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Algunos participantes de la cuarta edición del programa de prevención y promoción de la salud de la UCM sobre Hábitos Nutricionales Saludables y Ejercicio Físico

El programa de Hábitos Nutricionales Saludables y Ejercicio Físico para el personal UCM, una iniciativa de éxito

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 5 jun 2024 10:31 CET

“Introducir hábitos saludables en la vida”. “Adelgazar y estar más activa”. “Conocer mejor lo que es una alimentación sana”. “Mejorar el rendimiento en el deporte”. Son cuatro razones que declaran otros tantos asistentes a la cuarta edición del programa de prevención y promoción de la salud de la UCM sobre Hábitos Nutricionales Saludables y Ejercicio Físico. Esta edición, que ha terminado el día 3 de junio, ha conseguido mejorar la vida de los veinte asistentes que han tenido la suerte de ser seleccionados de entre los cerca de 500 que se inscribieron. La responsable del programa, Ruth Lorenzo, reconoce que, para poder trabajar, tanto en grupo como de manera personalizada con cada uno de los asistentes no se pueden incluir a más participantes por edición. 

 

Ruth Lorenzo, , de la Oficina de la Promoción de la Salud de la Complutense, explica que este es un programa de promoción de la salud que se sustenta en tres pilares: la alimentación, el ejercicio físico y un tercero que incluye “los hábitos, la motivación, el control de las emociones y cómo todo eso se relaciona con lo que comemos y con el ejercicio que realizamos”.

 

Cada edición del programa dura unos tres meses, con seis sesiones grupales y varias individuales. En cada una de las sesiones en grupo “se habla de diferentes aspectos relacionados con la promoción de la salud, pero teniendo en cuenta que este no es un curso de formación, es un acercamiento a la alimentación, a los macronutrientes y micronutrientes desde un punto de vista muy didáctico, muy fácil, muy sencillo para que rápidamente la gente sepa diferenciar en los alimentos cuáles son los nutrientes y cómo acoplarlos en su dieta, en función de la máxima actividad de cada uno”.

 

María de Iracheta, profesora del Departamento de Dibujo y Grabado de la Facultad de Bellas Artes, una de las participantes en esta edición, destaca “lo participativo y distendido de los grupos, donde hay muy buen ambiente e incluso se comparten recetas”. Ella se apuntó al programa para introducir hábitos saludables en su vida, tanto en la alimentación como en el ejercicio, para enfrentarse al estrés y para hacerlo extensible a su pareja y a su hija pequeña. Reconoce que está funcionando bien, “y pequeños cambios, como hacer deporte, quitarse los azúcares y pasar a todo integral” ya está incorporándolos a su vida diaria.

 

Ruth Lorenzo resalta que en el programa se enseña a “ser consciente de qué comemos, de cómo comemos y de cómo compramos, es decir, a analizar todo lo que tenemos muy automatizado y muchas veces no somos conscientes de ello, porque incluso podemos llegar a pensar que tenemos una alimentación fenomenal porque compramos en el pasillo bio, pero tal vez estamos comprando un producto completamente procesado, que de saludable tiene poco, y sin embargo la creencia es que tenemos una buena alimentación”.

 

Ejercicio físico

La responsable del programa destaca que el acercamiento al ejercicio es parecido, porque lo que se quiere es que el personal de la UCM entienda que es algo básico, que tiene que estar introducido en nuestro día a día, aunque sea media hora, siempre siendo consciente de que estamos haciendo una actividad física, es decir que no paseamos y aprovechamos ese paseo para ver escaparates”.

 

La filosofía de Ruth Lorenzo es que cinco minutos son mejor que nada, y se puede hacer ejercicio tanto en casa como al aire libre, caminando, corriendo o montando en bici. En sus charlas anima a los asistentes a desterrar la idea de que no tenemos tiempo para dedicar al ejercicio físico, porque “realmente si nos ponemos a pensar, tenemos tiempo para casi todo, menos para cuidarnos nosotros”.

