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La Complutense ha celebrado el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo

La Complutense celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo

Texto: Jaime Fernández - 28 abr 2021 18:24 CET

El día 28 de abril, con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, se ha celebrado la Jornada Complutense sobre Cultura Preventiva y Salud Laboral en la universidad pública. En ella, Yolanda García, delegada del Rector para la Promoción de la Cultura Preventiva de la UCM, ha recalcado que “hay que hacer del campus de la UCM un campus sostenible, inclusivo y saludable”. Todos los participantes en la jornada, incluido el rector Joaquín Goyache, han reconocido que para lograrlo es fundamental la participación de todos los miembros de la comunidad complutense.

 

En 2020 sobrevino la pandemia de coronavirus que trastocó toda la realidad de nuestro país y, por supuesto de nuestra Universidad. En relación con ello, el rector Joaquín Goyache reconoce que “nunca se pensó que la cultura preventiva iba a ser tan clave como lo ha sido en unos momentos tan atípicos como los que vivimos en estos momentos, en los que los responsables han sufrido una presión por la urgencia en la toma de decisiones, y a pesar de eso han conseguido una coordinación extraordinaria con los centros de toda la UCM”.

 

Las palabras de elogio por la tarea realizada en la Complutense han venido también por parte de Jorge Gómez, vicerrector de Tecnología y Sostenibilidad de la UCM, y de la propia Yolanda Díaz, quien afirma que la prevención en la Complutense durante la pandemia no ha sido un trabajo en equipo, sino que ha formado un equipo de trabajo, porque han intervenido todos los vicerrectores, las delegaciones y la dirección de Prevención de Riesgos Laborales. “Entre todos se ha hecho un trabajo encomiable para hacer frente a una situación de incertidumbre y se ha hecho fácil porque toda la comunidad complutense ha sido muy responsable. Lo que ha demostrado que la cultura preventiva no depende de un servicio determinado, sino que es responsabilidad de todos”.

 

Para Goyache, el trabajo bien hecho se ha reflejado en que la Complutense se ha convertido en un lugar seguro, con todos los índices mucho mejor que el entorno que nos rodea. Alerta de todas maneras de que “todavía se sigue en la incertidumbre, se sigue trabajando intensamente, no hay que bajar la guardia porque la seguridad depende de la concienciación de cada uno de nosotros”.

 

Espacio seguro y agradable

Informa Yolanda García de que el 28 de abril se celebraba y se sigue celebrando el Dia por los Trabajadores Heridos y Fallecidos en el lugar de trabajo. A raíz de ese día, que partió de una iniciativa sindical, desde 2003, y por iniciativa de la OIT (Organización Internacional de Trabajo) se extiende esa conmemoración más allá de la memoria y pasa a ser también una jornada para la sensibilización de la prevención en el ámbito laboral.

 

Por lo tanto, “es un día para concienciar internacionalmente sobre la importancia de la prevención, y no sólo para evitar consecuencias negativas o minimizar riesgos, sino que hoy en día se ha dado un paso más allá para mejorar la calidad de vida de todos los trabajadores y trabajadoras”. A raíz de la pandemia, de acuerdo con la delegada del rector, “toda la comunidad complutense se ha volcado para hacer que este sea un espacio seguro”.

 

Dámaso López, vicerrector de Relaciones Internacionales y Cooperación de la UCM, explicó que ya en la Agenda 2030 las universidades se distinguen como centros específicos en los que hay que ser proactivos, es “donde se investigan las causas, se conocen los problemas y se proponen soluciones. Además de eso, la propia universidad es una institución peculiar donde convivimos muchas personas con diferentes funciones, responsabilidades y formas de interactuar”.

 

De todos modos, de acuerdo con el vicerrector, “la universidad tiene que ser un lugar donde uno vaya con alegría, y es así ya desde su nacimiento en el medievo”. Y para ello es fundamental el bienestar, que “no es sólo tener buena salud, sino que se desarrolle en buenas condiciones para todos”. Ahí entran “servicios como PsiCall, que se ha incorporado de forma natural a la universidad, o la sostenibilidad en el campus en todos los servicios de alimentación de la universidad, algo que también afecta a la salud de la comunidad complutense, tanto en dejar de usar plásticos de un solo uso como en ofrecer menús vegetarianos”. De acuerdo con Dámaso López, la vigilancia del alimento, evitar la comida basura, es un elemento importante para demostrar que nos preocupamos de manera integral por la salud de todos los que vienen a la universidad, pero también lo es “la salud espiritual”, que se refleja, por ejemplo, en el diseño de las bibliotecas, que tienen un efecto beneficioso para que podamos desarrollar nuestra vida de la mejor manera posible.

