DOCENCIA

La ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) ha certificado el modelo Docentia UCM, de evaluación de la actividad docente del profesorado

La ANECA acredita la calidad del programa Docentia UCM

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 22 feb 2023 19:56 CET

Con fecha del 7 de febrero de 2023, la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación), junto con la Fundación para el Conocimiento Madri+dha certificado el modelo Docentia UCM, de evaluación de la actividad docente del profesorado. El hecho de haber obtenido esta certificación es. de acuerdo con el vicerrector de Calidad, Miguel Ángel Sastre, un hecho relevante porque, “si en algún momento se aprueban los sexenios docentes, a la Universidad se le exigirá tener un modelo de evaluación de la docencia que esté certificado por una agencia de calidad”.

 

En lo que podríamos considerar una prehistoria del sistema de evaluación complutense de la docencia hubo un primer programa experimental desde el curso 2005-2006, y a partir del curso 2008-2009 se aplicó un diseño nuevo, que llegó hasta el año 2014-2015. Con la experiencia acumulada se hizo una actualización del modelo que es la que se llevó a aprobación en consejo de gobierno en 2015, y en la que se estableció, por primera vez, la obligatoriedad del programa para todos los profesores.

 

Mar Egea, jefa de servicio de la Oficina para la Calidad, explica que se hizo una modificación de ese modelo para dar respuesta a las nuevas necesidades y el 5 de julio de 2016 se aprobó el modelo con las características que rigen en la actualidad. En este tiempo han estado” sometidos a seguimientos anuales por parte de la Fundación Madri+d, para demostrar que realmente se cumplía lo aprobado en el modelo y en 2023, por fin, se ha conseguido la certificación”.

 

De acuerdo con Egea y con Miguel Ángel Sastre, vicerrector de Calidad, “es un modelo revolucionario y ambicioso, e incluso se ha convertido en un referente, tanto por la obligatoriedad del modelo como por dar cobertura a cerca de 6.000 profesores, lo que lo convierte en un sistema muy complejo de evaluación de la calidad de la docencia en nuestra universidad”.

 

Para poder gestionar los muchos miles de datos que se recogen de las encuestas de los estudiantes, existe una aplicación interna, muy adaptada a las necesidades del modelo, y ahí “hay que poner en valor el equipo de los servicios informáticos que da apoyo al programa, porque gracias a ellos, sale adelante todos los años”.

 

Más de 30 mejoras

Los seguimientos anuales al modelo han permitido ir introduciendo muchas mejoras, reforzando los puntos débiles, de tal manera que “en los últimos tres años se han acometido más de treinta acciones de mejora del programa Docentia UCM”. En ese trabajo han contribuido las personas del servicio y de la Oficina para la Calidad, los profesores evaluadores y los miembros integrantes de la Comisión de Seguimiento de la Calidad de la Actividad Docente del Profesorado, donde también participan estudiantes.

 

Algunas de estas acciones, según Sastre, han servido para compensar la reducida tasa de respuesta que había hace unos años, con lo que no se llegaba al mínimo establecido para que la docencia fuese evaluable. Se modificó, por tanto, el porcentaje de respuestas válidas, bajándolo del 20% al 15%, para que más profesores pudieran ser evaluados; y al mismo tiempo, para los alumnos Erasmus en asignaturas que se imparten en inglés, se hizo la traducción del cuestionario a ese idioma para que esos alumnos también pudieran participar; también se redujo el mínimo de créditos necesarios para que una actividad fuese evaluable, pasando de 1,5 a 1,2 créditos.

 

Esas y otras modificaciones han permitido tener una cobertura mucho mayor del modelo, y a día de hoy ya hay más de un 70% del profesorado que ha sido evaluado, al menos una vez, por el modelo Docentia UCM.

 

Sin carácter punitivo

A la luz de esos datos, el vicerrector reconoce que hay un porcentaje marginal, “que cada vez es menor”, de profesores que no se han sometido a evaluación. A esos docentes que pasan tres años sin someterse a evaluación se les asigna una evaluación negativa, y se les insta a que realicen los cursos de formación que se ponen a su disposición para mentalizarles en la “cultura de rendición de cuentas que todo profesor debe tener en una universidad pública como es la Complutense”.

