CULTURA
El libro de artista como reflejo de la vida en tiempos de pandemia
Texto: Jaime Fernández - 26 ene 2022 14:36 CET
Hasta el 4 de febrero se puede visitar, en la sala de exposiciones del vestíbulo del salón de actos de la Facultad de Bellas Artes, la muestra “El libro tiene raíces y semillas. Madrid Extensión”, un proyecto internacional promovido por la Academia de Bellas Artes de Bolonia junto a otras ocho instituciones, entre ellas las facultades de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Barcelona, así como las academias de Bellas Artes de Florencia, Lecce, Palermo, Ravena y Roma. La comisaria de la muestra, en la UCM, es Mónica Oliva, profesora de técnicas planográficas y permeográficas.
Explica Mónica Oliva que este proyecto viene motivado por “el intento de abordar, desde la pandemia, un libro para que los alumnos expresen el momento que estamos viviendo”. Para ello se ha utilizado el título evocador de “El libro tiene raíces y semillas”, que ha llevado a los estudiantes a plantear sus miedos, por la muerte, por la pandemia o por la crisis que vivimos, tanto por el virus como por la situación del cambio climático.
De acuerdo con la profesora de Bellas Artes, las limitaciones de la convocatoria les han llevado a escoger sólo a seis alumnos por cada Facultad, selección de la que se encargaron tanto ella como sus compañeras del Departamento de Dibujo y Grabado, Marta Aguilar Moreno y Carmen Hidalgo de Cisneros Wickens. Oliva pensó dar una oportunidad también de exponer a otros alumnos no seleccionados y amplió la convocatoria a once alumnos más, de tal manera que en la muestra de la Complutense, nombrada “Madrid Extensión”, se puede disfrutar del trabajo de esos 17 representantes de la UCM y de seis del resto de las academias.
La muestra original, con los seis seleccionados de la Complutense, viajará luego a Roma, seguirá por Florencia, Palermo y llegará a Udine, donde coincidirá con Dars, que es una feria muy conocida en Italia sobre el libro de artista. Esto le lleva a afirmar a Oliva que “nuestros estudiantes van a tener un recorrido bastante glorioso dentro de las posibilidades que permite exponer fuera de España”.
Diferentes acercamientos
Cada artista, de acuerdo con Oliva, ha abordado el concepto de una manera diferente, ya sea desde la botánica, ciñéndose a la literalidad del nombre, como desde propuestas más íntimas, “han ido abordando el tema desde sus propias miradas e inquietudes, siempre con la excusa de la naturaleza, la crisis climática, la deforestación, la sequía…, cada uno desde aquello en lo que siente que puede contribuir”.
Lucía Gómez Soler, graduada en Bellas Artes desde 2021, expone su obra “No sabían que lo que enterraban eran semillas”. Ella misma explica que durante toda la carrera se ha dedicado a hacer obras sobre memoria histórica, porque su bisabuelo es un “desaparecido de la represión franquista”, así que para este trabajo decidió hacer un libro que es un árbol genealógico con las imágenes de su familia, y la suya propia, estampadas con serigrafía sobre tela cosida a mano, centrándose en “ese gesto interrumpido” que ha tenido su abuela de no poder llevar unas flores a su padre. De ahí que en cada una de las secciones del libro haya una flor, como lirios o crisantemos, que son las que se suelen llevar a los muertos. Con todos esos elementos intenta Gómez Soler juntar su historia familiar en un libro, incluyendo simbologías como que los corazones de sus bisabuelos se juntan con un hijo rojo o que su abuela se casa de negro por no tener padre.
“Covid Pollution” es el título de la obra de Víctor Martín Tapiador, quien ahora mismo está cursando el máster de Diseño. Cuenta el propio artista que a partir de la idea original decidió llevarse la obra a sus raíces, a un barrio de Toledo, relacionándolo con la COVID-19, que él mismo cogió de manera grave, porque desarrolló neumonía bilateral y lo pasó muy mal. El fondo del libro son paisajes de su barrio y su ciudad en los que aparecen mascarillas que la gente ha ido tirando, lo que “permite analizar el impacto medioambiental que estaba teniendo la pandemia a nivel más suburbial y cotidiana”. Sobre ello le dio una tinta roja que marcase un impacto más violento, con inscripciones como el número de muertos cuando hizo la obra, una foto suya ingresado, calaveras… El propio libro es además una mascarilla, tanto en su portada como en su contraportada.
Un tercer acercamiento, totalmente distinto es el de Jeisson Torres Bermúdez, en su obra “Semilla Soy”. En ella el artista, que está realizando el máster en Investigación y Creación, reconoce que ha aprovechado los conocimientos adquiridos en la asignatura de obra seriada, sobre estampación de materiales fotopolímeros, y con ello ha elaborado este libro que invita acercarse a lo íntimo, en concreto a unas fotografías de su hija, con frutas que consumen cotidianamente. Después de comerlas, recogen las semillas y de ahí “surge la metáfora de esta historia que se busca que sea una herramienta para que la gente aprenda a germinar en sus casas esas semillas que a veces se desechan”. Y también entronca con el concepto mismo de la exposición, que es que “estos libros se vuelvan semilla de muchas más de acciones que propaguen la siembra de muchas maneras”.
El resto de los artistas complutenses son Álvaro Corral Cid, Julia de la Hera Fernández, Julia Ariznavarreta Marín, Mónica Torres López, Ángela Abuja Miranda, Ángela Sánchez Ruiz, Cristina Conesa Pérez, Débora Manzaneque Da Silva, Elena Marín Triviño, Raquel Tuduri García, Inés Sánchez Pérez, Raúl González Sosa, Carmen Lomasaga y Esmeralda Martín Trigos.