LIBROS

Esteban Sánchez, Esther del Campo y Cristina García Fernández

Un libro para entender el sufrimiento humano que causa el cambio climático

Texto: Alberto Martín, Fotografía: Jesús de Miguel - 14 nov 2023 13:37 CET

Cristina García Fernández, profesora del Departamento de Economía Aplicada, Pública y Política de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, muestra en su nuevo libro, “Impactos sociales del cambio climático”, algunos de los efectos quizá menos tenidos en cuenta del cambio climático, pero en los que se hace evidente el sufrimiento humano que provoca este problema ambiental: las migraciones por motivos climáticos, su mayor incidencia en las mujeres y niñas de las zonas afectadas, su efecto en el incremento de la desigualdad o la aparición de nuevos conflictos internacionales o el agravamiento de otros ya existentes. 

 

La obra -que se suma a la colección “Desarrollo y Cooperación”, que coeditan el Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación (IUDC) de la Universidad Complutense y la editorial La Catarata- ha sido presentada este martes 14 de noviembre en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología; en un acto en el que la autora ha estado acompañada por la decana Esther del Campo y por el director del IUDC, Esteban Sánchez.

 

El profesor Esteban Sánchez califica el libro como una muestra de “activismo académico”, un acto necesario para denunciar la “deshonrosa herencia” que nuestra generación y varias anteriores va a dejar a las futuras “durante siglos, y no exagero”. Se trata de la primera obra que el IUDC dedica por completo al cambio climático en su ya extensa colección -con más de 60 títulos- que coedita con La Catarata. Un libro que el propio Sánchez espera que sirva para romper una dinámica extendida en este, al igual que en otros temas, en la que los libros especializados en determinados temas solo son leídos por los expertos en ese tema. La obra de la profesora Cristina García, como también coincide en señalar la decana Esther del Campo, puede salirse de ese círculo y llegar al gran público. “Es un libro delicioso de leer”, señala Sánchez. “Muy bien escrito, que se lee muy fácilmente sin que eso le haga perder profundidad en la descripción de los problemas que aborda”, afirma la decana.

 

El libro, como describió la propia autora, está estructurado en cinco capítulos. El primero, “el más científico”, aborda la definición y alcance del cambio climático, tanto en su vertiente medioambiental, como en la social. “El cambio climático, el gran desafío”, se titula ese primer apartado, en el que la profesora García Fernández se sirve de sus conocimientos e investigaciones sobre el tema, que inició allá por 1995 cuando realizó la primera tesis dirigida en la UCM sobre cambio climático. Entonces, como recordó la autora, no había prácticamente nadie en España estudiando esta materia, hasta el punto de que uno de sus profesores la recomendó buscar otra temática para su tesis, ya que esta iba a tener “corto recorrido”.

 

Los siguientes tres capítulos describen los impactos sociales elegidos por la autora como base de su obra: “Las migraciones climáticas. Situación actual y jurídica del migrante climático”, “Seguridad, conflictos y cambio climático” y “Desigualdad, género y cambio climático”. Para escribirlos, la profesora García Fernández ha profundizado en su conocimiento, ya que hasta ahora no habían sido el centro de sus investigaciones. Así, a través de datos y reflexiones sitúa a los lectores ante realidades desconocidas por la mayoría, como que las migraciones por motivos climáticos son superiores año tras año a las que se producen por conflictos armados. Si en 2021 eran el doble, incluso en 2022, año del gran éxodo provocado por la guerra en Ucrania, han seguido siendo superiores, con 30 millones de migrantes climáticos por los 29 millones que lo han hecho movidos por las guerras en sus territorios. A diferencia de estos, y también de los que lo hacen por otros muchos motivos, ya sean étnicos, religiosos u otros, quienes dejan sus hábitats porque, por ejemplo, han quedado bajo el nivel del mar o son imposibles de cultivar por la desertificación, no tienen, según denunció la profesora García Fernández, “ningún amparo jurídico del Derecho Internacional” y cualquier país les puede negar el refugio o asilo.

 

El impacto en las mujeres y niñas es muy preocupante. Ellas en muchas ocasiones son la inmensa mayoría de las denominadas “poblaciones atrapadas”, las que no tienen recursos para buscar otros lugares, otro futuro. Al quedarse en sus tierras son víctimas de abuso y del estigma social. El tercer impacto elegido por la autora, el de los conflictos internacionales, está aún poco estudiando, pero, como afirma, es innegable que en no pocos conflictos el cambio climático está agravando la situación. Lo que ocurre en la región del Sagel con una desertificación que avanza cada año es un buen ejemplo. Y lo que está provocando el deshielo del Ártico, con varios países enfrentados -Canadá, Rusia, Estados Unidos e incluso China- para hacerse con el control de las nuevas rutas de transporte comerciales que posibilita, es un ejemplo de las tensiones geopolíticas que puede, que ya está, ocasionando el cambio climático.

 

El quinto y último capítulo, “Las ciudades y los pueblos (aldeas) inteligentes como forma de adaptación social ante el cambio climático”, es un aspecto en el que la profesora García Fernández lleva ya un tiempo trabajando, y aunque aún está en una primera fase de desarrollo puede significar un antes y un después en la adaptación de las poblaciones.