CURSOS DE VERANO

Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial

La secretaria de Estado Carme Artigas compara el actual impulso digital con la modernización que supuso la entrada en la UE

Fotografía: Jesús de Miguel - 18 jul 2023 11:46 CET

Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, ha afirmado que el impulso digital que se ha dado España en los tres últimos años solo es comparable a lo que supuso para la modernización del país su ingreso en la Unión Europea a mediados de los años 80 del pasado siglo. Y lo mejor, a su juicio, está aún por venir. “España está siendo vista a nivel internacional pionera en temas como la Inteligencia Artificial “humanística” y la computación cuántica, que nos sitúan en una posición inmejorable”, concluyó la secretaria de Estado en su intervención en el curso “Retos de la presidencia española ante la agenda social y económica de la Unión Europea”, que coordina el Consejo Económico y Social de España (CES) en el marco de los Cursos de Verano de la UCM.

 

El liderazgo español en temas de tanta actualidad como los dilemas éticos de la inteligencia artificial o el desarrollo de la computación cuántica, a juicio de Carme Artigas, son posibles gracias al impulso innovador que ha dado el Gobierno en esto últimos años. Que España sea el primer país que crea una Agencia Nacional de Supervisión de la Inteligencia Artificial o que dicta una Carta de Derechos Digitales a sus ciudadanos -que, por ejemplo, trata de evitar la denominada “discriminación algorítmica”-, no es casualidad sino fruto del trabajo, del impulso y la innovación. Lo mismo ocurre en el campo de la computación cuántica, donde el programa Quantum Spain “nos ha situado en una posición privilegiada”, de cara el futuro. “No se trata de tener los ordenadores cuánticos más potentes sino de estar presentes en los aspectos de futuro, como pueden ser los chips cuánticos o la criogenización”, puntualizó.

 

Artigas explicó que España está viviendo un proceso de digitalización sin comparación en Europa y que, aunque ya se estaba preparando un plan nacional, la irrupción de la pandemia y la posterior respuesta europea con los fondos next generation, han permitido llevar a cabo una revolución sin precedentes. De los más de 140.000 millones asignados a España, más de 28.000 se han dedicado a la transformación digital. La Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial está coordinando el reparto de 25.000 de ellos, además de disponer de 3.000 millones para su ejecución directa. Según afirmó la secretaria de Estado, España fue el primer país en presentar a Bruselas su plan de digitalización y el primero en comenzar a ejecutar los fondos. En la actualidad ya ha recibido el tercer pago y ya ha pedido el cuarto. “Por contextualizar, Italia aún no ha recibido el segundo pago”, señaló Artigas.

 

La puesta en marcha de “planes de implantación transformadores y transversales” han permitido que España en un tiempo récord haya situado su “economía digital” como el segundo sector vertical con mayor peso en el PIB, con un 23%, solo por detrás del sector de la construcción. La economía digital incluye, según explicó Artigas, no solo al sector tecnológico, sino la digitalización de todos los sectores económicos, desde el agrícola hasta el aeroespacial, por señalar dos ejemplos extremos. Esto se ha logrado estableciendo los denominados PERTE, doce sectores estratégicos que han tenido una especial consideración en el reparto de las ayudas. El crecimiento digital de estos sectores ha propiciado un salto hasta el séptimo puesto mundial de España en el índice DESI (Digital Economy and Social Index) y hasta el cuarto puesto en el ranking de digitalización de las administraciones públicas de los países europeos. La secretaria de Estado también destacó que las ayudas también están llegado de manera directa a las empresas a través del denominado “Kit digital” para Pymes, que ya lleva asignados más de 2.000 millones de euros.

 

Artigas concluyó su intervención subrayando la necesidad que tenía España de dar este paso adelante, de ser capaz de hacer cambios estructurales de su modelo económico para cambiar su modelo productivo. Con el proceso de digitalización, y también con la transición verde que se ha emprendido a la par, lo está consiguiendo. “Somos una generación de transición entre el modelo industrial y el digital, que aún no sabemos bien el impacto que va a suponer, pero que no nos podíamos detener por el bien de la siguiente generación”, concluyó.