CURSOS DE VERANO

Acto inaugural de los XXXVI Cursos de Verano de la UCM

Inaugurada la trigésimo sexta edición de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense

Fotografía: Jesús de Miguel - 4 jul 2023 11:40 CET

El rector Joaquín Goyache ha inaugurado de manera oficial la trigésimo sexta edición de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial. Lo ha hecho en un acto, celebrado en la tarde de este 3 de julio en el salón de actos del RCU María Cristina, en el que también intervinieron el nuevo consejero de Educación, Ciencia y Universidades de la Comunidad de Madrid, Emilio Viciana; el embajador de México en España, Quirino Ordaz; la vicerrectora de Relaciones Internacionales, María del Rosario Cristóbal, y el director de los Cursos de Verano, Miguel Ángel Casermeiro. La catedrática complutense María Emilia Casas ha pronunciado la lección inaugural de esta nueva edición, en la que se desarrollarán cerca de 80 actividades formativas y culturales durante las próximas cuatro semanas.

 

En su intervención, el rector Goyache reiteró una vez más el especial apego que siente por los Cursos de Verano, cuya vigésimo quinta edición tuvo el placer de dirigir. Recordó que ninguna otra actividad consigue a lo largo del año “hacer tanta universidad” como los Cursos de Verano, que son capaces de atraer a personas de muy distinta formación, edad y procedencia. “Los Cursos de Verano son una experiencia única, son debate, intercambio de ideas, apostar por el conocimiento y apostar por aprender”, señaló el rector.

 

Sobre la programación de este año, destacó que, aunque la convocatoria de las elecciones generales para el 23 de julio provocó la cancelación de los tradicionales cursos que se organizan junto a los principales partidos políticos, la calidad y pertinencia de los temas que se van a tratar en esta edición vuelve a situar la cita estival complutense a la cabeza de las ofrecidas por las universidades españolas, con menos política, pero con más “cultura, creación artística, ciencia y conocimiento”. Destacó también que por vez primera los Cursos cuenten con un país invitado y se felicitó porque el elegido haya sido México, con el que la Complutense mantiene unos profundos lazos desde hace muchos años. Por último, subrayó que esta trigésimo sexta edición lleva aparejada la inauguración de la sede permanente que la Universidad Complutense desde el pasado año, gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento, cuenta en San Lorenzo de El Escorial. En ella, en el denominado Cuartel de Inválidos y Voluntarios a Caballo, a partir de la próxima semana se comenzarán a desarrollar diferentes actividades.

 

El consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, mostró su satisfacción porque su primera intervención pública como consejero, tuviera lugar precisamente en su universidad, en la que se licenció en Derecho, y en la inauguración de una de sus actividades más destacadas, como son los Cursos de Verano. Viciana se mostró de acuerdo con las palabras que pronunció en el acto de presentación de la programación de los Cursos, el pasado mes de mayo, la diseñadora del cartel anunciador de esta edición, Ágata Ruiz de la Prada, cuando afirmó que el principal atractivo de esta distendida cita en las aulas obedece al gusto de aprender sobre materias que nos son ajenas por el mero placer de hacerlo.

 

Viciana aprovechó su intervención en los Cursos -a los que felicitó por ser capaces de analizar el pasado y el presente y anticipar en buena medida el futuro- para hacer suyos los compromisos anunciados por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en el acto de posesión del rector Goyache celebrado la pasada semana. El consejero aseguró que va a tener la “mano tendida y plena disposición al diálogo” para consensuar con los rectores un nuevo modelo de financiación de las universidades madrileñas, que permita el desarrollo de un sistema universitario fuerte y de calidad con creciente dimensión internacional. “La salud de nuestro sistema universitario asegura la libertad y prosperidad de la región”, afirmó. Viciana también confirmó que la Comunidad buscará de la mano de todos los agentes educativos elaborar una nueva ley de educación madrileña.

 

El embajador de México, Quirino Ordaz, agradeció la designación de su país como el primer invitado especial de todas las ediciones de los Cursos de Verano de la Complutense, de los que subrayó su forma “fresca, atractiva e interesante” de compartir los conocimientos. Según señaló son muchos los estudiantes de su país que cada verano “cruzan el charco” para formarse en los “apasionantes, vigentes e interesantes” temas que se tratan tanto en los Cursos de Verano como en la Escuela Complutense de Verano. “Viva la Complutense, viva México y España”, concluyó.

 

La vicerrectora de Relaciones Internacionales, María del Rosario Cristóbal, dedicó su intervención a explicar las relaciones que mantiene la Universidad Complutense con México, país invitado de esta edición de los Cursos. Según explicó, estás se sustentan en cuatro “columnas” principales: la Escuela Complutense Latinoamericana -cuya primera edición en 2006 se impartió en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y que ha visitado desde entonces otras muchas universidades del país), la Unión Iberoamericana de Universidades -que tiene entre sus cinco integrantes a la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM) y a la UCM-, la Cátedra Gaos, que mantienen UCM y UNAM desde 2002- y los 63 convenios bilaterales entre la UCM y universidades mexicanas, dedicados sobre todo a la movilidad del profesorado y estudiantes.

