Fotografía: Francisco Rivas - 28 abr 2023 11:30 CET

Como explican las profesoras de la Facultad de Farmacia Elvira López-Oliva y Ana Sánchez Pina, coordinadoras del proyecto, este surgió por su curiosidad en adentrarse en la metodología ApS. Cuentan que en su Facultad son muchos los profesores que realizan este tipo de formación, y “veíamos que todos estaban supercontentos, por lo que nos pusimos a ver qué podíamos hacer nosotras”. Encontraron una problemática que los estudiantes de la Fisiología deben conocer bien: la hipertensión arterial. Y, a la vez, vieron que en torno a ella existe una gran necesidad social, ya que es un grave problema de salud pública y que para tratarla de manera continuada es necesario que los propios pacientes lleven un control de su tensión arterial, algo que muchos no saben hacer de manera adecuada. Hay que tener en cuenta, como apunta la profesora Sánchez Pina, que es una enfermedad que no se manifiesta, por lo que muchas personas, sobre todo mayores, ni siquiera saben que la tienen, ya que no llevan un control correcto de su presión arterial.

Para ver cómo podían convertir su idea en un ApS, la profesora López-Oliva realizó el curso de formación que organiza la Oficina de ApS de la UCM y salió de él con la Memoria preparada. Como explican las profesoras, la propia Oficina les facilitó el contacto con los tres ayuntamientos madrileños con los que tiene convenio, Coslada, Alcobendas y Alcorcón, que, encantados, se sumaron al proyecto, facilitando el servicio en los centros de mayores y residencias ubicadas en estas localidades. “Además -explican las coordinadoras del proyecto- nosotras contactamos con la Sociedad Española de Hipertensión (SEH-LEHLA). Nos dirigimos a esta con el esquema del proyecto escrito, se lo mandamos y nos llamó el propio presidente, el doctor García Donaire, quien nos dijo que este proyecto era fundamental, que existía un vacío realmente entre atención primaria y el paciente, porque aunque el médico les explica cómo tomarse de forma correcta la tensión arterial, ven que eso se lo lleva el viento, y en la práctica las medidas que los pacientes les llevan no son veraces y los médicos no pueden hacer un diagnóstico adecuado. El apoyo de la SEH-LELHA significó mucho para nosotras. Decirnos que esto tenía impacto a nivel social y de mejora de la salud pública, y que nos necesitaban, para nosotras fue muy importante”, concluyen las profesoras, quienes también consiguieron otras colaboraciones con la Sociedad Española de Ciencias Fisiológicas, la Sociedad Española de Atención a las Personas con Enfermedades Crónicas, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid y el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid,

Las profesoras López-Oliva y Sánchez Pina invitaron a participar en el proyecto a sus compañeros del Departamento de Fisiología de las Facultades de Farmacia y de Medicina. Se animaron 38 profesores y profesoras, 19 de cada Facultad, a los que se sumaron otros dos docentes de otros Departamentos y cuatro miembros del PAS. Facultativos de la propia Sociedad Española de Hipertensión formaron a los profesores y estos posteriormente lo hicieron con sus estudiantes. Al proyecto se apuntaron 119 estudiantes de los 8 grados en los que se imparte Fisiología en la UCM. “Lo han hecho voluntariamente, ya que por la complejidad de ser de tantos grados no se pudo vincular el proyecto a ninguna asignatura en concreto, aunque podrán optar al reconocimiento de 2 ETCS de libre elección. Para ellos ha sido muy bueno porque es aplicar de manera humanitaria y profesional lo que aprenden en la Facultad. Es muy interesante para ellos salir de la Facultad, y tratabajar como si ya fueran profesionales, con total entrega y con muchísima ilusión”.

En concreto, los estudiantes han participado en 54 intervenciones, consistentes en talleres de dos sesiones. “En la primera el estudiante forma y capacita a los usuarios, a los colectivos vulnerables de padecer hipertensión, en la correcta medida de la hipertensión arterial y les conciencia del impacto que tiene sobre la salud y la importancia de identificarla precozmente. En la segunda sesión, los usuarios traen los deberes que se les han puesto, que normalmente es una medida diaria por la mañana y por la tarde durante una semana. Los estudiantes ven si lo han hecho bien, resuelven sus dudas y estudian los valores registrados. Aquí el estudiante se da cuenta del impacto de su formación sobre el paciente”. Las sesiones se han impartido en centros de mayores de los ayuntamientos de Coslada y Alcobendas; en tres asociaciones de salud de Alcorcón - Sociedad de Diabetes Madrid Sur, Sociedad de Enfermos del Corazón y Sociedad de Enfermos con Artrosis y osteoporosis de Alcorcón-; en centros de día de Neurovida y en varias residencias Afanias. “En estas, un grupo de estudiantes de Medicina han estado con 38 pacientes con discapacidad intelectual y ha sido súperemocionante”, destacan las profesoras.

En total, se han atendido a 496 pacientes, sin contar las 130 personas que atendieron en la Feria de la Salud de Coslada, en la que estudiantes y profesores del proyecto estuvieron presentes enseñando a tomar la tensión y explicando los peligros de la hipertensión, y a los que atiendan en su próxima colaboración con el Centro de Medicina del Trabajo de la UCM en la campaña de hipertensión de la Complutense, destinada a trabajadores y estudiantes.

Una última “pata” del proyecto ha sido la de la concienciación de la problemática de la hipertensión entre estudiantes de formación profesional, para lo que se visitó el Colegio de FP Tres Olivos, y el IES Las Musas. También lograron la participación del líder de la estrategia HEARTS, de la OPS/OMS para la lucha contra la hipertensión, el doctor Pedro Ordúñez. “Le escribimos al ver la difusión que tiene la iniciativa HEARTS en el mundo, y para nuestra sorpresa se puso en contacto con nosotras y tuvimos una entrevista por videoconferencia. Se ofreció a colaborar y, de hecho, ha impartido desde Washington por videoconferencia formación para nuestros estudiantes y a nosotras mismas”, concluyen las coordinadoras del proyecto, quien pese al enorme trabajo que les ha supuesto, no descartan preparar una nueva edición. “Estamos muy cansadas… Pero no se nos acaban las ganas. Ha sido una experiencia increíble y un reto docente y profesional extraordinario”, concluyen.