“Tenemos las ideas, la fuerza, la voluntad y la ilusión para cambiar esta universidad”
24 mar 2023 14:28 CET
Pocos días antes del inicio de esta campaña electoral, que concluirá el próximo miércoles 29 de marzo con la elección del rector o rectora que guiará la Universidad Complutense durante los próximos años, Tribuna Complutense solicitó a los ocho candidatos que los dos que pasaran a segunda vuelta reservaran un espacio en sus agendas el 23 de marzo para realizarles sendas entrevistas. Ambos han cumplido, y a pesar de las numerosas reuniones y llamadas que se les agolpan, han encontrado un hueco para atendernos en la mañana de este jueves posterior a la jornada electoral del martes 21. Ambos nos reciben en los despachos en los que desempeñan sus actuales cargos: Esther del Campo, en el Decanato de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, y Joaquín Goyache, en la tercera planta del Rectorado. A ambos les hacemos las mismas preguntas, y aunque no les imponemos una extensión máxima de sus respuestas, sí les pedimos concisión, en la medida de lo posible. La primera en someterse al cuestionario, a las 10.30 horas, es Esther del Campo.
- ¿Por qué decidió presentar su candidatura a estas elecciones?
- Es una decisión que tomé hace mucho tiempo. A mí me gusta la gestión universitaria. Creo que tengo algunas cualidades de negociación, soy bastante empática, me gusta gestionar. Pensé en llevar al Rectorado un proyecto de transformación, de cambio, de pensar en qué universidad queremos para los próximos años, qué papel queríamos desempeñar los distintos sectores dentro de la universidad… Fue una decisión, yo diría, muy meditada, no fruto de un pronto.
- ¿Con qué se queda de estas cuatro semanas de campaña por los distintos centros de la Complutense?
- Conocemos nuestra universidad desde el sitio donde estamos ubicados y estas semanas he conocido la diversidad, la pluralidad, la heterogeneidad de las Facultades y la riqueza de lo que se puede hacer.
- Tres fortalezas y tres debilidades de la UCM
- Primero diría una fortaleza que también es una debilidad: el tamaño. Nos hace diferentes. Ser una universidad pública tan grande, con tanta diversidad, es una riqueza; pero también hace que cuando tenemos que movernos, adaptarnos a un contexto donde se han producido muchísimos cambios -digitalización, surgimiento de nuevas universidades privadas, captación de fondos de investigación- nos complica. Aquí el tamaño importa, es algo bueno, pero también creo que hace que tengamos que poner mucho énfasis en las estructuras organizativas de nuestra universidad. Otra fortaleza clara es nuestro personal, y ahí hablo de los estudiantes, el personal docente e investigador y del personal de administración y servicios. Son los mimbres sobre los que tenemos que construir la universidad del futuro. También tiene algunas debilidades fruto de una decepción y desilusión, sobre todo en el PAS y en parte de nuestro personal docente e investigador. Los tiempos no han sido fáciles, llevamos desde 2008 a trancas y barrancas, la pandemia nos ha afectado mucho y nos obligó a hacer cambios y transformaciones que no habíamos pensado con anterioridad; eso está generando una cierta desilusión. Y luego quizá una cierta desorientación en torno a cómo vamos a afrontar y cuál es el camino que tenemos que seguir. Yo creo que eso lo ha puesto de manifiesto el hecho de que haya habido siete candidaturas que surgen como reacción al rumbo actual: no está tan claro que el camino que hemos estado siguiendo sea el camino que desearíamos. Intentemos darle una vuelta y una transformación a este camino.
- Tres compromisos con los estudiantes.
- Quiero que tengan una mayor representatividad y participación. A mí me preocupa ver cómo se ha ido disolviendo el tejido social asociativo; hay asociaciones deportivas, culturales, grupos teatrales, pero poco asociacionismo. Ese es un compromiso que tenemos que fortalecer. Eso está relacionado con muchas cosas, con mejorar los espacios de socialización, con que sean capaces de interactuar más allá de sus centros… Y hay que bajar las tasas. Sé que no es una competencia del rector o de la rectora, pero no puede ser que seamos una de las comunidades con las tasas más altas de todo el Estado. Hay muchas otras cosas, por ejemplo, el tema de la salud mental; que yo en mi campaña lo he vinculado con diversidad, porque cada vez más nos encontramos con personas que han pasado una mala etapa, sobre todo después de la pandemia, y hay que darle mayor relevancia. A mí me sorprendió mucho que el Psicall solo recibe 18.000 € del presupuesto, cuando está atendiendo a una población de 70.000 estudiantes.
