ÁGORA

Los últimos cuatro rectores de la UCM -Carlos Berzosa, José Carrillo, Joaquín Goyache y Carlos Andradas- posan junto al retrato

José Carrillo se incorpora a la galería de retratos de los rectores complutenses

Fotografía: Jesús de Miguel - 28 abr 2022 10:28 CET

En un pasillo de la tercera planta del Rectorado, el que une el despacho del Rector y la Sala de Juntas, están ubicados los retratos de todos los rectores de la Universidad Complutense. Dice el actual rector, Joaquín Goyache, que esos cuadros son una forma de agradecer y reconocer el trabajo y esfuerzo que cada uno de ellos dedicó a la institución. El último retrato en llegar a la galería va a ser el de José Carrillo, rector de 2011 a 2015, tras su presentación este 27 de abril en la Facultad de Odontología. Será el primero pintado por una mujer, la hoy profesora de la Facultad de Bellas Artes Soraya Triana Hernández, quien cuando comenzó a trabajar en la obra aún era estudiante. El profesor Carrillo confía en que la próxima asincronía que se rompa sea la presencia de una mujer rectora en esa galería. “No sé cuándo, pero sucederá”, auguró.

 

Pese a estar ahora muy satisfecho con el trabajo realizado por Soraya Triana –“Ha superado mis expectativas”, aseguró-, lo cierto es que José Carrillo, según confiesa, nunca fue partidario de ocupar un lugar en esa galería. Entre otros motivos -entre los que incluye que en su Facultad, la de Ciencias Matemáticas, nunca ha sido tradición, a diferencia de muchas, retratar a los decanos-, Carrillo cuenta como una anécdota le hizo reafirmarse en esa idea. Sucedió durante su época de vicerrector del equipo de Carlos Berzosa, cuando un día del mes de agosto tuvo que dejar a su hija Ana, entonces de cinco años, en su despacho mientras él atendía una urgencia. La pequeña se escabulló de la “vigilancia” y comenzó a recorrer el Rectorado hasta llegar a la tercera planta y adentrarse en la galería de retratos. Si bien el tono oscuro de la mayor parte de los cuadros comenzó a inquietar a la niña, al llegar a uno de ellos se asustó. Era el de Pío Zabala, primer rector franquista, de 1939 a 1951. “Es un retrato que verdaderamente da miedo. Y no solo a mi hija; a mí, también. Aquello me hizo pensar que yo no quería asustar ningún niño dentro de 50 años”.

 

La insistencia del rector Andradas y de su equipo allá por 2018, finalmente hizo a Carrillo, aun no muy convencido, aceptar ser retratado para la galería. El autor del cuadro, eso sí, como también es tradición, podía ser elegido por el propio Carrillo. Siguiendo la sugerencia, según cuenta, de su amigo José Manuel Martínez Sierra, anterior director del Real Colegio Complutense en Harvard, pensó que sería bueno que por vez primera el retrato fuera realizado por un estudiante. Pidió a la decana de la Facultad de Bellas Artes, Elena Blanch, que le propusiera algunos nombres. Entre los sugeridos estaba el de Soraya Triana. Tras ver algunos de los trabajos previos de los estudiantes propuestos, Carrillo no dudó en que además de ser el primer estudiante con obra en la galería de rectores, también sería la primera mujer.

 

En el verano de 2018 la hoy profesora Soraya Triana y el rector, ya honorífico, José Carrillo comenzaron a reunirse para preparar el retrato. La pintora -que como confesó en su intervención en el acto de presentación del retrato, desde el primer momento sintió esa presión de ser la primera mujer que iba a estar presente en la galería- citó a Carrillo varias veces para que posara vestido con el traje de rector. Realmente lo que quería era conocerle mejor, saber cómo era, “cómo funciona con los demás”. Triana vio que para Carrillo el traje rectoral en realidad es un disfraz que no le hace sentirse cómodo ni mostrarse con naturalidad. “Vi que así vestido trataba de sacar ese punto amable que tiene siempre, pero tratando también de estar en su sitio”. La pintora, según señaló, ha querido plasmar esos sentimientos en el retrato: sencillez, naturalidad y cercanía, pese al boato del cargo.

 

Junto a anécdotas y confidencias, el profesor Carrillo aprovechó la que, como él dijo, posiblemente será su última intervención pública en la UCM, ya que se jubila dentro de cuatro meses, para recordar que el principal problema que tuvo que afrontar durante su mandato, la insuficiente financiación de las universidades, aún sigue sin resolverse. Carrillo se mostró extrañado de que nadie hable de que en la futura ley de universidades no se trate este problema, que durante sus años de gobierno se vio aún más agravado por la crisis económica que se estaba atravesando y los recortes que la siguieron. De acuerdo con Carrillo, la futura ley no debería dejar la financiación en manos únicamente de las comunidades autónomas, sino que debería establecerse de manera estatal. “Sé que es difícil, porque es competencia de las comunidades, pero no imposible. De hecho, hasta 2012 las tasas las fijaba el Gobierno”.

 

El acto de presentación del retrato lo cerró el actual rector, Joaquín Goyache, quien, como recordó, fue integrante del equipo de gobierno de Carrillo y con quien mantiene una estrecha amistad. Goyache le agradeció su trabajo al frente de la UCM durante aquellos años y el haber sido capaz de revertir aquella difícil situación económica y mantener abierta la Universidad. “Por ello y por muchas otras razones es importante que el retrato del rector Carrillo, como el de sus predecesores, esté en esa galería”, concluyó Goyache, antes de fotografiarse ante el retrato junto al propio Carrillo y los otros dos rectores presentes en el acto, Carlos Berzosa y Carlos Andradas. “Sonríe papá”, le pedía Ana Carrillo, hoy ya toda una mujer, a su padre el rector honorífico mientras le fotografiaban. “Siempre se le olvida”, se justificaba con una sonrisa.