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Rosa de la Fuente, vicerrectora de Estudiantes de la UCM; el eurodiputado Marcos Ros; la vicerrectora de Relaciones Internacionales y Cooperación de la UCM, Mª Rosario Cristóbal; Nicolás Javier Casas, director general de Universidades de la Comunidad de M

“Las alianzas universitarias son lo más importante que ha ocurrido en la enseñanza superior europea desde el lanzamiento del programa Erasmus”

Texto: Cristina Saura, Fotografía: Francisco Rivas y Cristina Saura - 24 jul 2024 10:04 CET

Los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial han acogido, el 22 de julio, una jornada en torno al relevante fenómeno de las alianzas universitarias europeas. Alentadas por la iniciativa European Universities (lanzada en 2018 por la UE y financiada principalmente con fondos del programa Erasmus+), en los últimos cinco años se han creado sesenta y cuatro alianzas, que reúnen a universidades de treinta y cinco países. Cincuenta y cinco universidades españolas pertenecen ya a alguna de ellas (es el caso de la Complutense, socia fundadora de la alianza Una Europa). La vicerrectora de Relaciones Internacionales y Cooperación de la UCM, María del Rosario Cristóbal Roncero, ha reunido en este encuentro a numerosos vicerrectores, destacados representantes institucionales y políticos, y miembros de todos los grupos que conforman la comunidad universitaria para debatir en torno al presente y futuro de las alianzas. Al final del día quedó en el aire una idea unánime, repetida por muchos, y es que la aparición de estos campus internacionales e interuniversitarios es lo más importante que ha ocurrido en la enseñanza superior europea desde la creación, hace 37 años, del programa de movilidad Erasmus. 

 

La iniciativa Universidades Europeas se instituyó para promover alianzas profundas, sólidas y duraderas con el objetivo principal de beneficiar a los estudiantes, al personal universitario docente y administrativo y a la sociedad europea en general, a través del impacto generado por sus proyectos e iniciativas. Mediante el desarrollo de una cooperación estructural, estratégica y sostenible a largo plazo, las alianzas buscan mejorar la competitividad internacional de sus miembros al tiempo que promueven los valores y la identidad europeos. “Hoy, podríamos decir que no pertenecer a una de ellas te deja fuera de juego en el ámbito internacional”. Así lo recordaron en la inauguración del encuentro el vicerrector de Estudios de la UCM, Víctor Briones Dieste, y Mª del Rosario Cristóbal, directora de la jornada, quien hizo hincapié en el carácter transversal de las alianzas, que requiere de una estrecha colaboración entre todos los vicerrectorados y facultades y la implicación activa de estudiantes, PDI y PTGAS: “hoy tenemos aquí a representantes de todos estos estamentos para compartir sus aportaciones, su visión y sus inquietudes respecto de la evolución y el futuro de las alianzas”.

 

El encuentro comenzó con una mesa redonda sobre el Espacio Europeo de Educación Superior y las alianzas universitarias, en la que se habló de los logros y éxitos de estos campus internacionales, pero también de los desafíos que traen consigo y de las necesidades que surgen para asegurar su continuidad, de carácter estratégico, pues -como comentó José Manuel Pingarrón Carrazón, catedrático de Química en la UCM y ex secretario general de Universidades del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades- “no hay vuelta atrás, las alianzas han llegado para quedarse”. Junto a él participaron en la sesión el eurodiputado Marcos Ros Sempere, miembro de la Comisión de Cultura y Educación del Parlamento Europeo durante la legislatura que acaba de finalizar, Nicolás Javier Casas Calvo, director general de Universidades de la Comunidad de Madrid, organismo patrocinador de esta jornada, y Alfonso Gentil Álvarez-Ossorio, director del Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE).

 

“El éxito y la acogida de la iniciativa Universidades Europeas ha desbordado las propias expectativas que depositó en ella la UE”, apuntó el eurodiputado Marcos Ros. “Las tres inquietudes más importantes que nos han trasladado desde entonces las más de 500 universidades participantes se resumen en tres puntos: necesidad de una mayor financiación para asegurar su continuidad, más soporte para los grados conjuntos -o lo que es lo mismo, avances en la creación de un título europeo homologado y reconocido que elimine burocracias y trámites- y facilitar la adopción de un estatus jurídico propio por parte de las alianzas”. La alianza de la UCM, Una Europa, recordó, es una de las primeras que obtuvo personalidad jurídica propia, adoptando la forma de asociación bajo la legislación belga. José Manuel Pingarrón, quien asistió en primera fila al nacimiento de esta iniciativa en representación del Gobierno de España, añadió que el impresionante trabajo realizado por las universidades la ha impulsado y hecho evolucionar de manera espectacular en sólo cinco años. “La reacción por parte de las universidades españolas es realmente llamativa, hoy prácticamente no queda ninguna que no esté integrada en una alianza, lo cual nos da una medida del alto interés y motivación por la internacionalización de la enseñanza superior en nuestro país”. Pingarrón enfatizó también en el importantísimo papel que tienen las alianzas en la transmisión de los valores europeos a la ciudadanía.