- Tres compromisos con el Personal de Administración y Servicios
- Procesos selectivos limpios. Es muy importante. Ellos lo que quieren es garantías de que es el mérito y capacidad lo que va a hacer que ellos puedan promocionarse. Luego, hay que recuperar derechos perdidos. Hay cuestiones que tras la crisis de 2008 se perdieron y hay que recuperarlos. Y luego, entre otras muchas más cosas, es necesario una carrera administrativa vertical y horizontal. Por lo tanto, hay que estabilizar a todos los interinos, que es muy importante por dos terceras partes de los interinos actuales se quedan tras los últimos procesos selectivos sin estabilización. Y también es muy importante la promoción, sobre todo horizontal, para que los centros no tengamos la sensación de que no tenemos personal administrativo especializado.
- Y tres compromisos con el Personal Docente e Investigador.
- Voy a empezar con los más precarios, que para mí son una preocupación muy importante. El PDI no permanente sigue siendo un número demasiado alto en nuestra universidad. El vicerrector nos hablaba en el último informe de un 18%, pero en las cifras del portal de transparencia va por encima del 32% y en algunas Facultades por encima del 50%. Hay que establecer mecanismos de estabilización, sobre todo porque tenemos el horizonte de la ley, que dice que no tenemos que tener más de un 8% en muy poco tiempo. Desde el punto de vista del PDI permanente, es necesario un marco de referencia y un documento de plantillas. Sé que es difícil de construir, pero es una necesidad, para que las plazas realmente sepamos cómo se deben ajustar a la realidad y a las necesidades de cada centro. Y, por último, está la sobrecarga de gestión académica que sufre el PDI, que en algunos casos dada la necesidad de PAS es también gestión administrativa. La sensación que tenemos es que estamos trabajando en muchos ámbitos, en docencia, en investigación, en gestión, y tenemos poco tiempo y poco reconocimiento.
- Pasemos ahora a las tres actividades que le son propias a la universidad. La primera es la docencia, la enseñanza. ¿Desde su Rectorado qué líneas básicas se marcarían para la ordenación de grados, posgrados y otros títulos?
- Hemos tenido un desarrollo muy importante de nuevas titulaciones, de dobles grados, etc., pero creo que hay un ámbito en el que tenemos que desarrollarnos, que es todo lo relacionado con formación europea. Los bachelor que estamos haciendo en el marco del programa Una Europa, yo creo que hay que fortalecerlos. Ha estado bastante parado en los últimos años. Hemos empezado con un bachelor en Estudios Europeos, pero hemos empezado un poco sin saber muy bien. Hay algunos grados o triples grados como el de Política, Filosofía y Economía, que puede ser relevante, y algunas cosas nuevas que se pueden hacer. Y luego está el tema de la formación permanente. Es fundamental y hay muchísimo que hacer. Hay que fortalecer el Centro de Formación Permanente y fortalecer todo lo que tiene que ver con la formación a lo largo de la vida; hay que desarrollar posdoctorados, que no tenemos nada en este momento, y también la Universidad de Mayores. Y luego está la formación virtual. Yo no creo que como han dicho muchos candidatos solo seamos una universidad presencial. No podemos dejar de lado la posibilidad de hacer una formación híbrida en algunos casos.
- Investigación. Estado de la cuestión y medidas.
- El problema de la investigación es que falta estructura. No es una responsabilidad del PAS, sino que si tú quieres fortalecer la investigación, tú tienes que desarrollar estructuras administrativas y de gestión que permitan a los investigadores desarrollar la investigación. En este sentido, he hablado en la campaña de dos cosas: estructura e incentivos. Hablo de crear una oficina de captación de recursos y de acompañamiento a los investigadores. Creo que la investigación puede ser uno de los ejes que fortalezca también, primero nuestra visibilidad y nuestro carácter estratégico, pero también puede darnos recursos. Hay que hacer una gran inversión en investigación. Hay que dotar de fondos propios de investigación a los investigadores más jóvenes, permitirles participar en los proyectos de investigación e incluso liderarlos como IP… Hay mucha tarea que hacer porque es un ámbito complejo y cada vez más interdisciplinar, por lo que hay tejer conexiones entre los centros.
