DEPORTE

Juan Fonseca, en las instalaciones deportivas de la zona norte de la UCM

Juan Fonseca, un héroe pausado

21 dic 2021 12:02 CET

Tiempo de descuento en la final del Campeonato de Europa sub 20 de rugby. Portugal, la anfitriona del torneo gana 9-8 a España. El quince español tiene un golpe de castigo a favor en campo propio. Juegan a la mano. Uno de los jugadores españoles es capaz de romper la línea defensiva portuguesa, fajándose de tres rivales. Al poco de pasar la línea de medio campo abre a la banda, donde Juan Fonseca, el protagonista complutense de este artículo, aparece a toda velocidad. Su sprint de 40 metros hasta la línea de anotación portuguesa forma ya parte de la historia del rugby español.

 

 

Unas semanas después, sentado en la pequeña grada del campo de rugby de las Instalaciones Deportivas Norte (Paraninfo) de la UCM, Juan Fonseca quita hierro a lo conseguido y da la mayor parte del mérito de aquella jugada a su compañero del País Vasco, que fue capaz de romper la defensa portuguesa. “Se le da mucho crédito al que mete el ensayo, pero mi compañero que me da el pase tiene más mérito que yo en la jugada. Yo lo único que hago es correr. Pero bueno, el que consigue el gol de la victoria, la última canasta o, en mi caso, el ensayo definitivo, es el que se lleva todas las flores”.

 

Quiera o no, lo cierto es que aquella jugada ha dado a Juan Fonseca Buelga (Madrid, 2002) cierta resonancia en el mundillo del rugby español. Si hasta hace poco apenas era un recién llegado a la elite -el año pasado se incorporó a la plantilla del primer equipo del Complutense-Cisneros- ahora la mayor parte de sus rivales ya le conocen. Él, sin embargo, está muy tranquilo. “Yo sigo a lo mío”, señala, y lo cierto es que lo suyo no es poco. Además de jugar al rugby en División de Honor, con entrenamientos y sesiones de gimnasio diarias, partidos y viajes, Juan estudia, ni más ni menos, que el doble grado en Informática y Matemáticas. “Es un doble grado exigente, es verdad. Pero tuve un buen año en Bachillerato y conseguí la nota. Quiero buscarme un buen futuro, un buen trabajo, y viendo que podía estudiar algo complicado, me fui a por ello”.

 

Reconoce, no obstante, que compaginar rugby y estudios no es sencillo. De 9 a 15.30 reparte sus horas entre las Facultades de Matemáticas y de Informática. Después suele quedarse un rato en la biblioteca estudiando, antes de ir al gimnasio y volver de nuevo al campus para entrenar a las 19.30 en los campos de la Zona Sur. Por la noche aún suele tener fuerzas para echar un vistazo a los libros y apuntes. “El día a día es difícil. La carrera es bastante exigente y voy un poco apurado, pero bueno de momento lo intento llevar bien. Acabas muy cansado pero al final todo compensa”.

 

Al rugby llegó casi por casualidad. Comenzó a practicarlo en una estancia de estudios en Inglaterra cuando tenía 11 años. Hasta entonces jugaba al baloncesto, pero a su vuelta vio que varios de sus amigos habían dejado el equipo. “Como yo no era muy alto tampoco, decidí probar con el rugby, que me había gustado en Inglaterra. Me apunté en el Cisneros, me gustó bastante y he seguido jugando. He pasado por todas las categorías hasta llegar el año pasado al primer equipo. Estoy muy contento. Me han integrado muy bien. Es algo que hace muy bien el Cisneros: trabajar con la cantera y luego integrar a los jóvenes en el primer o segundo equipo. Es un club muy amateur en División de Honor. Mientras la mayoría de equipos pagan a sus jugadores, el Cisneros no paga casi nada. Ofrecen vivir en el Colegio Mayor o en pisos… Pero yo, como soy de Madrid, vivo en mi casa”.

 

El amateurismo del Cisneros está compensado para Juan por la posibilidad que le ofrece de estudiar en la Complutense. El año pasado, de hecho, estuvo integrado en el Plan para Deportistas de Alto Nivel, que tiene la UCM para facilitar al máximo que los deportistas con más dedicación puedan compaginar sus estudios. La posibilidad de cambiar de equipo y empezar a ganar algo de dinero por ahora no la maneja. “Me quedo en el Cisneros, que es mi club, y que al fin y al cabo juega en primera división española. Vivir de esto es muy difícil. En realidad, para vivir de esto hay que irse fuera de España y fuera el nivel es muy exigente. No creo que pudiera irme”, señala.

 

Juan por ahora prefiere vivir centrado en sus estudios y en hacer una buena temporada con su club. “El año pasado llegamos a play off y perdimos con el que luego fue campeón de liga en la última jugada. Este año a ver si podemos clasificarnos para play off e intentarlo de nuevo”. La llamada de la selección absoluta tampoco le obsesiona. En realidad su participación en el Europeo Sub 20 de Portugal fue su debut internacional. “En la selección española me llamaron por primera vez para la sub 18, pero justo se canceló por el coronavirus. Íbamos a ir a Kaliningrado, a Rusia, pero se suspendió el Europeo. Este año al final sí salió el Europeo sub 20. Me llamaron en septiembre para la concentración y ya después para el campeonato en Coímbra en noviembre”.

 

Como se puede comprobar Juan Fonseca es una persona pausada, tranquila, escueta, con las cosas claras, a quien una jugada no le va a cambiar la vida. El rugby para él es importante, pero su futuro aún más.

- Me recuerdas a Gareth Bale y su Wales, golf, Madrid. In that order. Tú también tienes muy claras tus prioridades.

- Sí. Los estudios, primero, y el rugby, después.