CINE

Preestreno de "Un funeral de locos", en la Facultad de Ciencias de la Información

“Un funeral de locos”, de Manuel Gómez Pereira

Texto: Jaime Fernández - 8 abr 2025 10:26 CET

Antes del parón de Semana Santa, el último de los preestrenos que organiza la Escuela de Producción de la Facultad de Ciencias de la Información, dirigida por el profesor Ildefonso Soriano, ha sido la película Un funeral de locos. Para charlar con el público, tras la proyección asistieron a la UCM el director Manuel Gómez Pereira, el actor Quim Gutiérrez y la productora María Luisa Gutiérrez.

 

El patriarca de la familia acaba de fallecer y en sus últimas voluntades dejó establecido que se le velara en la casa. Allí se irán reuniendo todo tipo de familiares y amigos que llevan con ellos muchos secretos que harán que se tambalee la imagen de la familia.

 

Cuenta el director Manuel Gómez Pereira que hace ya muchos años, cuando se estrenó Un funeral de muerte (Death at a funeral) le llamó su amigo y colaborador Joaquín Oristrell y le dijo que tenía que ver esa película, porque tenía un humor que encajaba perfectamente con el que ellos dos hacían. Unos años después, en 2010, los estadounidenses hicieron un remake de la película, aunque con menos gracia que la versión inglesa.

 

En 2024, la productora María Luisa Gutiérrez llamó a Manuel Gómez Pereira y le propuso hacer una versión a la española de la misma historia, a lo que el director accedió encantado, contando para ello con la participación de la guionista Yolanda García Serrano, una clásica de las comedias españolas. A partir de ahí, el objetivo fue españolizar a los personajes y las situaciones, pero sin perder la esencia original del humor inglés. Y lo cierto es que lo han conseguido, con un filme muy divertido lleno de gags que se encadenan uno tras otro hasta llegar a un desenfrenado (y un tanto emotivo) final.

 

Manuel Gómez Pereira, quien en la última década se ha dedicado fundamentalmente a rodar series de televisión, ha sido uno de los grandes nombres de la comedia española, sobre todo en los años noventa y comienzos de los dos mil. Todo ese trabajo le ha permitido entender muy bien el tempo de la comedia y aplicarlo a sus filmes, con más o menos éxito, pero siempre con una buena característica: la capacidad de crear situaciones alocadas y de controlar muy bien a los actores.

 

Confiesa el director que en la comedia no existe la improvisación, que todo está muy estructurado y medido, y de hecho en muchas ocasiones lo tiene tan claro que sólo rueda una toma y le vale con esa. Algo que durante el rodaje le preocupaba realmente a la productora hasta que vio que el resultado era muy satisfactorio.

 

Un resultado que, en este tipo de películas, donde prácticamente todo transcurre en el interior de una vivienda, tiene que apoyarse en un buen guion y en una buena interpretación. Gómez Pereira consigue que todos los actores estén bien y que encajen entre ellos, a pesar de que hay escenas en las que se acumulan tantas estrellas del cine español que parecía casi imposible. La productora María Luisa Gutiérrez cree que los actores han sido muy generosos, porque muchos tenían papeles pequeños a pesar de ser grandes nombres.

 

Lo cierto es que Quim Gutiérrez, sobre quien se estructura toda la trama, mantiene bastante bien el tipo y, como él mismo afirma, pulió el personaje con el director para que no fuera tan pusilánime como el protagonista de la versión inglesa. Con él, el núcleo duro del filme recae en Ernesto Alterio, Secun de la Rosa, Hugo Silva, Gorka Otxoa y Carlos Eduardo Zacu. En una siguiente capa van otros como Belén Rueda, Inma Cuesta, Inmaculada Pimentel, Antonio Resines, Arturo Valls y Santi Ugalde. Un reparto perfecto, extremadamente bien dirigido y coordinado, para hacerse con la taquilla de esta Semana Santa.