- Transferencia a la sociedad
- Está muy vinculada a la investigación. Normalmente el que hace investigación básica también hace investigación aplicada o transferencia. Y no hay que olvidar que la transferencia es un fuerte compromiso social. Eso significa que, por ejemplo, la Facultad de Trabajo Social hace muchísima transferencia a administraciones públicas o a organizaciones sociales, y es absolutamente necesaria. También hablamos de transferencia a empresas y, de hecho, los viveros de empresa que hemos ido creando en muchas facultades o todo el tema de emprendimiento es fundamental. Ahí hay un nicho en el que se tiene que crecer y creo que esa colaboración público-privada también es muy importante.
- Tres temas transversales: igualdad, diversidad y sostenibilidad. Empecemos por igualdad.
- Hay mucho que hacer. Lo primero, un Vicerrectorado de Igualdad, lo tengo claro. Tenemos un Plan de Igualdad que tenemos que sacar del cajón e implementar. Seguro que ha sido costoso negociarlo, pero creo que ahora llega la parte difícil de cómo tenemos que ejecutar ese plan. Tenemos que mejorar y perfeccionar los protocolos; tenemos que fortalecer los nodos de igualdad en los centros, que venían desde hace ya dos mandatos, pero que tienen que reforzarse; tenemos que generar transversalidad del enfoque de género tanto en contenidos como en metodologías; tenemos que sensibilizar para intentar afrontar el problema de los acosos.
- Diversidad
- Hemos ido cada vez más a un contexto de reconocimiento no solamente de la discapacidad funcional, sino de otra serie de diversidades, y no estábamos preparados. Es verdad que tenemos una Unidad, y es verdad que hay buenas y buenos coordinadores que hacen un esfuerzo por llevar a cabo estas adaptaciones. Pero hay varios problemas. Primero que son adaptaciones voluntarias. Habría que generar una especie de protocolo de actuación donde esté claramente definido cuáles son las obligaciones que tenemos que asumir como docentes para esas adaptaciones. Luego creo que es necesaria una política de sensibilización muy importante, porque a veces no somos plenamente conscientes de que pequeños cambios, pequeñas adaptaciones, son fundamentales para que nuestros estudiantes puedan estudiar en condiciones óptimas y eso, creo, que es cuestión de sensibilización. Seguimos teniendo una visión muy capacitista, incluso desde las estructuras, desde la Unidad, desde los centros, desde las coordinaciones, y eso tiene que cambiar.
- Campus y sostenibilidad.
- Para mí es un temazo. Nosotros no hablamos solamente de sostenibilidad energética, sino que hablamos de sostenibilidad social. En el fondo las transformaciones que estamos experimentando como sociedad están trayendo consecuencias de exclusión y de beneficencia en muchos ámbitos. Así, las personas que se encuentran en exclusión social tienen también dependencia energética. Hay una relación muy importante. Podemos hacer muchas cosas, y algunas pueden ser inmediatas. Puede parecer una tontería lo que propongo, pero ¿y si dejamos de regar el césped? El gasto en agua es brutal. Me decían que una reciente poda de plataneros se ha hecho mal. ¿Y si el año que viene intentamos hacerla bien? Tenemos un máster especializado en eso. O, por ejemplo, algo que le planteé al rector porque me lo plantearon en todos los centros: el tema de la Central Térmica. Es una cuestión que habría que haber abordado hace muchos años. No puede ser que tengas conectadas todas las facultades sin capacidad de regulación de energía y eficiencia de ninguna de ellas. El tema de los tejados solares, pues sí hay que pensar en eso, pero también en adaptaciones más sencillas en los propios centros, que de alguna manera reduzcan el consumo energético.
- Nos falta hablar de financiación. ¿Cómo se puede lograr al fin una financiación suficiente y qué fuentes de financiación alternativas plantea?
