IGUALES

Carmen Millán, José María Coello de Portugal, Andrés Ramos, Víctor Briones y María Guijarro

La Complutense y la ONCE prorrogan el convenio para dar continuidad a la Cátedra de Tiflotecnología

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Francisco Rivas - 21 feb 2023 14:38 CET

Cuando se visita el Centro de Tiflotecnología e Innovación (CTI) de la ONCE se da cuenta de las necesidades cotidianas (algunas más grandes y otras pequeñas, pero todas vitales) que se necesitan para llevar una vida digna. Allí se pueden ver sus diferentes máquinas en funcionamiento, haciendo realidad diseños de objetos que van desde bastones hasta plantillas para que las personas ciegas o con discapacidad visual grave puedan utilizar una vitrocerámica táctil. Y allí, en esas instalaciones, es donde se ha firmado la prórroga del convenio entre la UCM y la ONCE que se ratificó por primera vez en 2020, y que dio lugar a la creación de la Cátedra ONCE-Tiflotecnología.

 

Andrés Ramos, director general adjunto de Servicios Sociales para Afiliados de la ONCE, ha señalado, en el acto de la firma, que “es importante avanzar juntos, porque así ganamos todos”. Una idea que ha estado también el discurso de los vicerrectores Víctor Briones, de Estudios, y José María Coello de Portugal, de Relaciones Institucionales. Para este último, “la sociedad en su conjunto se beneficia de estas actividades que relacionan a la Complutense con instituciones como la ONCE”.

 

De acuerdo con Coello de Portugal, de la investigación surgen siempre nuevas necesidades, y eso hace que las relaciones deban ser a largo plazo, contando además con personas tan comprometidas como María Guijarro, directora de la cátedra. Ella misma considera que “es mucho más que una cátedra, es el trabajo del día a día, que permite investigar, enseñar y formar”.

 

El objetivo, detrás de la cátedra, seguirá siendo el mismo que la ha definido en sus primeros años: lograr que todo miembro de la comunidad complutense entienda que la tecnología debe ser accesible a todas las personas. Carmen Millán Vera, directora del CTI, apostilla que además de la investigación es fundamental la sensibilización, porque “los estudiantes de ahora son los próximos profesores, economistas, ingenieros, programadores…”, y con el trabajo de todos ellos se conseguirá que la tecnología “sea totalmente accesible e inclusiva”.

 

El vicerrector Víctor Briones ha elogiado la parte de investigación aplicada que tiene esta cátedra, así como la que se realiza en el CTI, con diferentes maquinarias que han optimizado la calidad y los tiempos de realización para dar respuesta a una sociedad que debe avanzar en su conjunto. En este centro de la ONCE diseñan material que surge de sus propias ideas, pero también de ideas externas que faciliten la vida de sus asociados, y para ello cuentan con impresoras 3D, que han sustituido a los lentos y caros moldes, máquinas de corte de precisión con láser o una gran impresora ultravioleta.