CINE

El director y guionista David Marqués, el profesor Ildefonso Soriano y el guionista Rafael Calatayud

“Puntos suspensivos”, de David Marqués, inaugura la temporada de preestrenos en Ciencias de la Información

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 12 sep 2024 00:00 CET

La Facultad de Ciencias de la Información ofrece, a lo largo de todo el curso académico, preestrenos de un buen número de las películas que llegan a las carteleras de nuestro país. Organizados por la Escuela de Producción, que dirige el profesor Ildefonso Soriano, se suelen celebrar en el salón de actos de la Facultad y son de libre acceso hasta completar el aforo. La primera de las películas preestrenadas este curso 2024-2025 ha sido Puntos suspensivos, un filme de suspense de David Marqués.

 

Aparte del placer de ver películas en pantalla grande y con una buena calidad de sonido e imagen, los preestrenos de la Facultad de Ciencias de la Información permiten, en un buen número de ocasiones, contar con la presencia de profesionales del mundo del cine implicados en las películas que se proyectan. En esta primera ocasión del curso se han acercado hasta el campus, para charlar con los asistentes al pase, el director y coguionista del filme, David Marqués, y el otro guionista de la cinta, Rafael Calatayud.

 

Puntos suspensivos, que se estrena en toda España el 20 de septiembre, presenta a un escritor de novelas de crímenes que está inmerso en su nuevo trabajo cuando se ve interrumpido por una visita inesperada e inquietante.

 

Los dos guionistas de la película reconocen que en este trabajo hay influencias de, al menos, cinco películas: La Huella, La trampa de la muerte, Las diabólicas, La soga y Misery. Quien haya visto estos filmes verá fácilmente esas influencias y será capaz de averiguar muchas de las cosas que ocurren en Puntos suspensivos, incluyendo el giro final.

 

Para enfatizar más esas referencias al cine clásico, el director y el guionista han contado con el diseñador Marcos Torres que ha creado las cubiertas de los libros del escritor de la película, los pósteres que adornan su casa y los títulos finales, con un toque muy a lo Saul Bass.

 

El rodaje de la película, que está prácticamente toda ella filmada en una casa aislada cerca de un lago extremeño, se apoya en un guion fragmentado que nos va llevando hacia detrás y hacia delante como si estuviéramos leyendo, de manera desordenada, los capítulos de un libro. Siempre con una idea que flota por todo el metraje que es que cualquiera puede ser un asesino si encuentra el motivo adecuado.

 

Una película de este tipo sólo puede salir adelante con la contribución de actores que estén a la altura de lo que se les exige, lo que logran sin duda José Coronado y Diego Peretti, que tienen muy buena química entre ellos, así como las actrices Cecilia Suárez y Giorgina Amorós.