Fotografía: Alfredo Matilla - 14 jul 2021 17:26 CET

Jesús Nuño de la Rosa ha reivindicado en sus palabras de presentación de la ministra, primero, y del alcalde, después, la necesidad que tiene el sector de recibir ayudas urgentes, “sobre todo a las pymes”, que a duras penas están sobreviviendo dentro de un sector globalmente afectado por la crisis como prácticamente ningún otro. Nuño de la Rosa ha recordado que el turismo español es desde 2015 líder mundial en competitividad. “Tenemos un sector que se lo ha trabajado, que puede decir que es el mejor”, proclamó antes de pedir a la ministra la necesidad de recibir esas ayudas “ya”.

Las vacunas, principal factor de reactivación

Para Reyes Maroto la recuperación del sector turístico es una prioridad no solo para el propio sector, sino para la economía española en su conjunto. “No hay recuperación económica si no reactivamos el sector turístico”, llegó a afirmar. La prioridad, por tanto, es abordar el corto plazo, es decir lograr que esta temporada de verano reflote un sector que apenas ha podido levantar cabeza en los últimos 15 meses. La gran baza que juega a favor de la reactivación son las vacunas. A final de verano se habrá alcanzado la tan citada inmunidad de rebaño con un 70 por ciento de la población con la pauta completa, pero ya hoy hay que “mirar con el optimismo que nos da que 22 millones de españoles, el 47 por ciento de la población, esté ya inmunizada”, señaló la ministra, quien también apuntó que en la actualidad ya 7,5 millones de personas en nuestro país se han descargado el Certificado de Movilidad Europeo, puesto en marcha en España el 7 de junio y en Europa desde el 1 de julio. No obstante, como recordó Reyes Maroto, no hay que olvidar la necesidad de continuar aplicando todos los protocolos de seguridad sanitaria tanto en la movilidad de viajeros como en sus estancias.

Reformas para sentar las bases del turismo del futuro

Pero donde puso el acento la ministra en su intervención, más allá de la reactivación a corto plazo, fue en los planes de reforma del sector. Según indicó, 3.400 millones del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia se dedicarán al turismo. La parte principal, 1.900 millones, se dedicará a planes de transformación del ecosistema turístico, que incidirán tanto en los destinos de sol y playa, como urbanos o rurales y de naturaleza. Otro ámbito de actuación estará encaminado a la “mejora de nuestro producto turístico”, en el que, según esbozó, de incluirán distintos programas de diversificación, como por ejemplo los encaminados a promocionar el turismo cultural y gastronómico u otros más novedosos como el “turismo cinematográfico o de rodajes”, que se quiere promocionar a través de un acuerdo con Netflix. También, según continuó enumerando la ministra, están previstos planes de apoyo al camino de Santiago (Plan Nacional Xacobeo, con 120 millones) y a entornos patrimoniales (500 millones).

La digitalización del sector –aunque, como reconoció, ya tiene un alto nivel- va a ser otra de las prioridades. Un proyecto pionero es la Red de Destinos Turísticos Inteligentes, que trata de conectar a turistas con destinos y empresas. Todos estos planes –junto a otras reformas que también beneficiarán al sector, como todas las relacionadas con la mejora de la red de carreteras y transportes- van a permitir “volver a situar a España en el liderazgo mundial en el que ya estaba”, concluyó la ministra.

La injusticia de hacer pagar los platos rotos al sector

Por su parte, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, encargado de clausurar las jornadas, hizo una cerrada defensa tanto de la importancia económica y estratégica del sector turístico, gran embajador de la marca España, como de la “tremenda injusticia” que se comete haciéndole pagar los platos rotos en cada repunte epidemiológico. Según señaló, el sector ha hecho todos los deberes y adaptaciones que se le han solicitado y “no podemos permitir” que la actual situación de la pandemia –que no se debe medir en incidencia acumulada, sino en presión hospitalaria- frene su recuperación. A su juicio, es necesario una “ofensiva diplomática y comercial” que debe liderar el Gobierno de la nación para dejar claro en el ámbito internacional que “en España no hay ningún riesgo adicional”.