Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Aída Cordero - 5 jul 2023 17:05 CET

La segunda de las conferencias extraordinarias de esta 36 edición de los Cursos de Verano de la UCM en San Lorenzo de El Escorial ha tenido como protagonista a la ingeniera agrónoma por la UPM y primera general de división del ejército español, Patricia Ortega García, quien ha hablado sobre el déficit en carreras STEAM y la tecnología dual. Si bajo el acrónimo están las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas, bajo la denominación de tecnología dual está aquella que tiene un doble uso civil y militar. A las habituales razones que se suelen dar para el déficit de estudiantes en carreras STEAM (como los estereotipos de género, la brecha educativa o algunos prejuicios), Ortega García ha añadido la dificultad de los estudios, su duración, la falsa percepción de lo que es ser un ingeniero o la “falta de cultura con respecto a los grandes referentes de ingeniería como Isaac Peral o Torres Quevedo”.

Considera la general de división que el déficit se arrastra desde hace más de dos décadas, y mientras que en Europa están en un 28% de estudiantes que eligen las STEAM en primera opción en las matriculaciones, en España estamos en el 23%. Además de las razones ya mencionadas, cree la conferenciante que “quizás la palabra ingeniería ha perdido su caché, incluso económicamente y además el ingeniero no sabe transmitir que lo que avanza la ingeniería es también un avance para el bienestar de la sociedad”.

Ha añadido Ortega García que los fondos europeos PERTE son en su mayoría tecnológicos, pero “no tenemos talento para poder afrontarlo, y la única manera de hacerlo sería poder hacer una mayor imbricación entre la universidad y la empresa”. Asegura la militar, que Bolonia ha permitido que “las universidades propongan titulaciones y ahora hay casi 300 grados de ingeniería, la mayoría de ellos no son profesiones regladas, y eso también influye a la hora de que los jóvenes no se decanten por ella”, sobre todo si no hay más prácticas en empresas.

Según sus palabras, “la tecnología está muy relacionada con el crecimiento económico, de ahí que el PIB español haya crecido mucho menos que otros países con más ingenieros, como Alemania o Reino Unido”. Y eso está también relacionado con el desarrollo de la tecnología dual, en cuyo primero puesto está ahora Rusia y en el tercero Irán.

Cree Ortega García que es fundamental fomentar la cultura científica porque instituciones como el MIT concluyen que el liderazgo de la ingeniería del mundo va a pasar al hemisferio sur, y la razón principal es que “el caché ha bajado, mientras que en otros países sí supone un ascensor social”.

Puso como ejemplo a seguir a Israel, que “es un referente en cuanto a tecnología, es la segunda potencia tecnológica a nivel mundial y es el exportador de start-ups más fuerte del mundo. Además, es un país donde dan mucha importancia a la educación, con una ratio de ingenieros por cada 10.000 habitantes que es el mejor del mundo”. Eso va acompañado de una dedicación del 4,2% del PIB a I+D, mientras que España dedicamos el 1,3%.

En su conferencia ha querido destacar el libro de 2011 de Steven Pinker, Los ángeles que llevamos dentro, que transmite que “las civilizaciones somos cada vez menos violentas, aunque somos más conscientes de las violencias que hay en todo el mundo”. A pesar de eso, o quizás por ello, hay una preocupación creciente por la seguridad, por la conciencia en seguridad y defensa, “lo que ha aumentado las inversiones en todos los países, y ese es un ámbito totalmente tecnológico, ya que las guerras actuales lo son, y la sociedad se ha vuelto al artículo 5 del tratado de la OTAN que garantiza la defensa colectiva o el 42.7 del tratado de la Unión que estipula la defensa mutua”.

La tecnología impregna otros factores vitales como los ODS, “de los que 15 son tecnológicos”, y la tecnología dual que “se verá influida por la falta de ingenieros o habrá que acudir al mercado exterior para garantizarnos nuestra propia seguridad. La tecnología no lo soluciona todo, pero la sociedad debe ser consciente de que lo que avance la seguridad y la defensa es muy importante para todos”.

Terminó la conferenciante con unas palabras de Ortega y Gasset en las que ponía el foco en el lado humano de los ingenieros: “Para ser ingeniero no basta con ser ingeniero. Mientras se están ocupando de su faena particular, la historia les quita el suelo de debajo de sus pies. Es preciso estar alerta y salir del propio oficio: otear bien el paisaje de la vida, que es siempre total”.