IGUALES

Melani Penna Tosso, Elena Martín, Ángel Trenado y Amaia Saenz

Nuevo equipo para la Oficina de Diversidad Sexual e Identidad de Género de la UCM

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Alfredo Matilla - 7 abr 2021 14:15 CET

Melani Penna Tosso es la nueva coordinadora de la Oficina de Diversidad Sexual e Identidad de Género de la UCM, donde contará con un equipo formado por dos becarios, Amaia Saenz y Ángel Trenado, y una PAS, Elena Martín. Penna Tosso explica que de esa manera “se juntan a PAS, PDI y estudiantes, que es precisamente lo que quiere transmitir esta Oficina, que es crear un espacio para toda la comunidad complutense, donde lo LGBT tiene un carácter prioritario”.

 

La Unidad de Diversidad de la Complutense cuenta con varias áreas de trabajo, como la de refugiados, la de diversidad funcional y esta Oficina de Diversidad Sexual e Identidad de Género, que incluye grandes áreas de intervención. La coordinadora Melani Penna explica que la primera de esas áreas tiene que ver con la “atención al alumnado, profesorado y PAS, ya sea por temas administrativos como por quejas o problemas relacionados, por ejemplo, con la LGBTfobia, que muchas veces tiene que ver más con el desconocimiento que por mala intención”. En los casos en los que ocurre eso, “el trabajo de la Oficina es mediar y ofrecer cierta formación para que se favorezca la convivencia, y la respuesta casi siempre es positiva por parte del profesorado y no hay ningún problema”.

 

En esta área se incluye todo lo que tiene que ver con el protocolo administrativo de cambio de identidad y nombre en la Complutense, lo relacionado con el cambio de nombre en los listados, el cambio de correo, la gestión con el profesorado… Además, de acuerdo con la coordinadora de la Oficina, “en esta parte del servicio se incluyen personas LGBT vulnerables por situaciones malas en la familia, a las que se ayuda con gestión de ayudas económicas para que puedan terminar los estudios, y paliar en la medida de lo posible todas las dificultades que se puedan encontrar”. Reconoce que “todavía sigue pasando que estudiantes al salir del armario o al identificarse como trans, lesbianas o gays dejan de tener el apoyo de la familia y eso dificulta que avancen en los estudios”.

 

Visibilizar

Una segunda área muy importante en la que se centra la Oficina es la visibilización, donde se encargan de celebrar efemérides, como por ejemplo, el día de la Visibilidad Lésbica, que se celebra el 26 de abril, aunque la semana previa, los días 21 y 22 de abril, en la Complutense se van a hacer toda una serie de eventos, vinculados también con la Semana de las Letras de la UCM. Explica Penna que “muchas veces el lesbianismo ha estado silenciado, pero a través de la escritura ha encontrado espacios para visibilizar el amor y las relaciones entre mujeres, como en el caso de Safo, una de las primeras lesbianas visibles”.

 

En esa semana se presentarán tres libros, uno de ellos sobre el lesbianismo en el cine, que se hará on line, y otros dos de manera presencial, uno de ellos sobre poesía lésbica y el tercero escrito por la propia Melani Penna; habrá también un conversatorio entre PAS, PDI y estudiantes, que será en formato on line; se hará un certamen de poesía; y habrá un slam poetry, también presencial, en el que hay que saberse el poema que se recita de memoria, y en el que “estará invitada Jacaranda Disidente, que es una poetisa lesbiana muy conocida en redes por los estudiantes”.

 

Reconoce la coordinadora que “la visibilización es muy importante, porque forma parte del empoderamiento y porque hay que luchar por lo que queremos, pero también por mantener lo que tenemos, y a veces visibilizar es una manera de lograrlo. Poco a poco además la idea es ir recuperando la parte presencial, porque hay una parte del trabajo en la que es muy importante esa presencialidad”.

 

Redes y convenios

La tercera área de trabajo de la Oficina son las redes y los convenios, y de hecho en estos precisos momentos se está creando la Red de Universidades LGBT a nivel estatal, “no sólo para dar apoyo y reconocimiento, sino también por una cuestión que tiene que ver con los estudios de doctorado, los derechos y un posicionamiento común sobre leyes como la Ley Trans de las diferentes universidades que cuentan con oficinas o delegaciones de diversidades afectivas y sexuales”. Además, también se están gestionando convenios con la sección de mujeres y LGBTQ de Comisiones Obreras, con asociaciones que trabajan con LGBT refugiados, con políticas lésbicas, con la Fundación 26 de diciembre… La idea, de acuerdo con Penna, es “generar convenios de colaboración a partir del convenio marco de prácticas comunes de la UCM, y sin olvidar que estos convenios ayudan a mejorar las otras áreas de visibilización y de atención”.

