ÁGORA

Inauguración de la jornada celebrada en el salón de actos del edificio D de la Facultad de Filología

La Biblioteca Complutense celebra los 30 años del Proyecto Dioscórides

Texto: Alberto Martín, Fotografía: Jesús de Miguel - 26 mar 2025 13:57 CET

Hace 30 años la Biblioteca Complutense y la Fundación Ciencias de la Salud, ligada a la farmacéutica Glaxo Wellcome -en la actualidad GlaxoSmithKline- pusieron en marcha el proyecto Dioscórides. Se trataba de crear una biblioteca digital en el área de Ciencias de la Salud formada por obras de incalculable valor de entre los siglos XV y XVIII, es decir de facilitar su acceso a los investigadores y de preservar y asegurar la pervivencia de las obras. La Biblioteca Complutense va a organizar durante el año diversos actos e iniciativas para conmemorar este pionero proyecto, entre ellas, la jornada celebrada este 26 de marzo en el edificio D de la Facultad de Filología, con el título “La Biblioteca Complutense y la digitalización de su patrimonio. 30 años del proyecto Dioscórides”.

 

No sabíamos nada de digitalización, pero sabíamos que teníamos que digitalizar. Y lo hicimos”, recuerda Ana Santos, subdirectora entonces de la BUC y después, durante más de una década, directora de la Biblioteca Nacional, quien engloba aquella iniciativa a la propia idiosincrasia de las bibliotecas, que siempre han sabido adaptarse a los tiempos y que “en el futuro aún más lo van a tener que hacer”. Santos recuerda a dos personas clave en la puesta en marcha de Dioscórides, la entonces directora de la Biblioteca, Marta Torres, quien alentó numerosos proyectos de renovación tecnológica durante su dirección, y Pilar Moreno García, directora del Proyecto, recientemente fallecida, y a quien se ha dedicado la jornada. “Sin ella -señaló Ana Santos- Dioscórides no habría sido posible”.

 

En la jornada han participado los protagonistas de la puesta en marcha y posterior desarrollo del proyecto: los responsables técnicos Jacinto de Castro y Juan Carlos Herráiz y otro de sus principales promotores, el profesor de Farmacia Francisco Javier Puerto, director durante muchos años del Museo de la Farmacia Hispana de la UCM y hoy patrono de la Fundación de Ciencias de la Salud. Entre los tres trazaron las líneas principales de aquel enorme esfuerzo que suponía con la tecnología de aquellos años digitalizar página a página más de 3.000 libros, muchos de ellos de incalculable valor, cuyo manejo había que cuidar con mimo. Antes que ellos y que la propia Ana Santos, intervino el catedrático emérito de Filología Griega Antonio Guzmán Guerra, quien dio el apunte histórico sobre quien dio nombre al proyecto, Dioscórides, médico, farmacólogo y botánico de la antigua Grecia, y gran referente en estos ámbitos en la Edad Media y el Renacimiento.

 

Pero la jornada -que fue inaugurada por la vicerrectora de Investigación y Transferencia, Lucía de Juan; el director de la Biblioteca Complutense, Antonio Moreno Cañizares, y la gerente de la Fundación de Ciencias de la Salud, Elena Martínez Palancar- no ha querido solo detenerse en Dioscórides y también ha dedicado tiempo a otros proyectos de digitalización, como los que se desarrollaron también en esos mismos años en instituciones como el Archivo de Indias, de Sevilla, por IBM; la Fundación Sancho el Sabio, de Vitoria, de digitalización del patrimonio bibiográfico vasco o los primeros pasos dados en esta senda por la Biblioteca Nacional, que comenzó a almacenar en CD-Rom algunos manuscritos o incunables. También se trataron otros proyectos puestos en marcha en la UCM años después, como el de la digitalización de la propia BUC con Google, e iniciativas más actuales que afectan a diversas colecciones bibliográficas complutenses.

 

Y, por último, se habló de futuro, de Inteligencia Artificial o de las humanidades digitales. Y es que, como señaló en su intervención Ana Santos, las bibliotecas han sobrevivido a lo largo de los tiempos, “incluso sin cambiar nunca su nombre”, porque han sabido adaptarse a los tiempos que les ha tocado vivir, sobre todo en lo referente a la generación y soporte del conocimiento y al avance tecnológico. Durante siglos la transformación fue lenta, “en las últimos décadas ha sido muy rápida, pero en los próximos años será aún mucho más. El gran recurso para alimentar la IA con cierto conocimiento está en las bibliotecas y nos van a utilizar, estoy segura”, concluyó la ex directora de la BUC y de la Biblioteca Nacional.

 

El actual director de la Biblioteca Complutense, Antonio Moreno, aprovechó las jornadas para presentar el logo que se ha diseñado para conmemorar el 30 aniversario del Proyecto Dioscórides. Como explicó, este está formado por el número 30 y la letra D, de digitalización y de Dioscórides. El 0 es especial porque lo representa la letra del alfabeto griego fi, “de Fidias, que representa su amor al conocimiento y en este caso hace referencia al amor por todos los libros que se digitalizan para garantizar su difusión y acceso perpetuo para las futuras generaciones”. El logo sigue, además, la proporción áurea y su color es dorado.