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Siofra O’Leary, presidenta del Tribunal Europeo de Derechos humanos (TEDH)

La presidenta del Tribunal Europeo de DDHH alerta sobre la merma del Estado de Derecho en el seno de Europa

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Jesús de Miguel - 6 oct 2023 13:29 CET

En el marco del V Congreso Internacional de la Unión Iberoamericana de Universidades (UIU) y Cortes Supremas, celebrado en la Universidad Complutense, el 6 de octubre se ha podido escuchar a Siofra O’Leary, presidenta del Tribunal Europeo de Derechos humanos (TEDH). En su conferencia, O’Leary ha señalado que, a pesar de que “Estado de Derecho y democracia son dos gemelos idénticos”, en la actualidad se están dando casos de merma de dicho Estado de Derecho en algunos países del seno del Consejo de Europa, que suma 46 naciones y más de 700 millones de habitantes.

 

De acuerdo con Siofra O’Leary, hay algunos países donde los retrocesos en el Estado de Derecho son conocidos, como Polonia, donde hay más de cuatrocientas causas pendientes sobre la independencia judicial. A ese país se suman otros como Rumanía, Hungría o Bulgaria, pero también “otras naciones donde no parece que peligre la democracia, como Islandia”.

 

Considera la presidenta del TEDH que nuestra sociedad se sustenta en tres pilares: el Estado de Derecho, la democracia y los derechos humanos. Al mismo tiempo, reconoce que la propia definición de Estado de Derecho se ha ido construyendo poco a poco, en los diferentes tratados de la Unión Europea y con las actuaciones de los tribunales como el que ella misma preside o el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, pero a pesar de esa indefinición de base nadie duda de que sea uno de los grandes pilares de la independencia judicial.

 

Por ejemplo, la Comisión Europea para la Democracia a Través del Derecho, conocida como Comisión de Venecia, estima que el Estado de Derecho significa que las personas deben ser tratadas con dignidad, igualdad y racionalidad por quienes toman las decisiones, y que deben tener la oportunidad de objetar las decisiones tomadas. Esta idea se relaciona, por lo tanto, con la protección de los derechos humanos y la necesidad de tratar a las personas de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todas el mismo peso. 

 

Esto que, en palabras de O’Leary, parece un concepto sencillo, se está quebrando en algunos países del Consejo de Europa. Frente a esas violaciones del Estado de Derecho, el Tribunal de Estrasburgo, que ella misma preside, trabaja para corregir la arbitrariedad que se produce, por parte de los gobiernos de determinadas naciones, a la hora de nombrar y cesar a los jueces. De acuerdo con O'Leary entre otras medidas que se deben tomar en los países están el respeto al derecho internacional, porque “un enfoque puramente nacional o incluso centrado en la UE es insuficiente para hacer frente a las numerosas y variadas amenazas”. y la defensa de la independencia judicial.

 

En más de sesenta años, el TEDH ha dictado más de 26.000 sentencias y resuelto más de un millón de demandas, siempre con la vista puesta en “la equidad, la mejora y el carácter más integrador de nuestras sociedades”. Y frente a los retos planteados, “el Tribunal Europeo de Derechos Humanos seguirá esforzándose en el sentido del progreso social y la protección de los derechos fundamentales en aras del interés común, sin perder de vista el contexto europeo en su conjunto y la situación particular de cada Estado”.