ÁGORA

Sesión inaugural del congreso internacional “Periodismo y OSINT para los Derechos Humanos y la persecución de crímenes de atrocidad”

Ciencias de la Información celebra el primer congreso internacional sobre el periodismo y la inteligencia de fuentes abiertas unidos contra los crímenes de atrocidad

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Francisco Rivas - 27 sep 2023 11:03 CET

La sección departamental de Relaciones Internacionales e Historia Global, de la Facultad de Ciencias de la Información, ha organizado, los días 26 y 27 de septiembre, el primer congreso internacional que se celebra en España sobre “Periodismo y OSINT para los Derechos Humanos y la persecución de crímenes de atrocidad”. La coordinadora principal del congreso, la profesora Myriam Redondo, explica que la OSINT hace referencia a la inteligencia de fuentes abiertas, “y es una disciplina que se basa en rescatar toda la información disponible en Internet, en abierto, y combinarla para llegar a una narración que permita entender lo mejor posible lo que ha pasado en un lugar concreto"

 

 

Continúa la profesora Myriam Redondo aclarando que esta disciplina “está avanzando tanto que parte de la información que encuentran los periodistas en los archivos digitales, está siendo rescatada por personal que intenta abrir casos ante la justicia, para enjuiciar a criminales de guerra, en los llamados crímenes de atrocidad, que son los crímenes mayores que registra el derecho internacional humanitario, que son crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio”.

 

De esa manera, lo que puede empezar como una pequeña investigación periodística “acaba demostrando que un gobierno que dice que no está detrás de un ataque sí que lo está, o se acaba descubriendo qué brigada ha entrado a sangre y fuego en una ciudad”. Para ello “combina imágenes de satélite con investigaciones sobre los post que los mismos soldados publican inocentemente en redes sociales, con imágenes cámaras de circuito cerrado, con declaraciones de testigos, con fragmentos de armas…”, y esa información si se archiva bien, con una metodología científica, permite aportar esos archivos como pruebas de cara a posibles tribunales internacionales.

 

Entre los ponentes del congreso ha estado Malachy Browne, del New York Times, ganador de dos Pulitzer, por investigaciones como las de la masacre rusa en la ciudad ucraniana de Bucha. Utilizando imágenes por satélite demostraron cuándo habían aparecido los cuerpos en las calles, cuáles fueron los tanques que entraron en la localidad, e incluso qué brigada estuvo allí en el momento de la matanza. Redondo asevera que “este tipo de investigación muy avanzada combina una tarea enorme de búsqueda en las redes sociales con la presencia sobre el terreno de corresponsables y grabaciones de circuito cerrado que permiten saber incluso quiénes eran las víctimas, qué tipo de vida tenían antes o cómo llegaron hasta allí”.

 

En nuestro país, esta disciplina es bastante novedosa, aunque ya se ha empezado a utilizar en casos como el de la tragedia de Melilla, ocurrida en junio de 2022. Reconoce la profesora complutense que la investigación la impulsó la BBC, para saber cómo habían muerto aquellos inmigrantes y en qué lugar de la frontera lo hicieron, así como dónde estaban realmente los cuerpos. A raíz de aquello cada vez se están haciendo más investigaciones en España, como las que hace El País con Lighthouse Reports para esclarecer asuntos como este de Melilla.

 

El congreso

Por el interés que tiene la propia profesora Redondo en la verificación digital, más necesaria que nunca en estos tiempos de bulos, y por el auge que están teniendo las tecnologías OSINT a nivel internacional es por lo que decidió organizar este congreso de libre asistencia en modalidad presencial y on line. Y además, “con muchas conferencias impartidas en inglés, por expertos que hablan en ese idioma, pero también otras, en castellano como la de Manuel Correa, que ha aplicado estas técnicas a la memoria histórica de la que en España sabemos mucho”.

 

La idea de esta dualidad de idioma era “dar a entender que esta disciplina no puede quedarse solamente en el mundo anglosajón, sino que tiene que ser muy diversa, y llegar a todo el mundo, tanto a un medio africano como a uno árabe, de Francia o de Estados Unidos”. Al querer reunir a un gran número de expertos, de orígenes diferentes, el congreso ha tenido que incluir muchas intervenciones on line para poder encajar las agendas de todos ellos, aunque Redondo desea que en algún momento se pueda hacer un próximo congreso presencial, “porque siempre es mejor”.

 

La profesora anima a los estudiantes a que utilicen este tipo de técnicas, aunque no las lleven tan lejos como los ponentes, porque este método de investigación “abre muchas oportunidades laborales, incluso con unos básicos de verificación digital, que pueden dar lugar a trabajos periodísticos muy enriquecidos en todas las materias, desde el periodismo deportivo hasta el de moda”.

 

En la inauguración de las jornadas, Dolores Rubio, directora de la sección departamental de Relaciones Internacionales e Historia Global, ha recordado a los estudiantes que esta Facultad de Ciencias de Información es, de hecho, pionera mundial en el desarrollo de la verificación digital, con “estudios y conferencias que comenzaron en 2012”. Poco después de ese momento, ya se dieron cuenta de la importancia de los testimonios digitales en el ámbito de las relaciones internacionales, y en el campo de los Derechos Humanos y los delitos de atrocidad.

 

Tiene claro la profesora Rubio que el buen periodismo siempre ha contrastado, pero ahora es necesario aprender a hacerlo en un mundo digital. Myriam Redondo apostilla que ahora ya hay en las aulas nativos digitales que “son muy sabios para manejar la tecnología, pero quizá necesitan más formación en cuanto a cómo funciona la propaganda, cómo funciona la desinformación, y cómo eso se está trasladando a las redes”. Reconoce la organizadora del congreso que los medios tienen cada vez más presión por la competencia de las redes y la rapidez, que obligan a publicar cuanto antes, “y eso lleva a que no haya recursos para comprobar las informaciones”.

 

También existen, por supuesto, “casos de mala praxis de personas o de periodistas que no comprueban los datos y lanzan una información muy llamativa, y a partir de ahí se crea una bola de nieve”.  Añade Redondo que “no hay que ser tan sabio como el señor Browne, del New York Times, pero las técnicas básicas de verificación sí conviene que la sepan todos los estudiantes, e incluso que todos los que manejamos redes sociales entendamos que hay que parar y reflexionar, y cuando encontramos una información plantearnos algunas preguntas como quién me está contando esto y hasta qué punto es una fuente fiable”.