CULTURA

Sonia Díaz, Teresa Camacho e Isabel García, posan ante algunos carteles de Félix Beltrán utilizados en 1971 para pedir la libertad de Ángela Davis

El c arte c acoge la primera exposición antológica sobre el ilustrador gráfico iberoamericano más universal, Félix Beltrán

Fotografía: Francisco Rivas - 20 ene 2023 12:40 CET

“Es una exposición muy necesaria”, afirma Gabriel Martínez, comisario de la muestra junto a Sonia Díaz, con quien compone el colectivo Un mundo feliz. Ambos llevan desde 2008 estudiando, analizando, admirando al “ilustrador gráfico iberoamericano más universal”, Félix Beltrán. Como destaca la vicerrectora de Cultura, Deporte y Extensión Universitaria, Isabel García, sorprende que hasta ahora no se hubiera hecho una exposición que realmente estuviera a la altura de su obra. “Desde la Universidad Complutense consideramos esta muestra realmente necesaria, y queremos que constituya un tributo académico a un gran diseñador, artista, escritor y docente, y a su amplio, consistente y admirado trabajo en todas esas facetas”.

 

La vicerrectora y el propio Gabriel Martínez explican que tampoco se había publicado una investigación rigurosa de su trabajo hasta el pasado año. La publicación de dos obras -Félix Beltrán. Inteligencia Visual y Félix Beltrán. Siempre el diseño, editados por Ediciones Complutense y Optik Books- saldó para siempre esa deuda. El propio Félix Beltrán estuvo en la presentación de las obras a comienzos de septiembre en la Feria FILUNI, celebrada en México. También quería haber estado este 19 de enero en Madrid, en el c arte c, para inaugurar su primera exposición antológica. No pudo ser. Beltrán falleció el pasado mes de diciembre. “Félix Beltrán. Inteligencia visual. El diseño en sentido social” se ha convertido en su mejor homenaje. “Creemos -concluyó la vicerrectora- que esta es una exposición que a Félix le habría gustado”. “Le habría emocionado estar aquí”, añadió su compañera de diseño y vida, Teresa Camacho, quien no quiso faltar a la cita.

 

La exposición sobre Félix Beltrán es “monumental”. Teresa Camacho no duda en que esa es la palabra que el diseñador había pronunciado al ver su cartel sobre Ángela Davis, uno de los iconos de su carrera -su obra encabezó las manifestaciones que pedían en 1971 en Estados Unidos la liberación de esta afroamericana-, reproducido a gran tamaño en el exterior de la sala. Que monumentalidad. Esto no es necesario, estoy segura de que me habría dicho”, comparte Camacho con las decenas de personas que han acudido a la inauguración de una muestra que estará abierta en c arte c hasta el 16 de marzo. Muchas de ellas, como también subraya Teresa Camacho, compañera de Beltrán en la vida, el diseño y también en las aulas de la Universidad Autónoma de México, son jóvenes estudiantes, aspirantes a diseñadores que tienen a su disposición en la magnífica sala del c arte c cientos de carteles y diseños que admirar  y decenas de consejos que atender. “Félix siempre animó a prepararse. Decía que la vida es muy difícil y que la única manera de salir adelante es estar preparados”, anima a su vez Camacho.

 

La muestra contiene cientos de carteles, logos, diseños y portadas de libros. Destaca su gran colorido, la fuerza de las imágenes, pero también, y quizá por encima de lo demás, la importancia que en su obra se da a las palabras. Lo explica en su Consejo nº 22: “Una palabra dice más que mil imágenes”. Lo matiza: hay palabras -pone como ejemplo “libertad”- que no son posibles de sustituir con una imagen sin perder muchos de sus matices. El objetivo de un diseñador es ser capaz de hacer “visuales” esas palabras. Así, con consejos -hay más de 30 acompañando a las obras- dirigidos a quienes aspiran a ser alguien en el complejo mundo del diseño gráfico, pero también a quienes simplemente quieren conocer las motivaciones de una obra sin igual, la exposición se convierte en un diálogo entre el autor y quienes la contemplan. Hay consejos que, sin duda, trascienden el ámbito del diseño: “La cultura es algo que te permite mantener una actitud”, “¡No te rindas! (El talento es una consecuencia de una práctica constante y de aspiraciones perfeccionistas)”, “Sé consciente de las contradicciones”, “Si no comprendes bien los problemas no puedes ayudar a resolverlos”, “Simplifica, simplifica, simplifica”… 

 

La obra de Beltrán está envuelta de compromiso social. Con ella abrazó causas y movimientos, pidió libertad, compromiso y cambios de actitudes. Un paseo por la muestra ilustra con decenas de ejemplos sus motivaciones y, por supuesto, también queda reflejada en sus consejos: "Quien sueña con ser diseñador gráfico debería primeramente despertar y conservar los ojos abiertos", "La función del diseño es influir para informar o persuadir", "Busca el sentido práctico y social (no existe lo apolítico en el diseño)", "El diseñador es una especie de telegrafista (siempre tiene un mensaje que enviar)", "Todo diseño cobra sentido si parte de la verdad.

 

Un mundo feliz, Gabriel Martínez y Sonia Díaz, llevan desde 2008 estudiando la obra de Beltrán. Para ello contaron con la colaboración del propio autor y de Teresa Camacho. “A veces, nos preguntaban por obras que ni estábamos seguros de que fueran suyas, menos mal que él tenía una gran memoria”, bromea la propia Camacho. Los libros publicados en 2022 -uno dedicado a sus reflexiones, consejos y pensamientos, y otro a sus trabajos- son el fruto de esos casi tres lustros de investigación. La exposición, también. “La exposición es el libro”, precisa la vicerrectora Isabel García. Martínez recalca la dificultad que ha tenido la selección de las obras y, sobre todo, en “intentar mostrar y organizar las imágenes, en lo posible, como el autor piensa que deberían ser”. Para ello han contado -como el propio Martínez destacó, con la imprescindible colaboración de siete estudiantes de la escuela pública de arte y diseño, ArteDiez, de la Comunidad de Madrid, en la que imparten clases. También, como también añade, con el compromiso de la UCM, personificado en su rector, Joaquín Goyache, la vicerrectora Isabel García y su equipo de Cultura. “Esto es algo que creíamos que teníamos que hacer y que hemos hecho. Todo ha coincidido: la ilusión, la necesidad y la emoción”, concluye la vicerrectora.