 

Explica Penna que no todas las universidades tienen oficinas de diversidad sexual, y que “en ese sentido la UCM está siendo una universidad pionera y está liderando junto a otras como las de Granada, Zaragoza o Valencia. Cada vez hay más universidades que han seguido a la Complutense, y en un futuro llegará un momento en el que todas, o al menos la gran mayoría de las públicas, tendrán esa oficina”.

 

No hay que olvidar que este servicio está relacionado con la legislación española y europea, pero también con la atracción al alumnado, porque, por ejemplo, “anima a un estudiante que sepa que la Complutense tiene un protocolo de cambio de identidad y nombre, a través de la Oficina. Además, estudios de 2019 demuestran que entre el 70 o el 80% de los estudiantes que salen del armario no lo hacen durante la secundaria, así que llegar a una universidad donde sabes que hay una Oficina que te va a ayudar, atrae a las personas LGBT”.

 

Formar

La cuarta área importante de la Oficina se centra en la formación, tanto de PDI como de PAS y estudiantes, con propuestas de formación que combinan esos tres sectores y también con propuestas específicas para cada uno de esos colectivos, con cursos on line, webinars, generación de materiales como la Guía de Lenguaje Inclusivo, que es “para toda la universidad y que está relacionado con formación, pero también, de alguna manera, con visibilización y publicaciones”.

 

Dentro de la formación ha surgido ahora un curso de Comunicación, trato e interacción inclusiva en formato on line para PDI, PAS y estudiantes, y en junio, dentro del Centro de Formación Permanente de la UCM habrá algunos cursos, aunque no son específicos de la Oficina, como sí serán los que se saquen a partir de septiembre. Para el PAS de manera exclusiva se han propuesto además varios cursos, uno de ellos tiene que ver con el tema de personas trans no binarias y el protocolo del cambio de nombre. También se ha propuesto, según informa Penna, una asignatura de libre configuración, que está pendiente de aprobación, que versará también sobre Trato y comunicación inclusiva, con un apartado específico del tema LGBT.

 

La Complutense cuenta además con un máster de Estudios LGBTIQ+, que es más general e interfacultativo, y con un título propio experto en Pedagogías feministas y queer, más centrado para el ámbito educativo, que codirige Penna con Mercedes Sánchez, que “abren también la posibilidad de seguir investigando y formándose sobre estas cuestiones”.

 

Añade Penna que “cualquier estudiante que tenga iniciativas particulares para desarrollar que estén vinculadas con la temática LGBT puede apoyarse en la Oficina. Por ejemplo, ahora un estudiante va a hacer un largometraje sobre las personas LGBT en el ámbito rural y otra estudiante de Bellas Artes está haciendo un trabajo de mapeo también con el apoyo de la Oficina. La idea es que sea un espacio amigable y de apoyo a todas las iniciativas, que sea un espacio que ayuda a cualquier miembro de la comunidad complutense”.

La perspectiva de dos estudiantes, Hugo Morales y Alicia Ramajo

Alicia Ramajo Falcón estudió Relaciones Internacionales aunque luego se ha dedicado, más bien, a la música. En estos momentos estudia el máster de Estudios LGBTIQ+, tiene bastante enfocado el TFM, e incluso se plantea hacer posteriormente el doctorado. Hugo Morales Maroto presentó ya su TFM en noviembre y antes del máster complutense se había graduado en Educación Infantil por la Universidad de Castilla La Mancha. Explica que se quiere dedicar a la Educación desde siempre porque sabe que “esa es una vía de escape y de cambio, idea que ha ido in crescendo” a lo largo de su vida.

 

Tanto Ramajo como Morales reconocen el apoyo que se les ha prestado desde la Oficina para el tema administrativo de cambiar el nombre en todos los trámites de la UCM. Cuenta Morales que contactó con la Oficina de Diversidad y le proporcionaron un espacio seguro donde acudir para orientarse en cuestiones relacionadas con esta área, sobre los servicios que ofrecían y a partir de ahí le asesoraron por un camino fácil con los pasos que tenía que ir siguiendo para que a nivel administrativo se reconociese su nombre dentro de la universidad. “Fue todo muy sencillo por las indicaciones, que eran muy claras para enfrentarse a las mil trabas que suele haber para rellenar documentación”, reconoce Morales.

 

Le ayudaron también en el registro civil, porque necesitaba un informe en el que se especificase que tenía la matrícula en la UCM, con su nombre y el género sentido, y eso fue cuando estaba terminando ya el máster. Después de eso le asesoraron incluso “a nivel de reconocer todo esto en las titulaciones, lo que es un miedo constante, porque en el registro civil la demora es desesperante”, así que se le ofreció el certificado académico con su nombre y no con el registrado en el DNI, y “eso libera a la hora de buscar trabajo, porque permite contrastar la veracidad de las titulaciones sin tener que estar justificándote continuamente”.

