IGUALES

Los profesores Fernando Barbosa y Patricia Rocu flanquean al fotógrafo José Luis Simón

Los profesores Patricia Rocu y Fernando Barbosa, entre los retratados en la exposición “¡Somos Afro!”

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: José Luis Simón - 6 jun 2022 10:03 CET

Hasta el 16 de octubre cualquiera que pase por el Museo Nacional de Antropología (c/ Alfonso XII, 68) podrá ver la exposición fotográfica “¡Somos Afro!”. Y en este caso, lo de pasar por el Museo es literal, ya que los 28 retratos que conforman la muestra están expuestos en la fachada. Entre los representantes de la comunidad afrodescendiente seleccionados por el fotógrafo José Luis Simón para demostrar la heterogénea realidad de ese grupo de ciudadanos, están la profesora Patricia Rocu, del Departamento de Didáctica de las Lenguas, Artes y Educación Física, y Fernando Barbosa, del Departamento de Antropología Social y Psicología Social.

 

Explica José Luis Simón que la idea de la muestra le surgió en el verano de 2019, cuando se planteó, a raíz de las informaciones de los medios de comunicación, si las personas negras de nuestro país sólo eran inmigrantes que venían en patera o deportistas de élite. Decidió buscar entonces a afrodescendientes nacidos en España o al menos que llevarán aquí toda su vida, “con su familia con sus profesiones y sus redes de relaciones públicas y socioculturales como el resto de los españoles”.

 

La pandemia frenó el proyecto, pero le sirvió al fotógrafo para tener más tiempo de “conocimiento, análisis y reflexión”, para relacionarse y poder hablar con muchos afrodescendientes, así como para asistir a diversas ponencias, charlas y actos que le permitieron hacer suyas todas las inquietudes que tienen los afrodescendientes. En el primer trimestre de 2021 el proyecto contaba con los 20 personajes que se propuso al comienzo, y para el artista las fotografías “se iban cargando de mochilas llenas de vida, experiencias, luchas y reivindicaciones, por lo que el proyecto estaba creciendo e ilusionando a ojos de mucha gente, a pesar de que se estaba realizando con el máximo sigilo”.

 

El espacio expositivo

De acuerdo con Simón, uno de los retos fue encontrar el espacio adecuado para exponer las imágenes, hasta que una de las fotografiadas, la experta en Derechos Humanos, Isabell Mamadou, le animó a proponérselo al director del Museo Nacional de Antropología, así que contactó con él y a los pocos días recibió una contestación “que no era afirmativa, pero tampoco negativa”.

 

El propio director, Fernando Sáez Lara, explica que este Museo está enfocado a la antropología social y cultural, y quiere ir de la mano de la evolución de esa disciplina a la que está vinculada, y “hoy en día no se puede entender la antropología como una ciencia que describe y analiza, sino que intenta ser proactiva, tomar partido, posicionarse y contribuir a la resolución de conflictos, intenta fomentar la participación y la construcción colectiva de unas nuevas realidades sociales”.

 

A partir de ese criterio le pareció que era importante exponer el proyecto de José Luis Simón y además inaugurarlo el 25 de mayo, el Día de África, o el que algunos llaman el Día de la Liberación de África. Cree Sáez Lara que el Museo debe tener una participación activa en la descolonización del planeta, que consiste en acabar con un “orden injusto y desigual”. Y en esa dirección encaja perfectamente esta exposición, que “ha conseguido que tantas personas de la diáspora africana, de afrodescendientes hayan participado y se hayan sentido identificados con el proyecto, porque la calidad no sólo está en las imágenes, sino también en el mensaje que aporta cada uno de los fotografiados con su testimonio físico y con todas las historias y relatos que tienen detrás”.

 

Por eso se ha querido hacer la muestra en el espacio más visible del Museo, el exterior, lo que además, de acuerdo con su director, viene muy bien para “romper esa imagen de Museo decimonónico que remite a esos museos etnológicos y eurocéntricos, y sobre todo para trasladar el mensaje a la calle”. Un mensaje que clama que “sólo con la diversidad y la igualdad se puede construir un futuro más justo para todos”.

 

Los complutenses

La profesora de la Facultad de Educación – Centro de Formación del Profesorado, Patricia Rocu, agradece a José Luis Simón su trabajo por visibilizar a las personas afrodescendientes en el contexto español, y considera muy necesario que desde un Museo como este “se abran las puertas a poner en valor la realidad social, una realidad alejada de los estereotipos que al final siguen estando todavía presentes en el imaginario”.

 

A Rocu le encanta que la exposición esté en la calle, conformando “unas ventanas al mundo” y destaca también, proviniendo de la Educación Física, la importancia de “poner cuerpo, esos cuerpos menos normativos, para que se normalice que en una sociedad como la que vivimos hay una diversidad como la que está representada en estas fotografías”.

 

Fernando Barbosa, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, considera que José Luis Simón ha buscado, con su cámara, captar rostros de gente que no es especial, sino que son personas que viven en este país, que pertenecen a él, y no quieren ningún trato específico que les aísle. Explica Barbosa que Simón les dejó total libertad a cada uno de los fotografiados para elegir el lugar donde iban a hacerse las fotos, y él mismo eligió las escalinatas del Museo Nacional de Antropología, porque “como antropólogo y profesor en la Universidad Complutense”, no transmite su especificidad de ser afro ni de “ser esclavo” de su color de piel ni de su fenotipo.

 

Recordó Barbosa que este proyecto se inscribe en un movimiento mundial sobre la afrodescendencia, ya que la Asamblea General de la ONU proclamó el decenio de Afrodescendientes (2015-2024), así que “estamos todavía en esa década, en la que se quiere decir al mundo que esta realidad fue olvidada, pero está presente en cualquier sociedad y España no podía ser menos”.