CULTURA

"La antorcha del conocimiento" es el título del mural realizado por Zeta gracias a la iniciativa Culturación

El mural de Zeta añade color y belleza al campus de Moncloa

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 10 dic 2020 18:57 CET

El día 17 de diciembre ha quedado inaugurado el gran mural que ha surgido de Culturación, una intervención artística participativa, ideada por el vicerrectorado de Cultura, Deporte y Extensión Universitaria de la UCM y el Estudio Creativo Wäicreaciones. La visita inaugural a las instalaciones deportivas de la zona sur de la Ciudad Universitaria ha contado con la presencia del rector Joaquín Goyache, de la vicerrectora Isabel García, de los responsables de Wäicreaciones, Guillermo Casado Mora y María Eugenia Blázquez, y por supueso de Zeta, el autor de este bello mural.

 

Durantes los días de creación de la obra, ver a Zeta, nombre con el que se conoce al artista urbano Pablo Herrero, subido en un andamio, daba vértigo, pero no había otra manera de llegar a lo alto de la gran pared donde ha desarrollado su mural. Él mismo confiesa que los grafiteros están acostumbrados a grandes dimensiones, como las obras que él mismo creó en el barrio madrileño de San Fermín, debajo de unos puentes, aunque es cierto que esta pared de la Complutense es muy grande.

 

De vez en cuando se bajaba para tomar distancia y perspectiva, para luego volverse a alzar sobre ese andamio que le permitía dar pinceladas, así como repasos y brillos con el espray al dibujo. Reconoce que en una pieza como está lo más difícil es encajar bien las dimensiones, y para ello algunos artistas utilizan trucos como proyectar en la pared el dibujo que se quiere realizar o cuadricular la escena en un papel para luego trasponerla al muro. Esta última ha sido la opción de Zeta, aunque en su caso la cuadrícula estaba solo en su mente.

 

El proyecto Culturación se dio a conocer el 15 de octubre e inmediatamente se abrió un plazo para que la comunidad complutense enviara ideas de lo que a cada uno le gustaría ver reflejado en el mural. A partir de todo ese brainstorming el propio Zeta realizó dos propuestas que se pusieron de nuevo a disposición de la comunidad universitaria para que votaran por su favorita.

 

La propuesta que perdió era como una explosión, una especie de big bang del conocimiento que enviaba rayos de saber por toda la pared. El propio Zeta se alegra de que no saliera esa propuesta, no sólo porque el modelo elegido era el que más le gustaba, sino porque además “habría sido más difícil de realizar con todas esas líneas de fuga que habrían sido muy complejas de encajar en la pared trasera”.

 

Uno de los días de trabajo, Zeta compartió muro con varios estudiantes que le echaron una mano, sobre todo con la mancha de color. Elegidos con el único criterio de haber sido los primeros en apuntarse, la mayoría de ellos venían de la Facultad de Bellas Artes, pero también ha habido algunas excepciones, como Juan José Herrera, estudiante de Psicología, quien comparte con Zeta el gusto por el mural realizado finalmente, titulado La antorcha del conocimiento, ya que el otro modelo, el de las líneas de fuga “parecía como el hermano pequeño y feo de esta idea final”.

 

El título de la obra seleccionada es una gran pista sobre el mural, que consiste en una reiteración, desde diferentes perspectivas y con diferentes colores, de fragmentos de la escultura Los portadores de la antorcha, ubicada en la plaza Ramón y Cajal, frente a la Facultad de Medicina.

 

 

Sandra Domínguez, alumna del máster de Teatro y Artes Escénicas, nueva en Madrid y en la Complutense, también votó por este proyecto, porque le parece que “es más representativo, porque en él se ve la mezcla que es la universidad, que es un crisol de culturas, de diferentes gustos”. Añade que lo que más le gusta es “esa mezcla de colores, que es muy llamativa y el hecho de haber elegido esta escultura tan emblemática también ha sido una buena idea”.

 

No hemos conocido a nadie, en el entorno del trabajo del mural, que votase por la primera opción, ni siquiera algunos que no se habían dado cuenta de lo que representaba, como Rafael Simón González y Daphne Cebulski Huerta, estudiantes del grado de Bellas Artes. A pesar de llevar un rato dándole pintura al lomo de un caballo pensaban que hacía referencia al deporte universitario y no a la escultura de Anne Hyatt Huntington.

 

La única queja, tanto de Zeta como de sus ayudantes del vicerrectorado (por allí se pasó incluso la vicerrectora Isabel García para dar unas pinceladas), de Wäicreaciones y de los estudiantes fue el frío. Zeta apunta que el final de otoño y el invierno es una época dura para pintar en la calle, tanto por las bajas temperaturas como porque enseguida anochece y hay que dejar de trabajar muy pronto. Esa oscuridad hizo que finalmente el trabajo se alargase unos cuantos días más de la cuenta, y también la pared trasera de las escaleras, porque al tener escalones y una barandilla se ha presentado como la más difícil de realizar.

 

A pesar del frío y de los impedimentos, al final todo ha salido bien y las pinturas patrocinadas por Montana Colors han convertido un rincón gris de nuestro campus en un lugar de color y belleza. Los estudiantes Daphne, Sandra, Juan José, Rafa, Elena, Lydia, Marina, Raúl y Lucía tenían alguna experiencia previa con el mundo del grafiti, pero jamás habían colaborado con un artista como Zeta. Terminan con una petición, que dejamos en boca de Sandra, quien está encantada de que se hagan tantos proyectos en la UCM, y espera “que siga este movimiento cultural, que en estos tiempos es muy necesario y hace mucha falta”.