 

Javier Sánchez, gerente de la UCM, consideró que la prevención es algo dinámico, y en ejemplo de ello es el hecho de que en la Complutense nos adelantamos a todas las administraciones en la implantación del teletrabajo, varios días antes de la declaración del estado de alarma, “y se hizo con la idea de mantener la salud de las personas”.

 

Centrándose su charla en el liderazgo, y entendiendo que “liderar no es mandar, liderar el entusiasmo es mucho más productivo que gestionar la obediencia”, el gerente consideró que “la prevención es un tema de toda la organización, sobre todo cuando el jefe se convierte en un líder que suma talentos a esa organización, y que consigue que la gente llegue más allá de sus capacidades iniciales”. El hecho de que los líderes tengan en cuenta el bienestar de las personas, mientras que los jefes no se encarguen de ello es una de las razones para apostar por el liderazgo, ya que “la mejor inversión que pueden hacer las empresas es en las personas”.

 

Con respecto a eso, Santiago Ramos, director de la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales de la UCM, considera que “la propia universidad ha tenido la vocación de líder desde los primeros momentos de la pandemia, con medidas preventivas para evitar los contagios”. Reconoce que aunque el plan de prevención es un requerimiento normativo para todo el sector público, en la Complutense nos adelantamos en dos años a la Administración General del Estado, con la idea de que “toda la comunidad universitaria se integre y pueda desarrollar su actividad en un espacio saludable, donde la seguridad y salud de todos sea un objetivo alcanzable mediante el control y la reducción de los riesgos laborales”.

 

Para conseguir esa integración de la prevención, Ramos considera que hay que dotar de un presupuesto adicional para la prevención de riesgos laborales; también organizar sesiones informativas al inicio de todos los cursos, dirigidos tanto a personal como a los estudiantes, fomentando que esa información sea accesible y esté disponible en todos los centros; y conseguir que la prevención se realice de manera ordinaria, de tal manera que pueda ser independiente para desarrollar sus funciones.

 

Recogiendo las ideas anteriores, Yolanda García reconoce que la integración parte tanto del liderazgo como de la elaboración de un plan de la prevención de riesgos laborales como el que hay en la UCM, que fue aprobado en 2008, aunque “ahora hay que seguir avanzando en ello”. Y hay que hacerlo de manera transversal, tema sobre el que profundizó Mar Soriano, técnica superior de prevención de la Dirección de Prevención de Riesgos Laborales de la UCM.

 

Para ella, esa transversalidad de la cultura preventiva consiste en “un cambio de las organizaciones, ya que deben incorporar las cuestiones de prevención de riesgos laborales en la gestión general de la organización, lo que no siempre es fácil”. Además, deben incorporarse los temas preventivos en el conjunto de las actividades y tareas de toda la comunidad universitaria, afectando a todos los niveles jerárquicos e incluyéndolos en cada una de las decisiones que adoptan.

 

Opina Soriano que la UCM tiene un sistema de prevención de riesgos laborales que permiten el establecimiento de esa cultura preventiva transversal, y que “ahora es necesario trasladar lo aprendido durante la pandemia al resto de los riesgos de nuestra Universidad”.

 

Aspectos concretos de la integración

Isabel García, vicerrectora de Cultura, Deporte y Extensión Universitaria de la UCM, ha presentado un proyecto que se empezó a gestar antes de la pandemia, que es un programa de Deporte y Salud, porque “hay una necesidad de fomentar la actividad física y el deporte para el bienestar, como ya se recomienda desde las instituciones europeas”.

 

En la Complutense, “por su tamaño, centros, unidades, personal y estudiantes tenemos todo lo que necesitamos para crear este servicio de Deporte y Salud, así que no es un plan complicado, porque ya hay espacios e infraestructuras para llevarlo a cabo y para dar servicio a toda la comunidad universitaria, no sólo a los que practican deporte”. Para la vicerrectora esta es una necesidad y una demanda de nuestra comunidad, como se ve con el primer torneo interno UCM que se está celebrando en estos momentos, y con la apertura de las instalaciones deportivas al aire libre.

 

Yolanda García recuerda que la ley de prevención de riesgos laborales alude a tres colectivos a los que hay que atender inexcusablemente: la juventud, la maternidad y el personal especialmente sensible. En este último punto entronca la intervención de Mercedes García, delegada del rector para la Diversidad y la Inclusión de la UCM, quien habló de la protección y vigilancia de la salud en colectivos vulnerables.

