CULTURA

El grupo Cantoría en uno de sus conciertos. Fotografía: @Grzesiek Mart

El ICCMU lleva villancicos en castellano al Festival de música barroca de Ambronay

Texto: T. C. - 8 oct 2024 09:43 CET

La labor de recuperación del Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), en este caso en colaboración con el grupo Cantoría, ha hecho posible que el Festival de Ambronay, que se celebra anualmente en la región francesa de Auvernia-Ródano-Alpes, haya clausurado su edición, este 6 de octubre, con el estreno moderno del villancico Gitanillas cortesanas.

 

Informa el ICCMU de que esta obra, interpretada por el grupo Cantoría con un conjunto ampliado de ocho voces, violón, arpa y órgano, forma parte de un programa que explora el repertorio barroco español. Bajo el título "A la fiesta", Cantoría ha presentado una serie de conciertos tanto en Ambronay, como en Gliwice (Polonia), ofreciendo villancicos navideños en castellano, “lo que marca otro hito para Cantoría, que grabó su primer disco en el Centre Culturel de Rencontre d’Ambronay, recibiendo numerosos premios internacionales”. La colaboración de Cantoría y el ICCMU muestra la “común voluntad de poner en valor el repertorio español dentro y fuera de Europa”.

 

Dicho repertorio, que ha nacido gracias al trabajo y la asesoría musicológica del Instituto Complutense de Ciencias Musicales, ha incluido obras de compositores como Joan Cererols, Juan Bautista Comes, Sebastián Durón, y Mateo Romero, “fundamentales para la música de los siglos XVII y XVIII y verdaderos maestros de la práctica y composición de un género tan autóctono como el villancico”. Y entre todas las piezas destacó Gitanillas cortesanas, “una muestra de la brillantez compositiva de José de Torres, maestro de la Capilla Real en el siglo XVIII”.

 

Explican desde el ICCMU que “aunque hoy el villancico se asocia a canciones navideñas, en su origen, especialmente durante la Edad Moderna, fue un género de poesía cantada, interpretado en grandes festividades litúrgicas. Estos villancicos, compuestos por músicos de las capillas más prestigiosas, se acompañaban de una rica variedad de instrumentos, incluyendo chirimías (un antecedente del oboe), bajones (antecedente del fagot) o sacabuches (antecedente del trombón)”.