 

Miguel Ángel Casermeiro, el director de los Cursos, se mostró satisfecho tanto por la calidad de la programación de esta edición como, sobre todo, por el trabajo realizado tanto por su equipo académico -integrado por las profesoras Lucía Monteoliva, Elena Arriero, Marta Blanco y Sara Torres- como administrativo, a lo largo del año. Casermeiro reivindicó la vigencia y utilidad en la sociedad actual de los cursos de verano, creados ya hace 90 años, durante la II República, con la puesta en marcha de la entonces denominada Universidad Internacional de Verano de Santander y que en 1988 el rector Gustavo Villapalos impulsó en la UCM. De acuerdo con el director de los Cursos, la reflexión y debate que propician entre la universidad y la sociedad civil sigue siendo su razón de ser.

 

María Emilia Casas impartió la conferencia inaugural

María Emilia Casas Baamonde, primera mujer en acceder a una cátedra de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social en la UCM y primera y única mujer que ha presidido el Tribunal Constitucional, ha impartido la lección inaugural de esta trigésimo sexta edición de los Cursos de Verano de la UCM. Antes de iniciar su ponencia, la catedrática agradeció a la Complutense –“una de las universidades más prestigiosas, y yo diría que la mejor del mundo”- el haberla dado “todo, absolutamente todo”: desde una formación de excelencia, como el privilegio de ejercer docencia e investigación en Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, “que es la pasión de mi vida”, “y ahora el honor de inaugurar estos Cursos de Verano, “que son la oferta educativa estival más importante”.

 

Casas dedicó su conferencia a “Las competencias y transiciones profesionales en la digitalización y el cambio climático”. Alertó de que ya hoy, pero sobre todo en un futuro inmediato, las denominadas transiciones verde (cambio climático) y azul (digitalización) están modificando las habilidades y competencias que se reclaman a los trabajadores. La necesaria transición hacia esas nuevas exigencias formativas trae aparejada un elevado riesgo de exclusión social y de desigualdades económicas, que son precisamente los principales peligros de las sociedades democráticas.

 

La catedrática complutense explicó que la formación y recualificación continua en estas nuevas competencias es clave, y que esta no puede llegar solo a unas elites, sino a la sociedad en su conjunto. De hecho, como señalan muchos informes, serán las competencias profesionales de grado alto y medio las más demandadas, quedando las competencias más básicas prácticamente fuera del mercado laboral. A esta situación hay que añadir, según informó Casas Baamonde, que se calcula que entre el 8 y el 9% de los puestos de trabajo que existan en 2030 hoy son inexistentes, tanto en el mercado laboral en sí, como, lo que aún es más preocupante, también para el sistema educativo. El desarrollo de la inteligencia artificial y el camino hacia la descarbonización de la economía abren un periodo de grandes incertidumbres.

 

Para situar la magnitud del reto, la conferenciante citó un estudio realizado por el Instituto McKenzie, de la Universidad Arizona, en la que analizó la situación en 8 países, que representan más de la mitad de la población mundial y el 60% del PIB, y concluyó que el reto de reciclar y recolocar a las personas en nuevas profesiones será mayor que el de adaptarse a la crisis de la Covid-19. “Para mí es una afirmación que impacta, porque nada me parece más complejo que aquella adaptación que tuvimos que hacer en los primeros momentos de la Covid”, consideró Casas Baamonde.

 

De acuerdo con la ex presidenta del Tribunal Constitucional, en España la Ley Orgánica de Formación Profesional, de marzo de 2022, ha tratado de dar respuesta a esta situación apostando por dar reconocimiento a esta opción formativa un tanto desprestigiada en nuestro país. Pero además de esta formación de grado medio, la catedrática considera que es necesario que las universidades también aborden el problema, por un lado, ofreciendo formación permanente a los ciudadanos, y por otro, a través de la investigación, tratando de anticiparse al futuro y detectar las necesidades formativas tanto de quienes tengan que buscar empleo como de los que necesiten mantenerlo.

 

La catedrática complutense advirtió que serán los trabajadores de edad más avanzada y quienes no tienen o tengan formación universitaria los que más desprotegidos van a estar. También las mujeres y las minorías lo tendrán más complicado. Por ello, Casas Baamonde ve necesaria la construcción de un derecho a la formación permanente, algo que, a su juicio, no va a estar está libre de obstáculos y que será difícil de conseguir. “Se debe entender de un nuevo modo el Derecho. Por este camino hemos de transitar. Es necesaria la adaptación del marco regulatorio de las exigencias del siglo XXI”, concluyó la catedrática complutense.