ÁGORA
El ministro Alberto Garzón reivindica, en la Facultad de Psicología, los juegos de mesa como alternativa de ocio saludable
Fotografía: Francisco Rivas - 6 may 2022 11:17 CET
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha inaugurado este 6 de mayo en la Facultad de Psicología las jornadas “El juego de reglas como herramienta en logopedia y psicología”, dirigidas por José Antonio Calvo, profesor de la Sección Departamental de Investigación y Psicología en Educación. En su intervención, el ministro ha recordado el peligro que para muchas personas, sobre todo jóvenes, suponen los mal llamados juegos de apuestas y la intención de su Ministerio no solo de poner límites a esta actividad, como ya lo está haciendo, sino también de promover alternativas de ocio saludables. Entre estas, Garzón destacó su deseo de incentivar los juegos de mesa, ya que, además de ser divertidos, son educativos y tienen un componente sociabilizador muy importante, no solo entre los propios jóvenes, sino también entre distintas generaciones.
Garzón ha comenzado su intervención agradeciendo a la universidad que dedique tiempo a estudiar las posibilidades educativas de los juegos. Por desgracia, según indicó el ministro, para muchas personas el concepto “juego” está más vinculado con las casas de apuestas –“que no son un juego, sino un negocio”- que con la concepción más tradicional o incluso saludable del término. Los locales de apuestas, señaló Garzón, se han convertido, junto a los centros comerciales, en prácticamente los únicos lugares en los que los jóvenes pueden disfrutar su ocio, con el riesgo que ello conlleva: ludopatías, problemas económicos, estrés…
Desde el Ministerio de Consumo se está tratando, según defendió Garzón, de poner freno a las casas de apuestas. Así, por ejemplo, desde el pasado 1 de septiembre ya no se puede hacer publicidad de ellas en los medios de comunicación salvo de 1 a 5 de la mañana. El Ministerio quiere acompañar las trabas al “juego de apuestas” con propuestas de alternativas más saludables. Una de ellas son, según destacó el ministro, los juegos de mesa, cuyos beneficios pueden ser muy numerosos, ya que tiene un componente educativo muy alto y muy diverso y también sirven para que no solo los jóvenes sociabilicen entre ellos, algo muy necesario en una sociedad cada vez más tecnológica, sino también, por ejemplo en el ámbito familiar, entre generaciones. A su juicio, en nuestro país los juegos de mesa no están lo suficientemente extendidos y es intención del Ministerio incentivar su uso. En este campo la aportación de los profesionales, y en especial de psicólogos y logopedas, va a ser muy importante, “y desde el Ministerio -concluyó Garzón- estamos abiertos a recoger vuestras propuestas”.
Garzón estuvo acompañado en la inauguración de las jornadas por la decana de la Facultad, Nieves Rojo, y por el director de las mismas, José Antonio Calvo. La decana recordó que el juego como herramienta educativa está presente en nuestras vidas desde edades muy tempranas y, cada vez más, también en las más avanzadas. Los juegos enseñan a seguir las reglas, a ejercitar la mente, a ser tolerantes o “a ganar con modestia y a perder con dignidad”.
La jornada “El juego de reglas como herramienta en logopedia y psicología consta de intervenciones y talleres de investigadores y profesionales vinculados al uso del juego en su vertiente terapéutica y educativa: aprendizaje basado en juegos, por Pepe Pedraz; el desarrollo de las habilidades de la vida diaria a través del juego, por la psicóloga Julia Iriarte; el juego en logopedia, por las logopedas Gema Aranda y Marina González; el uso del juego en estimulación cognitiva por los investigadores Verónica Estrada, Jorge Moya y Nuria Vita. Así mismo, José Luis Linaza, catedrático de psicología evolutiva y de la educación y profesor emérito de la Universidad Autónoma de Madrid, pronuncia la conferencia titulada “Jugando con nuestra lengua: una experiencia a partir de las redes de ludotecas de Perú”.
Como recuerda el director de las jornadas, José Antonio Calvo, el ganador del Óscar y del Premio Nobel George Bernard Shaw ya dijo a comienzos del siglo pasado que “El hombre no deja de jugar porque se haga viejo, sino que se hace viejo porque deja de jugar”. “Entremos -señala Calvo- en el “círculo mágico del juego”, que proponía Johan Huizinga, un contexto con espacio y tiempo propio en el que se hace un paréntesis en el mundo real y se acuerdan unas nuevas reglas, la actitud lúdica aparece en los participantes y la motivación, la interacción y la diversión toman el protagonismo”.