 

Señaló la delegada del rector que los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsan a garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Y esa es también la función principal de la delegación para la Diversidad y la Inclusión de la UCM, que está ahora mismo desarrollando el plan que visibilice la diversidad y la haga más inclusiva. La idea es conseguir una convivencia en diversidad, con espacios accesibles y adaptados a la actividad de cada uno; espacios seguros para los colectivos más vulnerables o invisibilizados; espacios de acogida y trato inclusivo, centrados en la persona y espacios de participación que escuchen a los colectivos y entidades expertas. “Con todo ello conseguiremos una universidad inclusiva, que es responsabilidad de todas las personas, de todos los servicios, de todos los equipos que formamos parte de la Universidad Complutense”, asevera la delegada del rector.

 

Felicidad Martínez, técnica superior de Prevención de la Dirección de Riesgos Laborales de la UCM, considera que “la cultura preventiva son actitudes, valores y comportamientos que son compartidos. No se puede tener una cultura preventiva individual, es un valor colectivo y asumido, es lo que sale de una forma más o menos espontánea”. De acuerdo con ella, cuando surgió la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, lo hizo como un riesgo para la salud pública, para el que no había planificación previa posible, así que se vieron expuestos a un contexto volátil, y había que rastrear entre lo que había, con una gran incertidumbre y complejidad en las decisiones a tomar. “En ese caso la cultura preventiva era casi instintiva, de protección, de protegerse”, reconoce.

 

Explica que en un momento de crisis sanitaria como el que hemos vivido, y en el que todavía vivimos, se actúa desde la organización del trabajo, ordenando la presencialidad o el trabajo a distancia, que nos ha hecho ver que determinadas cosas son posibles, como prestar el servicio, liderar, participar, formarse, prestar apoyo social, contribuir a la sostenibilidad… “Con esto ha venido una apertura mental que a lo mejor nos hacía falta para abrirnos a otras posibilidades”, aunque eso sí, por el camino “hemos pagado tributos como mucho cansancio visual por tantas horas de pantalla, trastornos musculoesqueléticos, desregulación del tiempo de trabajo y fatiga física, mental, emocional, informática y el tecnoestrés”.

 

A pesar de esos inconvenientes, cree Felicidad Martínez que en la Complutense “tenemos un nivel de cultura preventiva excelente que se refleja, por ejemplo, en el equipo de gobierno y sus diferentes delegaciones; también en actividades culturales, en instalaciones deportivas y reglamentos”. Sin embargo, también existe la “insatisfacción de algunos que apuestan por una cultura apreventiva, que no tiene la prevención como horizonte, que la ven sólo como la necesidad de un cumplimiento formal”. Para que triunfe la visión de la cultura preventiva frente a la segunda, “es muy importante seguir por el camino señalado, de liderar y cultivar la salud en un contexto muy amplio y de enfrentarse al sufrimiento de algunas personas para encontrar soluciones entre todos para que la situación mejore”.

 

El vicerrector de Tecnología y Sostenibilidad de la UCM, Jorge Gómez, quiso recalcar el tamaño de nuestra universidad, tanto por población como en lo económico, así que “todo lo que se hace tiene impacto en la sociedad y nos hace ser motor de cambio”. Recordó que “en la pandemia se han hecho grandes cosas que no hay que olvidar, que dan idea del potencial de la Complutense”, como el gran trabajo que se hizo para realizar 25.000 PCR en residencias de ancianos, lo que ha continuado con el proyecto Covid LOT, a lo que hay que sumar el voluntariado de la Complutense y el desarrollo de la asistencia en remoto y las clases on line, con las que se ha dado “un salto de unos cinco años en el futuro, que nos ha servido para seguir vivos”. También cuenta la UCM con servicios como PsiCall, que ha hecho un trabajo impagable, y con profesores de Educación que han dado clases telemáticas a niños. En definitiva, “cada uno ha aportado lo que ha podido, en un claro ejemplo de altruismo para demostrar de lo que somos capaces”.

 

Ahora hay que seguir en esa senda, dando pasos importantes para ser sostenibles, utilizando la tecnología para reducir la necesidad de usar transportes y aumentar la seguridad. En la actividad física y la alimentación sana también se está trabajando para que las contratas de las cafeterías deban incluir menús veganos, y en sostenibilidad en el campus se están haciendo muchas cosas como el cuidado de la biodiversidad, la gestión de los residuos, un consumo responsable, con una energía 100% renovable, y eficiencia energética.

 

Concluyó Yolanda García reconociendo que con esta jornada “se ha hecho un tributo muy grande a este día en el que se quiere concienciar a todos los responsables de que es necesario implantar las medidas suficientes para que los empleados tengan un trabajo digno, que no les perjudique la salud y más allá de eso que les permita disfrutar de un bienestar laboral”.