 

Por su parte, el director general de Universidades de la Comunidad de Madrid, Nicolás Javier Casas, señaló el crucial momento en el que se encuentran las alianzas, que entran en una etapa en la que deben afianzar sus logros y profundizar los vínculos entre las instituciones que las forman. Recordó que la Comunidad de Madrid lidera el número de movilidades entrantes y salientes de estudiantes universitarios de la UE en España. “El gobierno de nuestra comunidad autónoma reconoce el gran trabajo de las alianzas y la importancia de la internacionalización de la enseñanza superior -apuntó- y es por ello que se ha decidido a apoyar las acciones del programa Erasmus + con una inversión anual de dos millones de euros“. El director de SEPIE, Alfonso Gentil, explicó que España es el tercer país europeo, tras Alemania y Francia, en volumen de movilidades. Asimismo, expuso la labor de apoyo a la proyección global de la universidad española que realiza este servicio estatal dentro y fuera de nuestras fronteras y, muy especialmente, en el ámbito de las distintas ferias internacionales de enseñanza superior, “escaparates cada vez más importantes para atraer talento y brillantez a las aulas españolas y potenciar su diversidad y competitividad, en los que siempre respaldamos y acompañamos a las instituciones españolas”.   

 

La experiencia de las universidades madrileñas

A continuación, vicerrectores de las universidades públicas madrileñas pusieron de manifiesto, en otro debate, su extenso grado de implicación en sus respectivas alianzas europeas. Presentados sucesivamente por Carmen Otero García-Castrillón, adjunta a la Vicerrectora de Relaciones Internacionales y Cooperación para el Programa Erasmus+, intervinieron Julio Cañero Serrano, vicerrector de Relaciones Internacionales de la Universidad de Alcalá (alianza EUGLOGH); Irene Martín Cortés, vicerrectora de Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid (CIVIS); Carolina Marugán Cruz, vicerrectora de Internacionalización de la Universidad Carlos III de Madrid (YUFE); María Luisa Humanes Humanes, vicerrectora de Relaciones Internacionales de la Universidad Rey Juan Carlos (EULIST), y Alberto Garrido Colmenero, vicerrector de Calidad de la Universidad Politécnica
de Madrid (coordinadora de su alianza, EELISA). Las universidades privadas madrileñas (CUPRIMA) estuvieron representadas con la participación del rector de UNIE, Segundo Píriz Durán. Uno de los retos mencionados reside en la dificultad para hacer que el mensaje y el sentimiento de pertenencia a las alianzas llegue a toda la comunidad universitaria, y lograr su implicación, a través de más y mejor comunicación. También se puse de relieve la importancia de potenciar el dominio de idiomas entre el PDI y en PTGAS, dado que cada vez va a ser mayor el número de estudiantes internacionales que llegará a los campus madrileños como consecuencia directa de la pertenencia a estas alianzas. En general, y a pesar de las dificultades y el esfuerzo de adaptación que requieren, los vicerrectores expresaron que los beneficios que traen consigo estas alianzas superan con creces a los obstáculos y problemas a resolver.

 

Por la tarde, la jornada se centró en compartir con todos los asistentes las buenas prácticas identificadas y la experiencia y aprendizaje tras cinco años de andadura de Una Europa, la alianza a la que pertenece la Complutense y una de las 17 primeras que se constituyeron, en 2019, tras lanzar la Comisión Europea la iniciativa European Universities. Para ello se celebraron sendas mesas redondas, centrada la primera en la investigación y la segunda, que cerró la jornada, en la docencia. Fueron moderadas respectivamente por las vicerrectoras complutenses de Investigación y Transferencia, Lucía de Juan Ferré, y de Estudiantes, Rosa María de la Fuente Fernández.

