una enfermedad crónica. Con solo leer algunos de estos nombres, se puede comprobar que el origen de la mayoría de estas enfermedades está en los animales. “El 70 por ciento de estas enfermedades tienen base animal, reservorio animal. Son zoonosis. Son Patógenos que comparten animales y seres humanos y su trasmisión es bidireccional; nosotros también enfermamos a los animales. Charles Darwin –recordó Goyache- ya dijo, no que venimos del mono, sino que éramos monos y por eso compartimos muchos genes con los animales y somos susceptibles de enfermar por patógenos con reservorio animal”

 

El ejemplo del sida muestra cómo una enfermedad trasmisible emergente puede pasar a ser crónica, si tras ella se sitúa el interés de Occidente, que suele depender única y exclusivamente a si esta afecta a la salud de sus habitantes o a sus bolsillos. Esto provoca que haya “Enfermedades vinculadas a la pobreza”, que no afectan a occidente y ello impide que tengan aparejadas tratamientos adecuados o incluso sean erradicadas. La mayoría de estas enfermedades vinculadas a la pobreza se controlarían fácilmente con los medios que hay en Occidente. “No las prestamos atención. Hay métodos muy económicos para controlarlas. Por ejemplo, para la rabia hay vacuna desde la época de Pasteur y sigue matando a 70.000 personas en el mundo al año. Vacunando la erradicaríamos en 20 años”, aseguró el catedrático complutense.

 

Goyache insiste en la necesidad de cambiar esta percepción de falsa seguridad y no permitir que haya “Enfermedades transmisibles desatendidas”. “Lo que hoy es importante en África, pasado mañana lo será aquí”, aseguró el rector, quien además señaló de la estigmatización que supone para muchas personas sufrir enfermedades como la lepra o la aparición de úlceras en sus cuerpos, por citar dos ejemplos, que les producen, además de una enfermedad, exclusión, rechazo, culpa, degradación… Y por si fuera poco, lo habitual es que en las zonas de mayor pobreza varias enfermedades transmisibles –tuberculosis, malaria, covid…- afecten a la vez, convirtiéndose en sindemias.

 

La mejor opción contra todas estas enfermedades y aceptada por la comunidad internacional es la denominada “One health”, una salud única que engloba la salud humana, la animal y la medioambiental. No hay que olvidar que las causas medioambientales son cada vez más influyentes en el desarrollo de muchas enfermedades, que han visto como por ejemplo el calentamiento global ha supuesto la proliferación de los vectores de transmisión (mosquitos, garrapatas…) en zonas no habituales y durante más periodos del año.

 

No obstante, Goyache cree que el modelo One Health –del que él mismo, junto a otros profesores de su Departamento ya hablaban en artículos científicos a finales de los 90- hay que superarlo por una estrategia “One Health 2.0”, en la que junto a esas tres patas tradicionales incluya el trabajo conjunto desde otras muchas especialidades: sociología, economía, ética, derecho, tecnología…

 

Para concluir, el rector subrayó el efecto, que ya ha quedado demostrado en numerosas ocasiones, del trabajo de los veterinarios en la prevención de enfermedades de origen animal (ébola, peste bovina…) en zonas poco desarrolladas. Y es que, “como dijo Louis Pasteur: La medicina cura al hombre, la medicina veterinaria cura a la humanidad”, concluyó Goyache.