 

Nuria Vendrell, jefa de Mantenimiento de la UCM en vicegerencia de Obras, y otra de las participantes en el programa, asegura que Ruth Lorenzo “es una crack que da mucha marcha y anima mucho”, tanto que tras la primera revisión con ella se compró un remo que tiene plegado en el salón y ya ha incorporado el ejercicio en su vida. Eso le ha permitido “adelgazar un poquito, estar más activa y muy feliz”, al igual que las otras dos compañeras de Obras que se apuntaron al programa con ella.

 

Las emociones

De hecho, esa felicidad o, más bien, todo lo que respecta todo lo que respecta a la parte emocional es ese tercer pilar del programa, en el que, de acuerdo con la responsable nos damos cuenta de “cómo nos relacionamos con la comida, de cómo eso está relacionado con la ansiedad, porque queremos que todo sea rápido, casi inmediato, y solemos elegir no salir nunca de nuestra zona de confort”.

 

Esta parte se trabaja, fundamentalmente, en las sesiones individuales, “que al final son la base de que esté funcionando porque de todas las personas que han pasado por el programa, más de un 80% han tenido cambios en su rutina”.

 

Las sesiones individuales permiten adaptar el programa a las circunstancias de cada uno, como es el caso de Rodrigo de Frutos, PAS de apoyo a la gerencia en Ciencias de la Documentación. Él ya hace mucho deporte, así que lo que le interesaba era el tema de la alimentación, porque, aunque ya estuvo trabajando con una nutricionista que le mandaba una serie de pautas, no estaba especializada en nutrición deportiva, así que al ver este programa se apuntó y está bastante contento, “sobre todo con el seguimiento personal con Ruth Lorenzo”.  Reconoce De Frutos que la coordinadora le “mete bastante caña con la alimentación” y eso le viene muy bien de cara a las carreras en bicicleta como la que hizo el pasado fin de semana en Lagos de Covadonga.

 

Algo similar le ocurre a Francisco López, PAS de la Facultad de Psicología, quien ya había incorporado el ejercicio a su vida tras el programa Pausa Saludable, que hizo en Somosaguas, pero le faltaba “añadir las recomendaciones para el menú semanal”.

 

¿Cuál es el plan?

Una frase que repite Ruth Lorenzo en sus charlas, y como funciona casi como un mantra del programa es: “Un objetivo sin un plan es solo un deseo”. Aquí el plan y los objetivos están personalizados para cada uno y “se trabaja para que todo fluya, empezando con pequeños objetivos, marcándose además objetivos reales, que se pueden conseguir, y se va a hacer paulatinamente con todo el tiempo del mundo”.

 

Porque, de hecho, aunque el programa concluya hay mucha gente que quiere continuar con él y Ruth Lorenzo les sigue viendo aproximadamente una vez al mes durante año, a no ser que “ya pueden volar solos, porque no hay que ser tan paternalistas, y puede ser que ya lo hagan todo muy bien y en ese tiempo ya hayan asentado el proceso de cambio, aunque los cambios de hábitos llevan tiempo, por mucho que digan esto de que a los veintiún días ya se he cogido el hábito. Eso es, simplemente, mentira”.

 

Para ayudar en las tareas de rutina y de asentamiento de ese plan ahora están grabando unos vídeos, en los que promocionan las instalaciones deportivas de la UCM, y en los que se explica cómo hacer ejercicio de fuerza en máquinas, con barras libres y con bandas de resistencia.

 

La próxima edición, que empezará con el nuevo curso académico, seleccionará a los participantes de la larga lista de espera, así que de momento no se va a abrir convocatoria, “pero el año que viene, en algún momento se volverá a abrir, sobre todo porque la gente que se ha apuntado hace dos años a lo mejor ahora está en otro momento vital y ya no les apetece participar”. Así que, todos los interesados en participar en el programa, que se mantengan atentos a las convocatorias de principios de 2025.