INVESTIGACIÓN

Parte de los miembros del grupo de investigación que ha recibido el Premio Internacional de Investigación sobre coagulopatías congénitas Duquesa de Soria 2021

Premio Internacional de Investigación al estudio del déficit del factor V, una enfermedad ultra rara

Texto: Jaime Fernández - 21 dic 2021 09:40 CET

A finales de noviembre, el salón de actos de la Fundación Once acogió la entrega del Premio Internacional de Investigación sobre coagulopatías congénitas Duquesa de Soria 2021, que entrega la Real Fundación Victoria Eugenia a la excelencia de la labor científica de los investigadores en el ámbito de dichas enfermedades. En esta ocasión el Premio ha recaído en el trabajo “Enfermedades raras: Circunstancias y desafíos. De la causa mutacional a la terapia génica del déficit de factor V de la coagulación”, tanto por su desarrollo, como por la novedad de las técnicas que se utilizan y por la relevancia clínica que puede tener en un futuro o a medio plazo. El profesor Antonio Liras, del Departamento de Genética, Fisiología y Microbiología, de la Facultad de Ciencias Biológicas, lidera al grupo multidisciplinar que ha realizado ese trabajo, en la busca de un tratamiento, hoy en día inexistente, para revertir esta enfermedad ultra rara que se genera por el déficit del factor V (léase “factor cinco”).

 

Antonio Liras informa de que el proyecto nació como una colaboración directa cuando conocieron a Celia, una niña que sufre esta enfermedad, a través de la Asociación Andaluza de Hemofilia, que es una asociación de pacientes. Explica Liras que las enfermedades raras son aquellas patologías cuya prevalencia en la población es muy baja, del orden de 1 por cada 2.000 individuos, pero cuando la prevalencia es de 1 por cada 50.000 individuos se habla de enfermedades ultra raras. El déficit del factor V se da “un caso cada millón de nacidos vivos, y en España se calcula que habrá unos seis o siete pacientes, y en el mundo entero unos 800”.

 

Clínicamente, la enfermedad, que comienza antes de los seis años, se caracteriza por episodios de sangrado, que varían de leves a severos en función de los niveles del factor V en plasma, y están asociados con un espectro heterogéneo de manifestaciones hemorrágicas, que van desde sangrados en tejidos blandos o mucosas hasta hemorragias masivas fatales. Luis Javier Serrano, investigador del Departamento y uno de los miembros del grupo, explica que en cuanto a las causas del déficit congénito de factor V, en la mayoría de los casos se debe a mutaciones, de diferente tipo, en el gen F5.

 

Actualmente, de acuerdo con Serrano, “no existe un tratamiento adecuado ni específico para esta patología, sólo hay tratamientos paliativos que se aplican en el momento que ocurre la hemorragia, pero no curan la enfermedad”, sino que cortan la hemorragia, mientras que la enfermedad sigue adelante. La novedad de este proyecto, que se desarrolla en la UCM, es que se basa en “desarrollar un tratamiento curativo, más allá de paliar los síntomas”.

 

Novedosa investigación

Liras explica que para poder llevar adelante la investigación cuentan con un grupo multidisciplinar, porque “el abordaje de nuevas terapias avanzadas requiere muchas perspectivas, como biólogos celulares, genetistas, clínicos, investigadores básicos… Todos ellos enfocados en eliminar la causa de la enfermedad, en este caso la causa mutacional”.

 

Hasta ahora se han conseguido resultados en fase preclínica, y Serrano explica que lo han hecho partiendo de dos estrategias diferentes, por un lado, la terapia celular, que implica utilizar células para curar esa enfermedad, y por otro la terapia génica, que consiste en modificar los genes. El proyecto se ha centrado, sobre todo, en la parte de la terapia génica, basado en corregir la mutación de ese gen F5, para detener la enfermedad, pero también han utilizado otra estrategia que consiste en añadir una copia del gen sano en aquellas personas o modelos celulares que tienen un gen mutado. De ese modo, seguirán teniendo su gen alterado, pero “tendrán además un gen sano que podrá producir una proteína de la coagulación de manera normal y, por tanto, revertir la enfermedad”.

 

Aparte de ser una enfermedad ultra rara y olvidada porque “nadie se preocupa de investigar un tratamiento, ya que no compensa económicamente a las grandes empresas”, muchas veces ni siquiera tiene un diagnóstico certero, como fue en el caso de Celia, a la que no le habían evaluado la mutación e incluso “le habían hecho un diagnóstico erróneo, porque le dijeron que era un factor V Leiden, que en realidad es todo lo contrario”. El grupo que lidera Liras hizo el diagnóstico de la mutación tanto a la paciente como a sus padres, y una vez conocida, “Serrano se dedicó de lleno a preparar un modelo celular”.

 

Después, sobre ese modelo se aplicó la técnica CRISPR de edición génica y se logró corregir en torno a un 40% la mutación de la célula, dando como resultado la investigación que ha conseguido el Premio de la Real Fundación Victoria Eugenia. Reconoce Liras que de momento es un estudio muy parcial, sobre el que se continúa trabajando, con la vista puesta en llegar a la clínica.

 

Contacto directo

Recuerda Liras que cuando conocieron a Celia a través de la Asociación Andaluza de Hemofilia “se empezó a indagar sobre el factor V, de lo que no hay nada hecho ni se está haciendo, más allá del grupo liderado desde la Complutense”. En 2014 Liras estaba trabajando en hemofilia B y cambió de tema tras conocer a Celia, lo que “planteó un desafío total porque se partía de cero, sin ningún tipo de referencia previa para consultar”. Hubo un segundo desafío, que era montar un grupo, que empezó con el Instituto de Investigación 12 de Octubre, la Fundación Jiménez Díaz, el CIEMAT, el Hospital Santa Creu y Sant Pau (“fundamental para la secuenciación y el estudio mutacional del gen”) y la UCM.

 

Serrano reconoce que no es lo mismo investigar algo que se desconoce, sólo sobre un papel, que conocer al paciente, a los padres, a los casos clínicos, juntarse con los pacientes… “Eso te motiva porque se ve que se puede aplicar a alguien concreto a quien se le pone cara y es una relación muy satisfactoria y positiva, porque los pacientes y sus familiares aportan ganas, al tiempo que los investigadores actualizan todos los datos, toda la investigación y damos esperanza”, asevera Serrano. Liras reconoce, por su parte, que esta ha sido una experiencia muy nueva para él en sus treinta años de investigación, porque es la primera vez que pone cara al paciente y eso “te cambia la perspectiva”.

 

Además, la madre de Celia está desarrollando un crowdfunding desde hace ya cinco o seis años y eso moviliza mucha gente y permite un fondo económico de investigación bastante interesante, a lo que ahora se unirán los 9.000 euros del premio, dinero que “facilitará la compra de muchos reactivos, así como aumentar el presupuesto para investigación”.

 

Concluye Liras que “el trabajo premiado es novedoso desde un punto de vista científico y de él van a salir tres publicaciones en una revista de alto índice de impacto, además ha permitido a Serrano hacer la tesis sobre este tema y también se ha conseguido una patente con la UCM”.