 

En esa búsqueda de trabajo, Ramajo cree que haría falta una visibilización más continua, no sólo con efemérides concretas, sino con la presencia de personas trans en los espacios. Tiene claro que “en la universidad nadie te va a poner, en principio, trabas, pero a la hora de salir al mundo tan hostil y complicado vas a encontrar barreras de muchos tipos, no sólo explícitas, sino también otras más sutiles que hacen que sea más difícil motivarse ante el mundo. Hay que tener en cuenta que para muchas personas el simple hecho de salir a la calle ya es algo complicado”. En su caso, que se ha dedicado profesionalmente a la música, “con mucha seriedad y trabajo”, cree que “el mundo de la música es muy difícil, es uno de los oficios más hostiles, más duros y precarios que existen, sobre todo porque cada vez importa menos la música que haces que como la vendes”.

 

Hugo Morales coincide en que el mundo laboral es desesperante, de hecho no le han rechazado tantas veces en la vida, tanto por ser joven como por ser trans. Opina que de manera indirecta muchas veces “te ves atravesade por ser trans, te sacan alguna pega, como si vas a necesitar bajas o si hay alguna problemática de pedirte días, hay bastantes prejuicios y desconocimiento, porque no se visualizan estas realidades y hacen preguntas que resultan violentas”.

 

Para Ramajo, “lo más importante es entender que llegar a una entrevista de trabajo es el final de un proceso, de sentirse capacitado para habitar los espacios comunes y sentirse que puede uno trabajar. Es un proceso más invisible y menos conocido”.

 

Algo que podría ayudar para la integración sería la futura Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans, que Ramajo considera que “está muy bien a nivel de un reconocimiento legal y ante el Estado. Es un proyecto bastante ambicioso y aunque se podía ir un poco más allá, de momento está bastante bien y sobre todo porque va a la raíz de algunos de los problemas de las personas trans”. También Morales opina que la nueva ley “es un paso, que no es poco, pero sí que es verdad que en todos los ámbitos se necesita mejorar la legislación. Estaría genial que se aprobase la ley trans ya, sin opresión, sin excusas, sin patologizaciones, sin debates sobre nuestra existencia o sobre si merecemos o no ciertos derechos”.

 

Para avanzar en la lucha por los derechos, Morales es partidario de que esta sea interseccional, con las personas trans migrantes, no binarias, con diversidad funcional, antirracistas… Todo eso debería reflejarse “en el mismo acceso a les menores trans, porque implicaría una mejora notable en todos los sentidos”. A Morales le sorprende la fuerza y la unión interseccional que existe y que incluye una diversidad de intersubjetividades, de percepciones, de realidades, de familias, de edades… “Está habiendo mucha unión de fuerza para que se reflejen las demandas en esta ley trans”.

 

Ramajo, que tiene discapacidad visual, reconoce que “el hecho de tener una discapacidad no facilita el tránsito, se retroalimenta, pero al mismo tiempo genera una oportunidad de decir que todo da igual y hay que seguir hacia adelante”. Cree la estudiante que “siempre explican lo trans desde lo capacitado y lo ciego desde lo cisheterosexual, no existen relatos más allá de una persona trans normativa y una persona ciega normativa”.

 

Aunque su música no plantea crear esos relatos sí que tiene bastante carga política, y está en línea con la investigación que está llevando adelante en el máster, que es “ver cómo las discapacidades tienen mucho de queer y de LGBT y lo LGBT también tiene bastante de discapacitado, en el sentido de cómo se han construido ambas realidades”. Considera que estas realidades se cruzan siempre, no sólo en su caso, porque en cualquiera de los dos casos “son cuerpos disidentes, cuerpos que viven su sexualidad de otra manera”. Ella misma no sabe si es trans por “haber sido asignada hombre al nacer y ahora habitar la identidad de mujer o por no ver, sea como sea se trata de un tema filosófico”.

 

Mientras afrontan su futuro con el desconcierto de todos los jóvenes, pero con ilusión y con el apoyo de sus familiares y amigos, Morales recuerda que él “quería entrar en la Complutense, porque tiene una imagen de friendly”, y estar limitado en otras instituciones o universidades no le gustaba, así que se quedó encantado cuando le dijeron que le habían aceptado. Su paso por la UCM le ha brindado además “herramientas de derrotar, de revolucionar” todo eso que había estado oprimiéndole y asfixiándole muchos años atrás. Ha sido por tanto una etapa en la que ha comenzado a tener la oportunidad de relacionarse con otros activismos, otras intersecciones, y con personas que realmente comparten esa reconstrucción y la lucha. Se siente afortunado “tanto del personal docente como de los compañeres, porque se han aportado muchas perspectivas, muchos saberes distintos, lo que ha hecho que sea sido muy enriquecedor tanto a nivel personal como profesional”.