CURSOS DE VERANO
España quiere poner la FP al nivel de otros países europeos
Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Alfredo Matilla - 20 jul 2021 12:29 CET
Clara Sanz López, secretaria general de Formación Profesional (FP), ha presentado el proyecto de ley que en estos momentos se está tramitando y que quiere igualar la FP española con la de otros países europeos. Asegura la secretaria general que para el actual Gobierno, “la FP es una estrategia de país y un motor de cambio del sistema productivo”. Sus palabras se han podido escuchar en el curso “La Formación Profesional: Herramienta de transformación de la sociedad del futuro”.
Ha explicado Clara Sanz López que la nueva ley se sustenta en tres pilares: la formación, la acreditación de competencias y la orientación profesional. En cuanto a la educación, el nuevo sistema integra los dos que existían hasta ahora, el de la formación profesional propiamente dicha con el del aprendizaje a lo largo de toda la vida. Según la secretaria general, “no es justificable que haya sistemas diferenciados en función de la edad y la situación de los destinatarios”. Por eso, la nueva ley quiere llegar tanto a los que se plantean empezar una carrera, como a los que quieren re cualificarse y a los que buscan cambiar su itinerario profesional.
Opina Sanz López que uno de los retos principales de la FP es conseguir acreditación de manera precisa las competencias profesionales que se han ido adquiriendo a lo largo de la vida gracias a la experiencia laboral. En la actualidad el sistema para hacerlo es muy poco flexible y complejo, así que la tarea es reducir la burocracia para que los trabajadores de nuestro país no estén en inferioridad de condiciones “en un mundo global, ya que en otras naciones sí se acredita”.
En una situación de crisis económica aquellos que no tienen acreditadas sus competencias se pueden encontrar en un estado de precariedad, así que lo ideal es que puedan hacerlo sin dificultades. Informa la secretaria general que en los últimos diez años se han conseguido acreditar 310.000 personas, lo que “parece una buena cifra, pero no si la comparamos con los 11 millones de trabajadores que existen en esta situación”. El compromiso, con la nueva ley, es conseguir acreditar a al menos tres millones de personas en los próximos cuatro años.
Empleabilidad
Explica Sanz López que la empleabilidad entre los titulados en FP es bastante alta y los índices de paro de los jóvenes se reducen a entre un 6-7%, igualándose con los de la educación universitaria. A pesar de eso es consciente la secretaria general de que en España hay un desequilibrio en la estructura de formación, con una base de baja cualificación muy ancha, una parte muy adelgazada de cualificación intermedia y otra muy ancha de alta cualificación. Una de las tareas de la nueva ley de la FP es conseguir ensanchar esa parte intermedia, que es el “músculo productivo”, y para ello hay que adelgazar la parte de baja cualificación, que hoy en día se encuentra en un 30% y conseguir reducirla al menos hasta el 16%.
La tasa de matriculación en FP es otro de los retos que hay que subsanar en nuestro país, porque “durante mucho tiempo se ha considerado que la FP es una formación de segunda y que era solamente para aquellos que no podían seguir un itinerario académico”. Cree la conferenciante que ese es un concepto que ha empezado a cambiar desde 2018 con el primer Plan Estratégica sobre FP, aunque la matrícula se mantiene en un nivel del 12%, frente al 25-28% de la Unión Europea y los países de la OCDE. Informa, de todos modos, de que los últimos datos, todavía no publicados, indican que la matriculación en España ha aumentado más de un 9%. La cifra total de matriculados en FP en nuestro país ya llega a los 950.000 estudiantes.
Otro de los retos a superar es conseguir que la formación forme parte de la vida laboral, ya que en ese concepto ocupamos el puesto 61 de los países de la OCDE, con una media de 17 horas de formación por persona y año. Alerta Sanz López de que en esas horas hay que contar con el sesgo de que “se forman más los que más formación tienen”, así que las horas reales son muchas menos y muy lejos de las 50 que hay, por ejemplo, en Alemania. En este campo, por tanto, “queda todavía mucho camino que recorrer para conseguir que la FP sea algo normal para la empleabilidad”.
Un punto en el que ha insistido la secretaria general es en la colaboración con las empresas, algo que también se recoge en la ley. Por ejemplo, amplía el periodo de estancias formativas de estudiantes y crea estancias de docentes y profesorado en las empresas, porque “si no están al día de las necesidades de cada sector productivo difícilmente lo van a trasladar a sus estudiantes”.
La idea es que, de alguna manera, sean las empresas las que den a conocer sus necesidades al sistema de formación profesional para que este se adapte al mercado, “sobre todo en unos momentos en los que se busca mucho más versatilidad y la actualización tiene que ser muy ágil porque los cambios son vertiginosos”. Por tanto, y de acuerdo con Sanz López, “la oferta debe ajustarse a lo que necesiten las empresas, es una oferta a la carta, adecuada a sus necesidades”.
Para poder llevar a cabo estas innovaciones, el Gobierno ya ha dotado con 1.600 millones de euros para la modernización de la FP, cantidad que crecerá todavía más gracias a los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.