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El decano Gonzalo Jover y el rector Joaquín Goyache, posan ante el árbol plantado en la Facultad para conmemorar los 30 años de su creación

La Facultad de Educación – Centro de Formación del Profesorado celebra su trigésimo aniversario

Fotografía: Jesús de Miguel - 22 jun 2022 11:18 CET

La Facultad de Educación-Centro de Formación del Profesorado de la UCM, la primera en crearse en España, ha conmemorado este 21 de junio el trigésimo aniversario de su constitución. Los actos han incluido la celebración de una mesa redonda sobre el proceso de su creación, en la que participaron varios de sus principales actores, y la presentación del nuevo logotipo de la Facultad y posterior plantación de un árbol en la entrada del centro, a la que acudió el rector Joaquín Goyache. Como destacó, el decano Gonzalo Jover, si aquella Facultad, que durante estos años ha formado a más de 50.000 educadores, es hoy un referente en su campo, con muchas de sus titulaciones en los primeros puestos de los rankings de calidad, ha sido y es “gracias a la voluntad de mejora y de hacer las cosas bien de los que estamos en ella y de nuestra Universidad”.

 

Fue el Real Decreto de 27 de septiembre de 1991 el que autorizó la creación en la Universidad Complutense de la primera Facultad de Educación de España, que fusionaba todos las instituciones dedicadas a la formación de educadores existentes en esos momentos: la sección de Educación de la entonces llamada Facultad de Filosofía y Ciencia de la Educación, las escuelas universitarias de formación del profesorado María Díaz Jiménez y Pablo Montesinos y el Instituto de Ciencias de la Educación (ICE). Pero como contaron los profesores María José Fernández Díaz, Antonio Moreno González y Arturo Romero Salvador, pasaron muchas cosas antes y después de aquel Real Decreto que hicieron posible la creación de la Facultad.

 

Para Antonio Moreno, que en aquel 1991 era el director de la Escuela María Díaz Jiménez, buena parte del mérito de la creación de la Facultad hay que dársela a los responsables políticos de la época, quienes decidieron incorporar una disposición adicional a la LOGSE, aprobada un año antes, que dio lugar al Real Decreto que después autorizó la constitución de la Facultad. Según indicó, el ministro Javier Solana y el entonces secretario de Estado de Educación, Alfredo Pérez Rubalcaba, ambos complutenses y con los que el propio Moreno mantenía relación de amistad, se involucraron personalmente en el proceso de creación de la Facultad, poniendo todos los medios a su alcance para hacerlo posible. Según contó el profesor Moreno, los más de 800 millones de pesetas que costó la rehabilitación del edificio en el que se instaló la Facultad, antigua sede de la Sección Femenina del Movimiento Nacional franquista, corrieron a cargo del Ministerio.

 

Para hacer posible la fusión de las cuatro instituciones que entonces se dedicaban a la formación del profesorado en la UCM, el Rectorado creó una Comisión Gestora, a cuyo frente el rector Villapalos situó a su vicerrector de Investigación, el profesor Arturo Romero. Como contó, el proceso no fue sencillo, ya que involucraba a muchas partes, pero “lo importante es que al final todo se resolvió y aquí estamos”. Una de las integrantes de aquella Comisión Gestora fue la profesora María José Fernández Díaz, quien años después sería decana del centro. De acuerdo con ella, el principal problema que hubo fue la distinta procedencia y cualificación del profesorado que tenía que formar la nueva Facultad. Alrededor de 80 de ellos procedían de la sección de Educación de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, mientras que más de 200 venían de las escuelas universitarias. Las discusiones en la comisión fueron “duras”, aunque siempre “en un ambiente de respeto y armonía”. Al final las “disidencias, discrepancias y temores”, como los calificó Antonio Moreno, dieron paso a los necesarios consensos y la Facultad se hizo realidad “porque era lo que todos queríamos”.

 

La mesa redonda estuvo moderada por el profesor Jon Igelmo, incorporado, como él mismo resaltó, al centro hace apenas unos pocos años, pero muy interesado en este proceso de creación que, en buena medida, fue la culminación del deseo mostrado en la II República de llevar los estudios de Pedagogía a la Universidad. El profesor Igelmo presentó un documental sobre la historia del edificio en el que se encuentra ubicada la Facultad, y que antes fue un orfanato para hijos de médicos fallecidos y después, durante el franquismo, sede de la Sección Femenina de Falange y del Colegio Mayor Nuestra Señora de la Almudena.

 

 

 

 

 

Tras pasear por la historia, la celebración de este 30 aniversario se centró en el presente y, sobre todo, en el futuro. El decano Gonzalo Jover presentó el nuevo logo del centro, aprobado recientemente por su Junta de Facultad. Obra del profesor Julio Romero Rodríguez, la nueva imagen institucional aúna la silueta del edificio y la de un árbol. La idea es fusionar lo orgánico y lo inorgánico. El árbol, como explicó el decano, identifica al mundo de la educación a través de su potente metáfora del proceso de crecimiento continuo que caracteriza a ambos. A su vez, el árbol es el símbolo de la multidiciplinariedad de la ciencia, que también es una de las características de la Facultad, ya que forma educadores de todas las ramas del saber.

 

El rector Joaquín Goyache clausuró la celebración felicitando a la Facultad por su exitoso recorrido y su brillante presente, y asegurando la colaboración del Rectorado en cuanto precise para seguir mejorando. También aprovechó para reivindicar la necesidad de un pacto de Estado educativo, que la Educación dejé de modificarse por los vaivenes políticos. “Aquí -concluyó Goyache- se hacen las cosas bien, pero necesitamos políticos que nos dejen hacerlas aún mejor