 

Los dos cursos del Plan de Formación Integral del PDI sobre Docentia desarrollados desde el Centro de Formación Permanente “han sido un éxito tremendo porque, cuando termine su impartición, habrán participado unos 1.500 profesores”. En el curso sobre el análisis de fortalezas y debilidades de la autoevaluación en el programa Docentia, con 6 ediciones programadas, se “acompaña y orienta a los profesores en el autoinforme, porque a veces no lo enfocan bien y eso lastra su evaluación”. El objetivo es que se vean cómodos en la evaluación a la que se ven sometidos, lo que hace que “cada vez haya un menor número de profesores que realmente no quieran participar en el programa, y se espera que dentro de poco todos los docentes vean de manera natural su participación”. El otro curso, del que ya se han llevado a cabo 4 ediciones, se engloba dentro del Aula Permanente, es asíncrono y está enfocado al profesorado que se ha incorporado recientemente a la Universidad, ya que "se pretenden sentar las bases para la reflexión de la actividad docente con la especificidad de nuestro programa de evaluación".

 

Aclara el vicerrector que el programa Docentia UCM “lo que no es, sobre todo, es un programa punitivo. Al revés, cuando alguien no participa o no ha obtenido una buena evaluación, desde Calidad se le ayuda a tratar de mejorar la evaluación docente, que es buena para el profesor, pero también para sus estudiantes”.

 

El programa lo que busca, realmente, es reconocer la excelencia docente, lo que se ha hecho los últimos años con el acto de reconocimiento de profesores excelentes, al que “ahora se le ha acompañado con un premio económico para cuando se consiguen dos tramos de evaluación (lo que supone seis años) en los cuales en uno de los tramos de tres años ha sido clasificado como excelente, y el otro, al menos como positivo”. De acuerdo con el vicerrector no es una gran cuantía, pero lo importante es que “por primera vez se hace ese gesto económico de reconocimiento a la labor docente, porque la transferencia de conocimiento ya está reconocida a través del programa piloto de sexenios de transferencia, y la investigación a través de los sexenios”.

 

Otro avance importante, según explica Sastre, es que el modelo Docentia UCM se ha convertido, consensuado con los sindicatos, en un elemento esencial en la política de profesorado. Ahora, para las promociones, las estabilizaciones e incluso la renovación de los contratos de asociados se exige tener una evaluación al menos positiva.

 

Retos de futuro

A raíz de la certificación del programa, Mar Egea, reconoce que hay un reto importante, que es el análisis del modelo para detectar unos parámetros que puedan servir para un modelo de calidad docente a nivel UCM. Considera la jefa de servicio que eso es como “pulir el programa para cerrar el círculo de la mejora de la calidad docente”.

 

La idea, por tanto, es continuar con lo que se está haciendo, consolidarlo y detectar esos parámetros de lo que es una docencia de calidad con un grupo de trabajo conformado con profesores excelentes y con sus estudiantes. Estos últimos ya han participado en el diseño de la encuesta, especialmente en la inclusión de una pregunta abierta para poder explicar el porqué de determinadas respuestas, y “esa ha sido una incorporación muy positiva, que no se puede procesar por el volumen de datos, pero que se les da a los profesores para que con ello pueden mejorar el análisis de cómo y por qué valoran los estudiantes su actividad docente de una manera u otra”.

 

La acreditación habrá que renovarla dentro de seis años, pero eso ocurre igual en las titulaciones, “donde la evaluación de la calidad es cíclica y cada cierto tiempo hay que rendir cuentas y demostrar que lo sigues haciendo bien, aunque siempre es más fácil mantener lo que ya se ha conseguido que lograrlo”. Concluye el vicerrector que “en la UCM podemos estar muy orgullosos del modelo que tenemos de evaluación docente, aunque, por supuesto es susceptible de mejora, y por eso es un modelo totalmente dinámico, que ha mejorado en los últimos años, lo que nos ha llevado a obtener la certificación. El trabajo no se va a parar aquí, sino que en los próximos años habrá que seguir demostrando que el modelo funciona y que se adapta a las necesidades que vayan surgiendo”.