 

La investigación en el seno de las alianzas, clave para la universidad del futuro

Arantza Mota, senior local lead del proyecto Una.Futura -el más importante que desarrolla Una Europa en este momento- hizo un resumen de la actual estructura y funcionamiento de la alianza, repasó la evolución de la alianza en materia de investigación y destacó los proyectos más importantes que ha desarrollado, como Una.Resin, financiado por Horizonte2020 de la UE. Otra destacada iniciativa de Una Europa es su convocatoria anual de fondos semilla para proyectos conjuntos de investigación entre las universidades asociadas. La profesora de la Facultad de Informática de la UCM Matilde Santos ha colaborado como evaluadora de proyectos en todas sus ediciones desde 2021. Compartió su experiencia, resumiéndola como muy satisfactoria. “Esta iniciativa promueve la internacionalización y la interdisciplinariedad reales. No me cabe duda de que el futuro nos lleva por ese camino y en las alianzas ya se está poniendo en práctica”. La profesora Santos también apuntó que muchos proyectos incluyen un enfoque cada vez más necesario en la universidad, el de ”learning by doing” (aprender haciendo).   

 

Francisco Javier Pérez Trujillo, profesor de Ciencias Químicas de la UCM, viene desarrollando un importante papel de coordinación de las iniciativas en investigación de la alianza. Expuso su experiencia como coordinador académico de Una.Resin en la UCM y su visión acerca de cómo debería evolucionar la cooperación en esta materia. Como ejemplo de lo importante que es compartir información y aprovechar conjuntamente el valor añadido de cada entidad miembro de cada alianza, habló del piloto Una.Transfer desarrollado por la UCM en el marco de Una.Resin. Finalizó con un alegato en torno a las ventajas y las posibilidades de crecimiento, oportunidades y colaboraciones internacionales que traen las alianzas. Por su parte, M.ª Josefa Herrero Hernández, profesora de Geológicas y miembro del comité de expertos académicos en el área de Materiales del Futuro, una de las seis áreas de trabajo prioritarias para Una Europa, señaló el carácter profundamente multidisciplinar de estas seis áreas científicas. “En la nuestra colaboramos físicos, matemáticos, químicos, y esperamos que en el futuro se unan docentes de otras muchas disciplinas”. La profesora Herrero explicó lo enriquecedor que ha resultado coordinar la presentación de un proyecto a la convocatoria anual de seed funding. “Las bases exigían la colaboración de al menos cuatro universidades de nuestra alianza. Eso te fuerza a buscar socios, tanto dentro como fuera de la UCM, contactar con equipos de investigación en otras facultades, en otros países… esto es positivo, interesante y, desde luego, es internacionalización en esencia pura”. En este sentido, la vicerrectora de Investigación y Transferencia, Lucía de Juan Ferré, apuntó que una de las aportaciones más valiosas que pueden hacer las alianzas a las universidades que las conforman es generar herramientas rigurosas y accesibles para facilitar el contacto y la búsqueda de aliados: “poder localizar equipos y líneas de investigación redundará, sin duda, en el establecimiento de nuevas conexiones, consorcios, sinergias y seguro que excelentes resultados para la ciencia”.  

 

La jornada finalizó con una mesa en la que se unieron voces del estudiantado, el PDI y el PTGAS de la UCM para hablar de la colaboración en materia de docencia, ámbito en el que Una Europa ha resultado pionera al lanzar el primer grado conjunto propuesto por las alianzas, el Bachelor of Arts in European Studies (BAES). Jules Geoffroy, alumno de esta titulación, habló de las enormes ventajas y oportunidades que ofrece, pero también señaló sus puntos de mejora. “La movilidad te abre muchas puertas, pero también hace que disminuya el sentimiento de pertenencia a tu promoción, ya que cambias de entorno y de compañeros con frecuencia”. Nieves Sánchez, técnico de la Oficina de Relaciones Internacionales de la UCM y experta en movilidad, señaló como fortalezas la creación de equipos interdisciplinares en los que PTGAS y PDI colaboran estrechamente, y llamó la atención sobre la necesidad de una mayor dotación financiera para sacar adelante las iniciativas de Una Europa, uno de los puntos débiles que sufren todas las alianzas en general, y que podría hacer peligrar la sostenibilidad y continuidad de las mismas. La profesora de Geografía e Historia y miembro del grupo de expertos de Una Europa en Patrimonio Cultural María García Hernández explicó el funcionamiento del programa de doble doctorado Una-Her-Doc, “que permite a los participantes una interacción fabulosa con investigadores de toda Europa y favorece enormemente la calidad de sus trabajos de investigación”.