IGUALES

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La Casa y las mujeres: una conversación sobre arte y feminismo

Texto: Marta Reig González - 24 feb 2022 09:42 CET

El lunes 21 de febrero La Trasera de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense acogió la mesa redonda “Casa y Mujer”, aprobada por el Vicedecanato de Cultura de la Facultad de Bellas Artes como Actividad Complementaria, y organizada en colaboración con el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y el Departamento de Historia del Arte.

“En este encuentro queremos abordar las diferentes facetas de la creación artística vinculadas a la casa y la mujer; entre ellas, la propia creación plástica, la docente, la investigadora, la museográfica y la editorial. Nuestro objetivo es explorar el proceso creativo en torno a la casa y a la mujer desde la reflexión y la práctica, como vehículo de diálogo social y generador de igualdad”, explican desde la organización. La mesa es interdisciplinar “Casa y Mujer” es interdisciplinar, aúna: museo, universidad, investigación, docencia, creación artística, etc.

 

Violeta Andreu Mediero, artista, investigadora y comisaria de la exposición 40 años del Divorcio en España, organizada por la Unidad de Igualdad de la UCM, es la coordinadora de esta mesa redonda en torno a la casa, el arte y las mujeres.

En la mesa participaron María Rosón Villena, investigadora y docente, creadora del itinerario del Museo Reina Sofía Hacer espacio o de cómo deambular desde la desorientación; Noelia Romero, Gestión de fondo editorial, del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, creadora del recorrido Una habitación propia. Vida en interiores desde una perspectiva de género; Beatriz Fenández Ruiz, investigadora y docente, revisa publicaciones recientes sobre editadas desde la Facultad de Bellas Artes con artículos sobre mujeres; y Violeta Andreu Mediero, que introdujo algunas de las ideas contenidas en su Tesis La casa en la creación artística y su relación con el feminismo (de 1970 a 2020), y creó un recorrido por una selección de artistas investigadas. La moderación de la mesa estuvo a cargo de Juan Ángel López Manzanares, Conservador y Responsable de Contenidos, del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

 

Noelia Romero reflexionó sobre la domesticidad en las obras de arte con una mirada feminista. Partiendo las reflexiones de Virginia Woolf en Una habitación propia en torno a las condiciones necesarias para la creación, propuso un repaso de la colección permanente del Museo Thyssen-Bornemisza para poner de manifiesto cómo la ausencia del espacio privado de las mujeres obliga al ejercicio de la creación en espacios comunes.

 

En su intervención, María Rosón Villena arrojó luz sobre un espacio que a menudo se olvida: el armario. Entendido como un lugar en el que ocurren cosas que a menudo tienen otros códigos. Rosón nos propone mirarlo como un espacio de tensión en el que las mujeres han creado memoria.

 

Beatriz Fernández Ruiz hizo una revisión sobre las publicaciones dedicadas a las mujeres editadas por Facultad de Bellas Artes. Analizó el último número de la revista Accesos (nº 4, 2021) dedicado a: “Mujeres, trabajos, artes y tecnologías” y el número  11 de la revista Re-visiones: “Feminismos: revueltas y tácticas de resistencia. Imágenes de un mundo por venir” (2021).

 

Violeta Andreu Mediero, aportó algunos de los conceptos explicados en su tesis La casa en la creación artística y su relación con el Feminismo (De 1970 a 2020), en la que plantea la casa como idea utilizada por artistas. Habló de las artistas que crearon, en relación a la casa, desde la autobiografía, desde la denuncia de la violencia machista, y se unieron y unen a las revindicaciones feministas de su tiempo.

 

Hablamos con Violeta Andreu sobre la relación que existe entre el feminismo, las artistas y la representación de las casas.

 

¿Cómo ha sido representada la casa por las artistas y las autoras en el periodo que has estudiado?

En la tesis se plantea cuáles son las causas que llevan a las personas artistas a crear su obra bajo la idea de casa, y se analizan los conceptos creativos que complementan esta idea. Así son investigadas artistas que unen la casa y la mujer, —desde la autobiografía o desde la denuncia del encierro de la mujer en los hogares en una época determinada—; o unen la casa, la denuncia y la violencia contra la mujer. Y teniendo en cuenta la interrelación que hay entre realidad social y arte, se describe el feminismo por décadas y se investigan artistas vinculadas a este movimiento que se sirven de la idea de casa en sus obras, reivindicando así la igualdad y los derechos sexuales y reproductivos. Hay artistas que, valiéndose de la casa, visibilizan problemas raciales o de clase; debaten la identidad y la arquitectura —explorando diversas formas de vida destinadas a familias no binarias—; o visibilizan la necesidad de alcanzar el poder que en la sociedad ha estado y aun sigue estando reservado a los varones. Finalmente, en la investigación, se profundiza en la relación existente entre este movimiento social y este tipo de creación.

 

¿Cómo es el proceso creativo en torno a la casa y a la mujer?

Como he mencionado antes, las artistas de estos últimos cincuenta años en las sociedades europea y norteamericana, unen a la casa su autobiografía, o denuncian a través de su obra: bien el encerramiento que sufrieron las mujeres en las viviendas en un tiempo concreto, bien la violencia contra las mujeres. Teniendo en cuenta la agenda feminista de cada momento, las artistas vinculadas a este movimiento, se valen de la creación artística como herramienta para transformar la sociedad. De este   modo, emplean la posición que tienen en la sociedad para poder convertir sus ideas en acciones y propuestas.

 

¿Cómo influye el feminismo en la mirada sobre las casas?

Hemos de concretar que depende completamente del contexto social del que estemos hablando, para poder contestar esta pregunta. No es lo mismo vivir en una situación geográfica en la que los problemas que tendría que resolver y cuestionar el feminismo son unos, que vivir en otra sociedad, con otros problemas diferentes de las mujeres y donde la casa se relaciona con sus habitantes de un modo completamente distinto. Por otra parte, la Covid-19 ha trastocado nuestra realidad social en dos años y medio, y nos ha creado nuevas relaciones con nuestros hogares, se han subrayado los conceptos de encierro y prisión, pero también de refugio. La vivienda puede ser el lugar más protector con el que contemos o el de máxima violencia. Y esto último también se incrementó con el confinamiento. Atendiendo a la situación de la sociedad occidental de Europa y Norteamérica, en la que vivimos con privilegios de los que carecen en otras latitudes, el feminismo nos puede hacer sentir la casa como liberación o como independencia, nos puede ofrecer aun ese rincón de silencio con una misma, o nos puede hacer decidir que tenemos que salir del domicilio. El feminismo también nos puede inducir a reflexionar sobre este concepto y empoderarnos de tal suerte que seamos nuestra propia casa.