Texto: Jaime Fernández - 20 feb 2023 10:56 CET

El 13 de febrero, la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid ha acogido la entrega del Premio Juan de Goyeneche, convocado anualmente por la Asociación del Patronato Histórico de Nuevo Baztán, que en su décima edición ha recaído en la profesora Inés Martín de Santos. Con su trabajo Juan de Goyeneche, emprendedor, la profesora del Departamento de Administración Financiera y Contabilidad de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UCM, ha vuelto a una de sus pasiones: la investigación histórica.

Explica Inés Martín de Santos que realizó la licenciatura en ADE en la Complutense y después un doctorado en Historia Económica, así que su investigación desde entonces ha tenido ese sesgo de historia del pensamiento económico. Eso no ha impedido que a la hora de dar clases, todas las que le han ido saliendo han estado relacionadas con las finanzas, incluso antes de entrar de profesora en la UCM.

Después de su doctorado se fue a Ecuador a dar clase, volvió a España donde trabajó en la Universidad Europea de Madrid, se fue al Kendall College de Chicago y por fin, volvió de nuevo a Madrid, al CEU San Pablo. Entonces fue cuando salió la plaza de la Complutense, su alma mater, donde su madre trabajó más de cuarenta años, así que no se lo pensó dos veces, porque le “encanta la Complutense”.

Una vez en nuestra universidad, desde el Departamento de Administración Financiera, le encargaron una asignatura de negocio digital para los estudiantes del desarrollo de videojuegos. Aunque en principio le pareció un mundo peculiar, pronto se dio cuenta de que había una parte importante de finanzas, porque en caso contrario “no montas un negocio para desarrollar los juegos”, así que aparte de finanzas impartió una parte de teoría económica para que “sepan cómo funciona el sector de los videojuegos”. Gracias a esa asignatura, Martín de Santos comenzó a estudiar temas relacionados con los videojuegos, la economía y la educación.

De todos modos, a pesar de esa vida laboral asociada a las finanzas, la Historia siempre ha sido una de sus pasiones, así que se metió en la Fundación Ignacio Larramendi, donde “tienen una biblioteca de polígrafos, con casillas de personajes ilustres, y entre ellos está el de Juan de Goyeneche, a quien ese momento no conocía de nada”.

El premio

Al comenzar su investigación sobre ese personaje vio que la Asociación del Patronato Histórico de Nuevo Baztán tiene un premio en torno a él, dotado con 2.000 euros, y convocado anualmente desde hace ya diez años. Decidió entonces hacer un trabajo de investigación sobre este personaje histórico, al que luego le añadirá una nueva perspectiva para publicarlo con la Fundación Ignacio Larramendi.

En su trabajo ha destacado el mundo empresarial e industrial que trajo Juan de Goyeneche a Nuevo Baztán, de cuya fundación se celebra ahora su 300 aniversario. De acuerdo con Martín de Santos, Goyeneche no era un político como tal, ni siquiera era un economista, era un navarro “con una muy buena idea, que era dar trabajo a mucha gente, crear una ciudad que tuviera industria y que pudiera prosperar y generar riqueza”.

Su sueño se plasmó precisamente en la fundación de Nuevo Baztán, pero a su muerte todo fracasó, porque era una iniciativa muy personalista y él se llevaba muy bien con los Austrias, pero no tanto con sus sucesores en la monarquía española, los Borbones. Con los Austrias consiguió fondos para montar sus industrias de papel, cristal y de tapices, pero como no era economista, ni comerciante, no sabía, por ejemplo, que hacer papel en España, para publicar su Gaceta, era más caro que importarlo de los Países Bajos. Al morir él, sus seguidores no consiguieron que su industria siguiera creciendo y se fue hundiendo poco a poco.

A pesar de eso, en el discurso que impartió en la ceremonia de entrega del premio, Martín de Santos reconoció que hoy en día Goyeneche seguiría siendo un ejemplo a imitar y, desde luego, modelo de emprendedor y uno de los mejores representantes de los que ahora se ha dado en llamar Responsabilidad Social Corporativa. La premiada ofreció su “humilde colaboración desde el Departamento de Finanzas y Contabilidad de la Universidad Complutense de Madrid para cualquier acto cultural que se celebre en torno a su persona”.

Como un emotivo detalle, la Asociación del Patronato Histórico de Nuevo Baztán, aparte de entregarle el premio, le entregó también un diploma de membresía para su hijo que está a punto de nacer.