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Acto de entrega a las familias de los restos encontrados en la fosa de Colmenar Viejo, celebrado en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense

Biológicas acoge el acto de entrega a las familias de los restos exhumados de la fosa de Colmenar Viejo

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 18 sep 2024 00:00 CET

La tarde del 17 de septiembre, el salón de actos de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UCM ha acogido el acto de entrega a los familiares de los restos de Florencio Elipe y Martina Aparicio, fusilados en Colmenar Viejo el 13 de julio de 1939. En la identificación de los asesinados ha sido fundamental el trabajo llevado a cabo, por profesores y estudiantes, en la Unidad Docente de Antropología de la Facultad. El acto de entrega, además de con familiares y amigos, contó con la presencia del secretario de Estado de Memoria Democrática y con representantes de la UCM, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y de la Asociación Comisión de la Verdad de San Sebastián de los Reyes.

 

Florencio Elipe, como ha recordado su nieta Natalia Elipe, antes de la guerra civil era un albañil que se afilió al PSOE y después al PCE. Durante el conflicto llegó a ser comisario político con Líster y en el frente de Teruel perdió un brazo y el otro se le quedó deformado. Tras la guerra fueron a por él y le fusilaron, dejando huérfano a un hijo de tan solo 16 meses.

 

Martina Aparicio, de acuerdo con su nieta Magdalena Colmenarejo, sólo cometió un delito, que fue ser la mujer de Blas Colmenarejo, un líder obrero de Colmenar Viejo. Tras la guerra, y en vista de que no conseguían dar con él, fusilaron a la mujer, meses antes de fusilar también a Blas.

 

Ellos dos han sido, según informa el decano de Biológicas, Benito Muñoz Araújo, los primeros identificados de la represión franquista en la Comunidad de Madrid, y sus restos en Colmenar Viejo se hallaron en una fosa donde enterraron a otras 105 personas que fueron fusiladas en el mismo lugar y día del año 1939.

 

Carmen Carrera Béjar, de la Asociación Comisión de la Verdad de San Sebastián de los Reyes, ha recordado cómo en 2015 un grupo de vecinos de esa localidad “inició una andadura que no podíamos imaginar que iba a llegar hasta este acto de hoy”. De acuerdo con ella, ha sido un largo camino para conseguir permisos y apoyos, incluyendo la información obtenida en los archivos eclesiásticos y del Ministerio de Defensa, pero estas primeras identificaciones son “un resultado muy esperanzador”.

 

Hace Carrera Béjar una llamada a otras familias que sepan que fueron fusilados allí sus parientes para que donen sangre que permita identificar el máximo número de restos. Informa de que el objetivo final del trabajo es erigir un memorial para depositar los restos no identificados, así como aquellos que sí lo sean y lo deseen sus familias.

 

Almudena García-Rubio, investigadora de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, ha recordado que con el tema de las exhumaciones hay que ir siempre con las expectativas muy bajas, “ya que la experiencia demuestra que es algo muy difícil, y de las búsquedas que parecen viables un 50% resultan ser negativas”. De todos modos, reconoce que siempre “hay que intentarlo” para devolver la dignidad a personas como Florencio y Martina y para reconocer “su compromiso frente al fascismo y el patrimonio ético y democrático que representan”.

 

Antes de la entrega del informe completo de las exhumaciones y de la interpretación de la pieza Morir en Madrid a cargo de David Ortiz, el profesor Luis Francisco Ríos Frutos, de la UCM, ha querido agradecer la paciencia y la confianza que han puesto todos los implicados en la labor de la Complutense, y ha prometido seguir trabajando en las tareas de identificación.

 

Ha cerrado el acto Fernando Martínez López, secretario de Estado de Memoria Democrática, quien ha asegurado sentirse honrado por participar en un acto “tan emotivo e importante en pos de la justicia y la reparación, y para que estas dos personas tengan el reconocimiento que nunca tuvieron”.

 

Recuerda Martínez López que, a pesar de los negacionismos u olvidos actuales por parte de algunas fuerzas políticas, “la represión franquista fue durísima, con asesinatos execrables que intentaba ocultar en fosas comunes”. Es consciente el secretario de Estado de que “la memoria es corta y es fácil perderse entre tanta noticia falsa y propaganda, pero un acto como este no lo olvidarán ni los familiares ni los miembros de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UCM”.

 

Confiesa, por último, que el Estado democrático español tendría que haber hecho mucho más para dignificar a las víctimas de la represión franquista, y está convencido de que el actual Gobierno va a continuar con ese proceso de dignificación institucional, porque “es una obligación moral” y porque “memoria es democracia”.