ESTUDIANTES

El edificio multiusos ha acogido la celebración del Día Internacional de las y los Estudiantes

Los estudiantes toman la palabra en su Día Internacional

Texto: Jaime Fernández, Fotografía: Alfredo Matilla - 17 nov 2021 19:51 CET

El edificio multiusos ha acogido la celebración del Día Internacional de las y los Estudiantes, con una jornada organizada por el Vicerrectorado de Estudiantes, en la que lo importante ha sido escuchar las opiniones e inquietudes de aquellos que estudian en nuestra Universidad.  La vicerrectora Rosa de la Fuente ha explicado que el objetivo final de una jornada de este tipo es mejorar las condiciones, tanto en los colegios mayores como en las facultades, con la vista puesta en “el ODS4, que busca promover una educación inclusiva y de calidad”.

 

La jornada se ha estructurado en torno a una serie de debates participativos en los que estudiantes (y algunos profesores) de todas las áreas de conocimiento han podido expresar aquello que más les inquieta. Partiendo de la pregunta genérica “¿La universidad nos enseña a pensar?” se han ido desgranando ideas relacionadas con la experiencia personal de cada uno, en un coloquio abierto, en el que llevaron la voz cantante Josefa Ros, Marie Curie de la Facultad de Filosofía, y José Antonio Valdés, doctorando de Farmacia.

 

Valdés tiene claro que la universidad sí que enseña a pensar, “y además lo hace de una manera activa”, mientras que Ros considera que “no es un proceso que pase necesariamente por la universidad”. Un estudiante de Derecho apunta que en su grado, pensar no es necesario en muchas asignaturas, donde prima lo memorístico, pero reconoce que sí aprende a pensar en otros ámbitos universitarios como el colegio mayor en el que está alojado o el equipo de rugby de la Facultad del que forma parte, “donde surgen debates y posturas encontradas que te enriquecen como persona”.

 

Un estudiante de Ingeniería Aeronáutica de la Politécnica y una alumna de Bellas Artes coinciden en que todo depende de los profesores, ya que hay algunos que no incitan para nada el librepensamiento de sus estudiantes, mientras que otros sí que “te dejan crear”. Hay incluso otro estudiante, que prefiere no decir cuál es su Facultad, que afirma que “hay docentes que inactivan a los estudiantes”.

 

A lo largo de la jornada apareció el tema recurrente de la falta de información sobre los recursos que tiene la universidad para promover ese pensamiento al margen de las aulas. Valdés ironizó que la información se cuelga en Instagram, Twitter, Facebook, Tik Tok, los paneles de la Facultad… y a pesar de eso hay quien dice que no se ha informado suficientemente y su conclusión es que si no lo han hecho es por qué no les interesa. Algo que para Ros no va en menoscabo de esos estudiantes, porque todos son libres de participar o no en las actividades extraacadémicas de la universidad. Apunta además Ros que quizás el producto que se ofrece no es el que demandan algunos estudiantes. En esa misma línea, una estudiante de Biológicas que sí considera que la universidad te enseña a pensar, reconoce que “hay quien viene a la universidad para formarse para un trabajo futuro y lo que quieren es saber sobre eso, sin más”.

 

La vicerrectora de Estudiantes reconoce que les preocupa no estar llegando a todos los alumnos y alumnas, aunque en su opinión la oferta de la UCM sí es interesante para todos, lo que ocurre es que quizás no hay tiempo suficiente para participar. Cree, eso sí, que es mucho mejor para los estudiantes participar en esa vida universitaria para “generar identidad y para que no haya desafección ni apatía, porque a veces es difícil reunir a 50 estudiantes en alguna actividad, pero no cuesta reunir a 25.000 en un botellón”.

 

En la jornada también se han presentado algunos vídeos de experiencias estudiantiles de aprendizaje, ajenas a lo tradicionalmente académico, y que pueden servir para aportar una nueva perspectiva a la educación, como los ApS, el hackathon, los grupos colaborativos, el aula de innovación y sostenibilidad de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, o los Pre-Textos de Doris Sommer, para promover la lectoescritura. Todo con un único objetivo: conseguir una universidad mejor y más inclusiva.