- Ahora nos tenemos que situar en un marco en el que va a haber más financiación para las comunidades autónomas en financiación universitaria, un 1% más que ellas podrán distribuir entre sus universidades públicas. Creo que hay que ir con aliados, que son las otras universidades públicas, a por unos presupuestos plurianuales con la Comunidad de Madrid. Creo que somos parte de esta Comunidad y hacemos un aporte significativo al PIB y a la innovación de esta Comunidad y, por lo tanto, si queremos seguir manteniendo este ritmo de crecimiento y ese nivel de innovación, es muy importante que la Comunidad también piense en sus universidades públicas. En segundo término, creo que las universidades somos un mecanismo de cohesión social, de nivelación social; las ayudas y becas públicas, que son una de las cuestiones fundamentales que hay que mantener y reforzar, y es verdad que aquí la Universidad ha hecho un gran esfuerzo, pero hemos tenido menos dinero para becas y ayudas públicas desde la Comunidad Autónoma. Es esencial para nivelar socialmente, para que los estudiantes con menos ingresos tengan la educación y puedan desarrollar una profesión en el futuro. La investigación es un recurso que creo que ha sido infrautilizado, realmente lo creo. Tenemos capacidad para conseguir recursos de los fondos de resiliencia y no estamos captando nada de recursos; tenemos capacidad para conseguir fondos de digitalización y no hemos captado nada… Quiero decir que ahora hay dinero disponible que hay que captar. Por último, hablo de repatrimonialización, de poner en orden. Creo que hay alguna parte de nuestro patrimonio que podría ser más, diríamos, económica o socialmente rentable. Sé que no es fácil, no soy ingenua y creo que voy a llegar y voy a solucionar todos los problemas patrimoniales, sé que hay que hablar con administraciones públicas, hay contratos demaniales… Pero hay cosas que se pueden hacer. Por ejemplo, en Moncloa, en las residencia de profesores hay muchos pisos vacíos en los que se pueden instalar, por ejemplo, las clínicas de nuestra Universidad. Sería un sitio magnífico y daría dinero.
- Por último, explique a la comunidad complutense, además de por todo lo que acaba de exponer, por qué le debe votar.
- Sería el momento en el que una mujer fuera la primera rectora de nuestra universidad, en toda la historia. Creo que es un cambio radical, casi una revolución si lo pensamos en esos términos y no porque sea yo. Ha sido muy importante que en esta campaña hayamos sido cuatro candidatas. El segundo motivo por el que creo que me deberían votar es porque yo creo en esta universidad y creo en un proyecto transversal, y yo creo que voy a ser capaz de sumar diferentes voluntades y diferentes sensibilidades. No es un proyecto ideológico, lo digo por si alguien tiene alguna duda o me lo quieren achacar durante estos pocos días que faltan para la votación. Y la tercera cosa es que creo que tenemos las ideas, la fuerza, la voluntad y la ilusión para cambiar esta universidad. Vamos a intentar priorizar y vamos a intentar hacer un proyecto de cambio en el que nos sintamos todas y todos reconocidos. Esa Universidad Complutense con un liderazgo fuerte, empático, estratégico, espero que sea el futuro de esta universidad y que sea con una rectora.
Sin hablar de las elecciones
- ¿Recuerda la primera vez que vino a la UCM?
- Sí. Fue para hacer la preinscripción en la Facultad que es hoy de Estudios Estadísticos en 1980, tenía 17 años.
- Sin poder hacerlo en lo que estudió, Ciencias Políticas en su caso, ¿si llegara ahora a la Universidad, en qué se matricularía?
- Yo hice el Bachillerato de Ciencias y me encanta la Química.
- ¿Un momento histórico que le gustaría haber vivido?
- Me quedo con uno que viví, que fue desagradable, pero histórico. Yo viví en vivo y en directo en una clase de Antonio Elorza el golpe de Estado de 1981, con uno de nuestros mayores historiadores y la verdad es que fue muy impactante. Para el futuro me gustaría vivir la toma de posesión de la primera rectora de esta Universidad. Y tengo que dar un avance: seguramente lloraré.
- ¿Un avance científico?
- Cualquiera, todos son importantes
- ¿Un avance social?
- El voto de las mujeres
- ¿Qué suele hacer para desconectar?
- Tengo dos grandes aficiones. Soy una lectora avidísima y me encanta hacer cosas con las manos: desde la jardinería hasta una pared de ladrillo.
- ¿Cómo lleva lo de las redes sociales?
- Regular. Creo que las redes son necesarias pero que la excesiva dependencia, sobre todo de gente más joven, no es buena. Los que hemos llegado tarde, por decirlo así, las utilizamos como un instrumento, pero cuando se convierten en una especie de vida a través de las redes, a mí me preocupa porque les desconecta mucho.