CULTURA

Lluís Bertran muestra al consejero, en presencia de Álvaro Torrente, y el decano Miguel Luque, algunas obras del fondo histórico del Instituto

El consejero de Educación agradece la labor del Instituto Complutense de Ciencias Musicales

Texto: Alberto Martín - 7 feb 2022 14:44 CET

El consejero de Educación, Universidades y Ciencia de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, ha visitado este 7 de febrero el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), ubicado en la Facultad de Geografía e Historia. El consejero ha agradecido al director del ICCMU, Álvaro Torrente, y a su equipo, la labor que hacen tanto formativa, como investigadora y de transferencia a la sociedad. Los integrantes del Instituto han explicado a Ossorio muchos de los detalles del trabajo que se viene realizando desde su creación en 1989 y en especial en los últimos años. El consejero -quien ha demostrado un gran conocimiento musical: “Desde hace 45 años siento fiebre por la música”, confesó- ha puesto en valor todo ese trabajo y, sobre todo, el que está permitiendo recuperar la historiografía musical española, en especial de los siglos XVII, XVIIII y XIX, muy desconocida hasta ahora.

 

Álvaro Torrente, catedrático de Musicología y director del ICCMU desde 2014, y el decano de la Facultad, Miguel Luque Talaván, mostraron al consejero las instalaciones del Instituto en la Facultad. Posteriormente, en la sala de Juntas, el profesor Torrente y su equipo hicieron una presentación de sus principales líneas de trabajo. El director realizó un somero recorrido por la historia del Instituto, desde su creación en 1989, la entrada de la Comunidad de Madrid en su Consejo en 1996 y la salida del mismo en 2012 de la SGAE, que hasta entonces aportaba prácticamente la mitad del presupuesto. En esta última década, según explicó su director, el ICCMU ha conseguido no solo sobrevivir, sino incluso ir aumentando sus actividades, líneas de trabajo e incluso su plantilla de trabajadores, gracias sobre todo a la aportación de la UCM y a su éxito en la captación de financiación competitiva, que en los últimos años ha llegado a superar en su conjunto los 4 millones de euros. La plantilla de 7 trabajadores que tenía en 2014 se ha incrementado a 25 en la actualidad, si bien, como subrayó el director, la mayoría está incorporada con cargo a esos proyectos competitivos. NO obstante, de cara al futuro, según señaló su director, el Instituto necesita tener un nuevo convenio que refleje su actual situación y asiente sus bases para poder aspirar a convertirse en Centro María de Maeztu, lo que sería un hito en el campo de las humanidades.

 

El ICCMU, según fueron explicando el profesor Torrente y su equipo -en concreto, intervinieron la directora de Publicaciones, Oliva García; el editor científico, Lluís Bertran; la coordinadora del proyecto Mad-Music, María Álvarez-Villamil, y la codirectora del Máster en Gestión Cultural, Nereida Fonseca- trabaja en varias áreas: publicaciones, fondos documentales, formación, transferencia del conocimiento y proyectos de investigación. En el área de publicaciones hay que destacar su catálogo de más de 300 partituras y textos, los diccionarios -destacan los 10 volúmenes del Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana- o su revista científica, “Cuadernos de música iberoamericana”, que ha superado ya la treintena de números. En cuanto a fondos documentales, el ICCMU cuenta con “joyas” como el Legado Vidal Llimona y Boceta o el Fondo Musical del Convento de Santa Clara de Sevilla, por citar solo dos de ellos. En el apartado formativo, destaca el Máster en Gestión Cultural, que ha alcanzado su trigésima edición y ha formado a un gran número de los actuales responsables y gestores culturales no solo de nuestro país, sino también de América Latina.

 

La transferencia del conocimiento, hacer llegar a la sociedad el trabajo del Instituto, es una de las principales razones de ser del ICCMU, que ha desarrollado no solo con la presentación de más 400 comunicaciones en congresos y seminarios o la publicación de numerosas ediciones críticas, sino trabajando de la mano de instituciones como la Biblioteca Nacional, el Museo del Prado, la RAE o la Fundación SGAE.

 

La labor investigadora del Instituto se materializa en estos momentos en dos proyectos de gran importancia: MadMusic (Espacios, géneros y públicos de la música en Madrid, ss. XVII-XX) financiado por la Comunidad de Madrid y el Fondo Social Europeo, y DIDONE, financiado por el European Research Council. El proyecto MadMusic tiene como objetivo principal la recuperación de patrimonio musical, olvidado actualmente, pero de gran importancia en diferentes momentos de la historia cultural de Madrid. El foco se pone en la ciudad, considerando un periodo de más de 400 años, desde su consolidación como capital de los Siglos de Oro hasta la actualidad y se pone la atención en repertorios diversos: teatro musical (ópera, zarzuela…), música instrumental sinfónica y de cámara y música urbana, como bailes cantados o canción de salón. Por su parte, el proyecto DIDONE busca responder una pregunta: ¿Cómo se expresan las emociones humanas a través de la música? Según explicó Álvaro Torrente la respuesta a esta pregunta ellos la están buscando en la ópera seria, un auténtico catálogo de emociones. En concreto, el equipo del ICCMU está digitalizando 900 óperas con música de 300 compositores basadas en los 27 libretos de Pietro Metastasio (1698-1782). Las obras digitalizadas están siendo analizadas con técnicas de big data.