ÁGORA
La Complutense y la UNED organizan el tercer congreso internacional sobre ciberseguridad y elecciones
Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 10 may 2023 14:12 CET
Con el subtítulo “Garantías frente a los desórdenes informativos en la era digital”, los días 10, 11 y 12 de mayo se celebra la tercera edición del Congreso Internacional de Ciberseguridad y Elecciones. La jornada final se celebrará en el Congreso de los Diputados mientras que las dos primeras tienen como sede la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM. En la sesión inaugural se han reunido, tanto en la mesa como entre el público, representantes de las dos universidades organizadoras, así como de los colaboradores: la Comisión de Venecia, la Junta Electoral Central, el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, la Red Mundial de Justicia Electoral y el proyecto FREuDE del Centro de Excelencia de la Universidad de Viena. Ante este plantel de entidades y de 120 participantes de diferentes países, el decano de la Facultad de Derecho, Ricardo Alonso, no ha dudado en denominar al encuentro como un “supercongreso”.
Miguel Colmenero Menéndez de Luarca, presidente de la Junta Electoral Central, ha recalcado que “en un sistema democrático las cosas funcionan o deben de funcionar mucho mejor, si el votante, en el momento de entregar su confianza a través de su voto, está suficientemente y bien informado, porque ha tenido acceso a información adecuadamente contrastada”. A pesar de eso, “a través de las redes sociales se replican constantemente, de una forma exponencial, noticias que no son ciertas pero que al aparecer tan repetidas acaban convenciendo a un público, que en muchas ocasiones ni siquiera está dispuesto a hacer una crítica seria de aquello que recibe, así que lo acepta sin más y esto puede provocar un cambio enorme en los impulsos que determinan el sentido del voto del elector que es quien debe de ser el mayor protagonista del sistema democrático”.
Eso, unido a los “avances tecnológicos absolutamente imparables”, hace que sea necesario la celebración de Congresos como este, donde, de acuerdo con Rosa María Martín Aranda, vicerrectora de Investigación, Transferencia del Conocimiento y Divulgación Científica de la UNED, se da voz, desde la academia, a los investigadores en un claro ejemplo de transferencia del conocimiento.
Colmenero añade que la preocupación es latente como demuestra que la Unión Europea haya aprobado en 2020 el Libro Blanco sobre la inteligencia artificial, “lo que es un buen punto de partida para trabajar sobre esas ideas”, y que en España la Ley de Presupuestos Generales para 2022 preveía la creación de la Agencia de Supervisión de Inteligencia Artificial, que aunque no está todavía en funcionamiento se prevé que quizá lo esté en otoño. Otras entidades como el Centro Nacional de Inteligencia también se preocupan por el impacto de la ciberseguridad, como ha quedado reflejado en el congreso celebrado recientemente en la República Dominicana, con la intervención de numerosísimos expertos que están buscando “cuáles pueden ser las respuestas que cada uno podemos aportar desde nuestra posición”.
Considera el presidente de la Junta Electoral Central que uno de los puntos básicos sería identificar, de manera expresa, cuándo la inteligencia artificial ha intervenido en algún proceso, “de tal manera que el que recibe esa información sepa que en su elaboración ha intervenido una IA y así poder prevenirse ante esa presencia”.
Además de eso cree que es conveniente el hecho de que no haya una respuesta variada sino que sea uniforme, lo que probablemente sea imposible a nivel mundial, pero “al menos en grandes áreas geopolíticas la respuesta debería ser uniforme ante los retos que presenta la utilización de la inteligencia artificial”, Por último, opina Colmenero que hay que “establecer con claridad unos principios que nos permitan ir aplicando las leyes a supuestos que no se podían prever cuando se aprobaron, porque es muy difícil estar ajustando la ley constantemente a los adelantos tecnológicos”.
Yolanda Gómez Sánchez, directora del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, reconoce que el tema de este Congreso es una de las líneas de investigación fundamentales de la institución que dirige, porque “es un tema de extraordinaria importancia para la democracia del siglo XXI”. De acuerdo con su percepción las tecnologías van a tener una incidencia directa en la democracia actual y en la de los próximos años, que se traducirá “en una formalización diferente del sistema de participación de la ciudadanía”.
Agradece, por tanto, la celebración de un Congreso con un “programa abrumador”, del que la profesora complutense y una de las organizadoras de las sesiones, Loreto Corredoira, destaca sus doce mesas académicas y sus siete mesas plenarias, impartidas por expertos en las diferentes áreas del conocimiento.
También José Luis Vargas, fundador de la Red Mundial de Justicia Electoral, señala la oportunidad de un Congreso cuyo tema coincide con su línea de trabajo en “todo lo que tiene que ver con inteligencia artificial, información, desinformación y, por supuesto, las redes sociales”. Apunta Vargas que estas últimas no hay que verlas como enemigas, sino que no tienen que ser un aliado, ya que se ha visto que “la desinformación se combate con información, con información correcta, con información adecuada, y un ejemplo de ello se ha visto en el reciente proceso electoral de Brasil, donde combatieron a la desinformación dando información adecuada para que el votante tuviera todas las opciones de información”.
Para el representante de la Red Mundial de Justicia Electoral, es básico que se entrelacen instituciones para llegar a conclusiones comunes, destacando entre ellas a la Universidad Complutense, que “desde un inicio ha fomentado estos encuentros para generar discusión en torno al tema”, y a la Comisión de Venecia que “es fundamental en el sistema democrático, no sólo europeo sino internacional”.
Precisamente Rafael Bustos, miembro de la Comisión de Venecia en representación de España, ha puesto el punto final a la inauguración del Congreso recordando que “la lucha contra los desórdenes informativos, sobre todo vinculados a procesos electorales, se ha convertido en una exigencia fundamental de nuestro tiempo, y exige una actuación coordinada de todas las instancias de poder y actuación coordinada a través de la cooperación”.
Ahí, la Comisión de Venecia tiene un rol evidente que cumplir desde hace ya treinta años, con la defensa y promoción del Estado de Derecho, los derechos humanos y la democracia. Reconoce Bustos, eso sí, que la experiencia en materia electoral tiene que adaptarse “de manera necesaria a los avances tecnológicos que con rapidez están cambiando el panorama, porque los procesos electorales son la clave de bóveda del sistema democrático y de la legitimidad de nuestros sistemas, así que los desórdenes informativos, sin duda, lo que hacen es minar la confianza pública en esos procesos electorales y sin la confianza pública en los procesos electorales se resiente el conjunto del sistema”.
Pide, por tanto, “mecanismos robustos que detecten, prevengan y mitiguen los desórdenes informativos que puedan condicionar los procesos electorales, y en ese contexto de búsqueda de estos instrumentos robustos, el diálogo entre las instituciones es esencial, de ahí que no se pueda estar más que satisfecho por la organización de este Congreso”.