IGUALES
El proyecto Supera concluye que las profesoras han sufrido más que los profesores durante el confinamiento
Texto: Jaime Fernández - 7 feb 2021 10:17 CET
María Bustelo, coordinadora europea del proyecto Supera, del Horizonte 2020, ha presentado algunos de los resultados del informe “Confinamiento e igualdad de género”, en el que se concluye que las mujeres, en concreto las profesoras de la Universidad Complutense, han sufrido más que sus compañeros varones durante el confinamiento y la desescalada de la COVID-19.
La profesora María Bustelo explica que este tipo de proyectos europeos buscan un “cambio estructural de género y se alinean con la Comisión Europea, al considerar los planes de igualdad como piezas clave en esos cambios”. Idea que respalda Eva Alcón, rectora de la Universidad Jaume I y delegada de la presidencia de la CRUE para Políticas de Igualdad, quien añade que proyectos de este tipo sirven para “poner en valor la importancia de incorporar la perspectiva de género en la investigación”.
Cree además Alcón que este estudio tiene un gran “potencial y se podría ampliar al conjunto de universidades para ver cómo se reparte el tiempo el profesorado”. Sobre todo, porque se sabe que “los datos desagregados son importantes, ya que una ciencia con perspectiva de género es mejor y de mayor calidad, mejorará la vida de todas las personas y además es esencial para que las instituciones y gobiernos tomen medidas adecuadas”.
Precisamente Magdalena Suárez Ojeda, directora de la Unidad de Igualdad de la UCM, reconoce que la Complutense, como una de esas instituciones que debe tomar medidas y que tiene un firme compromiso con la igualdad, ha concluido el Protocolo de Acoso y tiene en marcha el segundo Plan de Igualdad, que es “tanto innovador como comprometido”. De acuerdo con Suárez Ojeda, el objetivo es “modificar estructurar y cambiar estereotipos”, de ahí que el Plan de Igualdad incorpore tanto las aportaciones del proyecto Supera, que ha realizado el diagnóstico, como las aportaciones y consideraciones a los ejes estratégicos y objetivos diseñados por la propia Unidad de Igualdad.
Según la directora de la Unidad esta ya había realizado unas encuestas previas a Supera, en la que se veía la sobrecarga de las mujeres durante el periodo de la COVID-19. Informa además Suárez Ojeda de que hay una red de unidades de igualdad, que también ha trabajado para realizar un informe sobre conciliación y corresponsabilidad en época de la pandemia, porque se ha visto que “hay mucha presión en los domicilios y se ha detectado un incremento de peticiones por parte de alumnas y profesoras para recibir ayuda en la misión de conciliar”.
Principales resultados
De acuerdo con Bustelo, participaron en la encuesta un 25% del total PDI de la UCM, que suman un total de 6.179 personas, con una mayoría ligera de hombres, 3.222. Se hizo con un cuestionario online y “se consiguió que la muestra se pareciera bastante al conjunto del personal docente investigador de la Complutense”.
Como conclusión general, se ha visto que “en la UCM las mujeres PDI lo han pasado significativamente peor en el confinamiento que sus colegas hombres”. Es así porque “tienen peores condiciones de trabajo, ha habido un incremento mayor de dedicación al tiempo doméstico y académico, los roles de género se confirman y agravan (las mujeres están más agrupadas en docencia y los hombres más en investigación), y eso tiene consecuencias en el desempeño y en la producción académica”.
Las mujeres, en general “se han sentido bastante más tristes, más preocupadas, con más estrés, más desbordadas y han sentido una mayor pérdida de control”, además “las mujeres han dedicado más tiempo al trabajo académico y aunque tanto hombres como mujeres han dedicado más horas que antes, las mujeres han dedicado más tiempo a impartir clases, exámenes, a atender a estudiantes, a participar en tribunales… Los hombres han dedicado más tiempo a escrituras de papers o libros, algo que se ha disparado durante el confinamiento”.
Tras la presentación de algunos de los resultados parciales, María Bustelo habló de las principales conclusiones del estudio, entre ellas que “la pandemia agrava las desigualdades y también hace visibles desigualdades estructurales ya existentes”.
Queda patente además “una necesidad de monitorizar los datos de manera continuada, como por ejemplo las horas de clase, con sistemas de información sostenibles que sean seguidos y estudiados en rectorado y facultades”, y al mismo tiempo “es muy importante adaptar y pensar nuevas medidas de conciliación y corresponsabilidad, así como reforzar las ya existentes”.
Cree también Bustelo que habría que promover un estudio a escala nacional sobre usos del tiempo académico, al igual que se ha promovido un estudio sobre la brecha salarial de género en las universidades por parte de la CRUE y la ANECA. “Hay que acortar la brecha haciendo el estudio con una metodología muy estricta”, añade la profesora.
De los resultados, deducen las investigadoras implicadas que “el modelo de carrera académica debe ser revisado para que sea más sostenible en el sentido amplio de la vida, y ponga la vida y el bienestar de las personas en el centro”. Reconoce Bustelo que a las mujeres les gusta mucho la carrera académica, pero “lo pasan mucho peor y eso es algo generalizado, porque hay muchos más obstáculos, que deberían ser revisados”.
Por último, asegura la responsable de Supera que “todavía queda mucho por analizar y es importante seguir con un análisis cualitativo y en profundidad tanto en los datos generales como por áreas y facultades”. Aparte de esta presentación preliminar “se espera tener un informe terminado en un mes, más o menos, que refleje el grueso del análisis hecho hasta ahora, y que dé lugar a reuniones y talleres para ver también la forma de explotación de esos resultados, tanto de manera cuantitativa como cualitativa”.