CULTURA
La Muestra de Teatro Mínimo UCM alcanza su decimoséptima edición
Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 16 dic 2024 09:55 CET
El 12 de diciembre, el paraninfo de las facultades de Filología y Filosofía ha acogido la Muestra de Teatro Mínimo y Monólogos UCM 2024. Con un máximo previsto de diez minutos y un mínimo de tres, el certamen ha acogido diez propuestas de diferentes grupos teatrales de la universidad, incluyendo este año, por primera vez, la participación de un estudiante, Lucas de la Hermosa, que no forma parte de ninguna compañía, pero que se ha animado a hacer un monólogo, que él mismo ha escrito, dirigido e interpretado. Como en anteriores ocasiones, son todas representaciones sin apenas atrezzo en el escenario, así que están basadas en la fuerza de los diálogos. Al final de las actuaciones se entregó un diploma a los actores, a los directores y también a los autores en el caso de que fuesen obras originales.
Las piezas presentadas en esta ocasión han sido muy variadas, desde obras originales hasta adaptaciones o incluso lo que podría considerarse reposiciones como es el caso de Teatro por Necesidad que ha puesto en escena Poema de Antonio Cerezo Contreras, un fragmento de la obra Mujeres de Arena. Esta es una obra de teatro documental de denuncia sobre los feminicidios de Ciudad Juárez, que ya interpretó la compañía en la V Muestra de Teatro por la Igualdad de 2020. Bajo la dirección de Sara Calvo, denuncia ese feminicidio que no cesa y que además no no tiene la atención mediática ni social que debería, “al igual que ocurre con la violencia de género en su totalidad”.
Chamaeleo ha optado por Bebé burro. Monólogo en dos cuerpos, de María Elizabeth Nuño, y dirigida por Cristina Valverde Cañas. Ellas mismas describen la obra como un “monólogo desgarrador de autodescubrimiento y sanación, que destaca la importancia de la compasión y el apoyo emocional en la recuperación de un pasado marcado por el abuso”, y que de alguna manera, en algunos de sus textos, recuerda a la serie Mi osito de peluche.
Como es habitual en Cómicos de Adamuc, han optado por una obra clásica de Miguel Mihura, en concreto El seductor. Bajo la dirección de Mercedes Menéndez, la pieza es un claro ejemplo del teatro del absurdo en el que se desarrolla un diálogo donde se manifiesta la pasión y el amor. La obra fue escrita por Mihura para celebrar, en mayo de 1965, las 500 representaciones de Ninette y un señor de Murcia.
La compañía Europa Teatro ha puesto en escena dos obras, Toma dos tazas, de Alfredo Sanzol, dirigida por Jaime Cano, en el que una torera da un giro a su vida pasándose a la posición contraria de la que partía, y en la que hay una mujer que lo guarda todo. La otra obra ha sido La procesión va por dentro, escrita y dirigida por Lola Collaz y donde se plantea que “hay pasiones que ni los muros del convento pueden contener”.
La Escena Roja ha vuelto a las tablas de la Complutense con la obra Prólogo (Trilogía de lo invisible), de Azorín, dirigida por Mercedes Ladrón de Guevara. Las responsables de la compañía explican que esta pieza es “una reflexión sobre el teatro, la vida y la realidad desde una perspectiva poética e introspectiva, donde a través de los personajes, se explora el conflicto entre la realidad y la ficción, el arte y la vida”. Para ello, y sobre el escenario, antes que empiece el ensayo aparecen el director y la actriz con un personaje, que bien pudiera ser la muerte, que les cuestiona si saben lo que están haciendo realmente.
Lucas de la Hermosa, que ha creado y dirigido Echo de menos el mar, es también el intérprete único de esta obra en la que se plantea sus decisiones vitales mientras coloca en su nueva casa los recuerdos del pasado. A pesar del título, lo que viene a decir la breve pieza de tres minutos es que no le gusta el mar, que en realidad lo que echa de menos son los amigos con los que ha estado conviviendo en el mar.
Las actrices Ana Moreno e Inmaculada Rodríguez, de la compañía Making off, han sido las protagonistas de Un casting porno, de José Ignacio Tofé, y dirigida por Eduardo Campos. En esta divertida pieza se cuenta la búsqueda de intérpretes para la primera película del nuevo porno.
Toño Fernández, de Teatruko, ha escrito la obra Lulú, que él mismo dirige junto a Chema Risko, y que reflexiona sobre las relaciones de pareja.
La Kanalisis, de la compañía Triaca, se define como “un fenómeno por el cual unos seres son capaces de mostrar externamente sus pensamientos”, y esto se ve en la obra con tres versiones diferentes de un mismo momento, partiendo de lo políticamente correcto hasta un lenguaje mucho más directo en un viaje en el que un personaje “no es capaz de identificarse con sus propios pensamientos y los rechaza”. El director de la obra es Marco Daqui Espinoza, quien ha escrito la pieza junto a Víctor López.